La resaca de la debacle
Han pasado 24 horas de la eliminación del Barcelona a manos de un superior Atlético de Madrid, en los cuartos de final de la Champions League, hora de sacar conclusiones y hacer autocrítica.
Simeone le pasó por encima a Luis Enrique
En mi concepto Simeone es el mejor entrenador del fútbol español y uno de los tres mejores de Europa -Guardiola y Klopp completan el pódio- ayer en la tarde escuché una frase fabulosa en la radio española que resume lo que significa el trabajo del argentino en su etapa al frente de los 'colchoneros': "El 'Cholo' Simeone es el Johan Cruyff del Atlético de Madrid".
Simeone ha logrado, con menos de la mitad del presupuesto, igualar y poner en jaque al Barcelona y el Real Madrid con un discurso fabuloso, apoyado por una capacidad de trabajo y atención al detalle incomparable.
Es imposible que el Atlético cometa un error, la única manera de superarlo es a través de la genialidad del rival o de un dispositivo táctico perfecto del entrenador contrario. Evidentemente ayer ninguno de estos dos conceptos se hizo realidad en el Calderón. Simeone le dio un repaso a Luis Enrique.
El equipo traicionó la filosofía
Nunca esperé ver a un Barcelona jugando a nada en el primer tiempo, limitándose a aguantar el balón en campo propio esperando que no llegara el gol del rival, tratando de cuidar una ventaja mínima, que para colmo desaparecería con un gol contrario.
Cuuando sales a empatar terminas perdiendo, eso le ocurrió al Barcelona; esto nunca le puede pasar al conjunto 'blaugrana', tiene demasiada calidad e historia para salir a esperar que camine el reloj.
La MSN está fundida
Después de la doble jornada eliminatoria en Sudamérica, parecería que a los tres genios del ataque los hubieran metido en una licuadora y les hubieran partido las piernas.
La gambeta, el cambio de ritmo, la fantasía, la velocidad, la pared y el gol han desaparecido. Los tres amigos que pasaban como aviones a través de las defensas rivales, apenas caminan la cancha.
Si hoy sueltas a un extraterrestre en Barcelona, después de decirle que Messi, Neymar y Suárez son el mejor ataque de la historia, y le muestras el video de los partidos la MSN desde el clásico, seguro toma la nave y se regresa a casa.
Se perdió el hambre
En el fútbol se puede perder todo, menos la actitud, el amor propio, el orgullo. Esta versión del Barcelona post clásico ha perdido el hambre. Ayer los jugadores del Atlético de Madrid le recordaron a los del Barcelona que en el fútbol además de talento hay que ponerle temperamento, intensidad, dinámica, hambre.
La curva descendente llegó en el peor momento
La gestión del grupo por parte del cuerpo técnico es fundamental cuando se juegan media docena de torneos en nueve meses.
La planificación es el secreto del éxito, sobretodo cuando la plantilla es corta. Las rotaciones y el acondicionamiento físico deben garantizar la posibilidad de que los futbolistas lleguen a mayo con fuerzas suficientes para ganar títulos.
No cabe duda que el trabajo de Luis Enrique y su cuerpo técnico en el este sentido es deficiente.
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