Los enemigos del Centenario americanista están en Coapa

Algo imperdonable de las derrotas para el aficionado es la ausencia de sangre en las venas. Mayor es la ofensa si se pierde contra el acérrimo rival y en tu propia cancha. Pero eso es lo de menos para dirigentes y director técnico del América, quienes han tratado con indiferencia al americanista en un año tan importante para el club de Coapa.

La humillación del 0-3 propinado por Chivas, equipo que se tomó muy en serio el Clásico demostrándolo sobre el terreno de juego con amplio control del partido de principio a fin, se resumió para Ignacio Ambriz en el ofrecimiento de una disculpa. Por si eso no bastara apeló al buen paso del América en la Copa MX para justificarse.

En contraste, luego de la caída ante el 'Rebaño', aficionados han mantenido su exigencia para que Ambriz se vaya. El divorcio entre técnico y afición ha llegado a un punto álgido, sobre todo porque las 'Águilas' fueron incapaces de demostrar dignidad frente al odiado enemigo. El enojo palpable en lo futbolístico se apreció con la forma en que Chivas ganó sin despeinarse.

Pero a Ricardo Peláez, presidente deportivo del club, tampoco parece importarle. Por el contrario, se ha encargado de defender la contratación de Ambriz a capa y espada incluso después de exhibiciones inadmisibles para un equipo con la historia del América, tal como el papelón en el Mundial de Clubes.

Peláez parece no entender que ha contribuido en fortalecer la imagen de Ambriz como enemigo del americanismo. Su terquedad por confiar en él sólo abona incremento de malestar hacia un director técnico que no ha sido capaz de darle identidad o estilo de juego a un equipo que está obligado a ello.

Duele el 0-3 para los americanistas, pero más debe doler que sean tratados con la punta del pie por Peláez y Ambriz en pleno Centenario.

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