Cuba, Cruz Azul y el valor de soñar

Entre finales del siglo XX e inicios del XXI, aparte de ser un histórico de talla mundial, Manchester United llamó la atención de futboleros en las regiones norte y centro del continente americano debido a uno de sus jugadores, Dwight Yorke, quien causó impacto reflejado en morbo por ser originario de Trinidad y Tobago. ¿Un trinitario en Old Trafford? Sí, fue una realidad.

La extrañeza por su procedencia, es decir de una zona donde el futbol no se aproxima ni a ser destacado, contribuyó para abrir más los ojos, por ende la mente, y comprender que hasta en los rincones menos pensados puede existir un talento por pulir. Y para eso hay que brindarle una oportunidad.

Yorke corrió con la buena fortuna de ser visto por gente de Aston Villa, club inglés que se encargó de descubrirlo, forjarlo y educarlo en varios aspectos del juego para hacer de él un futbolista con nivel de balompié europeo a través de la Premier League. Pudo llegar a Manchester United, algo que no cualquiera, si no, pregúntenle a 'Chicharito'.

Lo anterior viene al tema por la contratación de dos elementos cubanos que efectuó Cruz Azul. Maykel Reyes y Abel Martínez han hecho historia en la isla luego de ser los dos primeros futbolistas en ser transferidos al exterior tras la decisión de Raúl Castro por regresar el deporte profesional durante 2013.

Así como en la vida, el débil suele ser menospreciado y el fuerte es enaltecido. El arribo de Reyes y Martínez al futbol mexicano para enrolarse por un año en las inferiores celestes, según lo trascendido del contrato, puede derivar en mofa por parte de algunas voces que tilden al jugador cubano como inexperto y sin idea sobre la pelota.

En su historia reciente dentro de las canchas, la selección mayor de Cuba ha clasificado en dos ocasiones consecutivas a ronda de Cuartos de Final en Copa Oro, añadiéndose la clasificación de su selección Sub-20 a la Copa del Mundo de la especialidad disputada en Turquía, torneo en que fue eliminada en primera fase.

Dado el revuelo de últimos días por las declaraciones de Daniel Ludueña, ¿realmente estamos preparados para recibir extranjeros en aras de formación profesional, si es que tomamos en cuenta su origen? ¿Preocupará y ocupará en verdad a los clubes mexicanos contribuir en la formación, desarrollo y otorgamiento de oportunidades respecto a jugadores provenientes de sitios como Cuba? 

Escribe Jorge Valdano que "un equipo es un estado de ánimo", y añado que en muchas ocasiones se empieza por un jugador. Dwight Yorke una vez recibió una oportunidad, estuvo acompañado y llegó a un vestuario tan exigente como el de Manchester United para contribuir en una sana competencia. Su ejemplo influyó para que, años después, un combinado desconocido en el mapa futbolístico se instalara en la Copa del Mundo de 2006.

Pasó el tiempo y otro tipo salido de Concacaf pisó Old Trafford para recordarnos que se puede continuar con el proceso de formación dentro y fuera de su país sin ser obstáculo para los suyos y los del exterior; Javier Hernández se llama.

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