Mejor imposible

Si Luis Enrique hubiera escrito un guión al momento de lesionarse Messi, no lo hubiese podido hacer de manera tan perfecta.

Llegar al primer clásico de la temporada por delante del Real Madrid, con Neymar y Suárez en perfecta armonía, han marcado 20 goles desde la partida del genio argentino; con un Busquets fabuloso, con los actores de reparto afilados, sin encajar gol en los últimos cuatro partidos y con un nivel anímico y de juego altísimo, son realidades impagables a la hora de enfrentar el mejor partido del fútbol mundial.

BARCELONA, 08/11/2015.- Luis Suárez (i), celebra con su compañero Neymar el segundo gol de su equipo ante el Villarreal CF. EFE/Toni Albir
BARCELONA, 08/11/2015.- Luis Suárez (i), celebra con su compañero Neymar el segundo gol de su equipo ante el Villarreal CF. EFE/Toni Albir

La crisis del Real Madrid

Por el contrario en el Real Madrid todo son dudas y problemas. Benzema tiene por delante un calvario jurídico que, en caso de llegar a buen término, como mínimo le tendrá con la cabeza fuera de los menesteres futbolísticos.

Las horas bajas que vive Cristiano Ronaldo son irrefutables, se arrastra por la cancha, juega mal y además su actitud no ayuda. El divorcio con Benítez es evidente; sumado a los detalles de camaradería con Blanc y Al Khelaifi, sus ocupaciones por fuera del fútbol: amigos, marketing, lanzamientos de películas, son distracciones extra que terminan por enrarecer el ambiente.

Cristiano Ronaldo del Real Madrid contra Sevilla el domingo 8 de noviembre de 2015. (AP Foto/Angel Fernandez)
Cristiano Ronaldo del Real Madrid contra Sevilla el domingo 8 de noviembre de 2015. (AP Foto/Angel Fernandez)

Para completar las penurias blancas, jugadores referentes como Serio Ramos y James Rodríguez han hecho público su malestar con el manejo de temas sensibles que el entrenador no ha sabido canalizar. El señalamiento sistemático a los futbolistas en las ruedas de prensa y mantener por fuera del once inicialista a un jugador que como el colombiano tienen en alta consideración tanto jugadores como prensa e hinchada, no ha calado bien en los jefes del vestuario.

No hace falta que juegue Messi

Es tan bueno el momento del Barcelona y tan complicado el de su rival eterno, que la posibilidad de forzar a Messi es cada vez más distante, aunque no se puede asegurar, es prácticamente un hecho que el rosarino no estará convocado para el clásico. De hecho la semana anterior en la visita a un parque de diversiones, Messi estuvo con muletas.

No sería razonable arriesgar el futuro inmediato y a largo plazo del mejor jugador del planeta para un partido que, en el peor de los casos, dejaría a los blaugranas igualados en puntos en el liderato de la Liga con el Real Madrid.

En caso de que Messi tuviera el alta médica para la tarde del partido, lo cual es altamente improbable, sería una locura desde el punto de vista deportivo hacer jugar al argentino, no es fácil regresar a las canchas después de más de dos meses de inactividad para competir al más alto nivel. 

El momento de jugar el clásico en el Bernabéu le llega al Barcelona en estado de gracia, tiene todo a su favor, hasta la ausencia de Messi.

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