Se cumplen 20 años del 5-0, un recuerdo más del Clásico

Se cumplen 20 años del 5-0, un recuerdo más del Clásico

Puedo decir que soy un tipo afortunado porque conservo grandes amigos que conocí en la etapa de secundaria. Hasta la fecha nos reímos de aquella época en que nos íbamos de pinta, en que nos enamorábamos de la misma chica y hacíamos una que otra travesura creyéndonos adultos. También recordamos con agrado las cáscaras, las retas, el fútbol en sí, pero hay un tema que demana seriedad cuando las fibras sensibles se activan en americanistas y chivas que no olvidan lo acontecido hace 20 años.

 

Un Clásico más (Foto: Elizabeth Fuentes/JAM MEDIA)
Un Clásico más (Foto: Elizabeth Fuentes/JAM MEDIA)

 

Forjados e instruidos en la pasión futbolera de la vieja guardia, el Clásico es valorado por ellos como un partido de suma importancia. Justo en esta semana que habrá de vivirse un nuevo episodio entre azulcremas y rojiblancos, se cumplen 20 años de la goliza (5-0) propinada por el 'Rebaño' a las 'Águilas', goliza que tuvo lugar en agosto de 1996.

 

 

A los que sufrieron la derrota, misma que aún les duele y consideran no ha sido vengada de igual forma, les resulta extraño apreciar que generaciones actuales de americanistas desestimen el episodio como parte de la rivalidad deportiva. Algo similar ocurre con los que festejaron la victoria, que por cierto se regocijan de sus adversarios, pues al intentar transmitir la alegría hoy día, se topan con tajantes comentarios como "eso ya pasó". Y sí, ya pasó.

 

 

Más que aferrarse a la pasión que les tocó vivir, se niegan a claudicar en su intento por herederarla. Se rehúsan a admitir el paso del tiempo, en aceptar la máxima de que "las cosas han cambiado", a rechazar que son antiguos para los modernos. Así como a sus abuelos les tocó el origen de la rivalidad, así como a sus padres el punto álgido de la confrontación con broncas y la única final entre 'Águilas' y 'Chivas', a ellos el destino futbolero les puso el escandoloso 5-0 como historia que ahora es recuerdo. Ya vendrán las historias para sus hijos, para las nuevas generaciones que habrán de sentir y apasionarse con el Clásico.

 

 

El Clásico ahí sigue, no se ha movido, todo es cuestión de que se incruste en la piel de los azulcremas y rojiblancos que vienen, labor que comprende a equipos y capricho del tiempo para que suceda. A cada quien le llega su momento, su gran Clásico.

 

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