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Messi no entiende de sentimentalismos

Messi no entiende de sentimentalismos

Hace apenas una semana, Lionel Messi estaba lesionado y llevaba casi un mes parado por sus problemas de pubalgia. Hoy, es de nuevo el mejor jugador del mundo y ha vuelto a dar un golpe en la mesa cuando más importa: En la Champions League y ante el Manchester City de Pep Guardiola.

El argentino se dio un festín, siendo el mejor del Barça hasta la expulsión de Claudio Bravo y oliendo la sangre una vez que el chileno dejó a su equipo con 10 sobre el terreno de juego. Su hat-trick ante el equipo de moda en Europa, un rival que llegaba envalentonado al Camp Nou y con ganas de demostrar que los años de sequía bajo el mandato de Manuel Pellegrini estaban ya olvidados, le vuelve a poner en el candelero, llegando incluso a reabrir el debate sobre quién debería ganar el Balón de Oro en enero de 2017.

El Manchester City logró mantener el tipo ante el FC Barcelona de Luis Enrique durante algo más de una hora. Messi se había aprovechado de un error en el marcaje de Fernandinho a los 17 minutos de partido, pero el City demostró que con fútbol se puede poner en un aprieto al Barça, y si el árbitro hubiera dado como válido un penalti por mano de Digne en el minuto 47, las cosas podrían haber cambiado bastante para el conjunto de Guardiola.

Sin embargo, sería Claudio Bravo, que volvía al Camp Nou meses después de su multimillonaria salida por la puerta de atrás del club blaugrana, quien acabaría marcando el duelo con un (otro) gran error en la salida del balón que tuvo que intentar corregir y le costó la expulsión. A partir de ese momento, Lionel Messi supo que sería su noche.

El argentino parece haber dejado atrás sus problemas físicos y vuelve a disfrutar del fútbol como el gran artífice de la magia en el FC Barcelona. Su nivel de juego vuelve a conjugar perfectamente con el de Suárez, Neymar e Iniesta, tanto así que Messi se olvidó de rendir pleitesía al que fue su gran valedor durante cinco años o incluso al portero que ayudó a brindar dos ligas al FC Barcelona de manera consecutiva, y atacó la yugular en cuanto tuvo la oportunidad de hacerlo.

Con dos hat-tricks en dos partidos, Messi es ya el máximo goleador de la Champions League y demuestra que los próximos meses pueden ser claves para medir las aspiraciones del FC Barcelona tanto en Liga como en Europa.

Con El Clásico a menos de un mes vista, ver el despliegue del argentino es toda una declaración de intenciones y debería poner en estado de alarma a todos los grandes del contente. Messi ha vuelto y no piensa tomar rehenes en su carrera por todos los títulos en disputa.

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