El proceso con Chivas, un paso previo para dirigir en Europa

Al asumir el cargo de director técnico de Chivas, Matías Almeyda aceptó el reto de salvar del descenso al equipo, objetivo principal del club. Pero había que afrontar muchos conflictos más para poder construir paso a paso las herramientas que debían ayudarle a cumplir con la encomienda, una encomienda que ha librado con creces.

Almeyda se encontró con un equipo endeble, distraído y deprimido por diversos factores. En lo futbolístico, su antecesor en el banquillo, José Manuel de la Torre, se distinguió por delinear un sistema basado en prioridad defensiva sin obtención de resultados positivos. Problemas ajenos a la cancha relacionados al dueño y su expareja influyeron para que el Rebaño fuera más atendido a nivel prensa por chismes que por asuntos deportivos. ¿Y los jugadores? Golpeados en lo anímico, decaídos.

Todos esos problemas fueron remediados de forma paulatina por un Almeyda que confió en su proyecto para salvar a Chivas y, pese a dudas sobre su trabajo al principio, terminó por generar confianza en propietario, jugadores, afición y prensa, además de reconocimiento a su labor. Hoy día se habla de Chivas a nivel futbol, de un futbol que propone y da resultados, de un futbol que hace lucir a los protagonistas que son los jugadores, de un futbol que rebasó lo trivial para abordar lo esencial. Lo anterior lleva a preguntarnos qué virtudes tiene Almeyda como entrenador para equilibrar a sus equipos en lo deportivo y lo humano.

En entrevista para Yahoo Deportes, el escritor y periodista argentino Diego Borinsky, autor del libro Alma y vida, biografía autorizada de Matías Almeyda, comparte lo siguiente sobre el timonel del 'chiverío': "Una de las virtudes que noto de Almeyda es su coraje. Es de arriesgar de acuerdo a lo que cree. Va a buscar los partidos, porque cree en ganar atacando. Ese atributo, me parece, lo ha tomado sobre todo de Marcelo Bielsa. Eso, en lo futbolístico. En lo humano, se hace querer por sus jugadores. Omar Bravo no es el primer futbolista que fue a abrazarlo en el festejo de un gol. Antes lo habían hecho Leo Ponzio y Carlos Sánchez, en River, entre otros. Es decir: al ser un hombre transparente, sin doble discurso, frontal, se hace querer por sus dirigidos. Es franco, honesto y, evidentemente, tiene empatía con sus jugadores. Sabe ponerse en su lugar. Consigue esa mancomunión. Es muy difícil encontrar a algún futbolista que te hable mal de Almeyda. Y si los encuentras, son absoluta minoría".

Ahora bien, para un entrenador que ascendió en su país a River Plate y Banfield, y que en la liga mexicana conquistó ya una Copa MX, aunado al proceso que ha devuelto dignidad a Chivas, ¿qué aspectos positivos trae para Almeyda dirigir en el futbol mexicano? Borinsky matiza la importancia que tuvo arrancar su trayectoria en los banquillos con el 'Millo' para continuar en un plan ascendente.

"Su primer año como DT va a ser el más difícil de toda su carrera, no tengo dudas. No solo porque era el primero sino porque tenía la obligación de devolver a un gigante como River a la A, con toda la presión encima. Sus siguientes desafíos también lo muestran como un hombre corajudo, hecho para las paradas bravas. Chivas estaba complicado con el descenso y se la jugó igual. Sin dudas, dirigir en México le aportará aprendizaje en una cultura futbolística diferente. Sin dudas, un paso previo para dirigir en Europa", indica.

Chivas, ¿punta de lanza para el futbol europeo? No suena descabellado, mucho menos si se toma en cuenta que Almeyda recibió un equipo sin alma y lo puso a jugar futbol, un futbol que es visible consecuencia de un sistema con ideas y estilo en una liga que en tiempos recientes genera atención del balompié del viejo continente, lo que puede reflejarse con la exportación de jugadores. Y para un hombre de retos como Almeyda, Europa sería uno de los mejores.

Tiempo al tiempo.

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