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Rafinha quiere ser Iniesta y a Luis Enrique se le acaban las excusas

Rafinha quiere ser Iniesta y a Luis Enrique se le acaban las excusas

A Luis Enrique le entró un ataque de entrenador cuando era menos oportuno, ante el Manchester City de Pep Guardiola. Los Citizens venían con sangre en el ojo tras el descalabro del Camp Nou, y el técnico del Barça no tuvo mejor idea que sentar a un hombre clave para dar entrada a la apuesta (de momento fallida) del club este verano.

Rafinha ya había salvado los muebles el sábado pasado ante el Granada con un golazo de chilena que valió la victoria, pero Luis Enrique decidió jugársela con André Gomes ante el City, pues al fin y al cabo, es un jugador por el cual el club pagó cerca de 60 millones de euros y una clara apuesta de futuro.

Sin embargo, la ineficiencia del portugués quedó latente y, en este caso, fue clave ante un equipo que quiso disputar el control del mediocampo en todo momento a los blaugranas. Mientras Rafinha esperaba su oportunidad en la banda, el Barça se diluía con un Rakitic peleón, un Busquets desdibujado y un André Gomes inoperante.

Andrés Iniesta estará más de un mes de baja y su hueco en el once inicial, clave en el esquema de Luis Enrique no puede ser ocupado, ahora mismo, por otro jugador que no sea Rafinha. Ningún otro experimento ha funcionado. Arda Turan brillo como extremo en el arranque de temporada pero no es capaz de aguantar el ritmo en el mediocampo. Denis Suárez está todavía por cocinar, entremezclando grandes actuaciones con partidos insulsos. Y el ya mencionado André Gomes sufre, por ahora, un grave problema de adaptación.

Mientras tanto, Rafinha es --como comentaba la prensa catalana tras el partido de Granada-- un veterano de 23 años. Su paso por el Celta de Vigo y sus problemas con las lesiones le han hecho madurar a marchas forzadas, y su ADN culé le permite entrar en el papel de estrella nada más pisar la cancha.

Para Luis Enrique es un jugador fetiche. Ya contó con él en el Celta de Vigo, y optó por recuperarle al llegar al equipo blaugrana de primer entrenador; pero la titularidad en el medio está muy cara. Quizás por eso el técnico ha ideado un esquema táctico de 3-4-3 en el cual Rafinha puede actuar de carrilero por la derecha, posición que ya ocupado en varios partidos. Claro, este movimiento era también una forma de proteger el mediocampo y dar rienda suelta a Iniesta, que ahora, debido a su lesión ha dejado al equipo cojo.

Es ahí donde Rafinha se puede hacer fuerte y reclamar su puesto en el terreno de juego. Es el momento de demostrar que puede ser un jugador importante para el futuro del club y Luis Enrique, que tiene confianza ciega en él, seguramente ha aprendido la lección tras el varapalo en Manchester.

El brasileño tiene una oportunidad de oro en frente suya y seguro que no la va a desperdiciar.

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