Di María no se olvida de sus raíces
Muchas veces la fama ciega. Para ser más concretos, a mucha gente le hace olvidar sus orígenes.
Nada de eso sucede con Ángel Di María, el futbolista de la selección argentina y el Real Madrid (por ahora…), quien en un gesto digno de destacar fletó un avión charter y envió a sus amigos de la infancia a Río de Janeiro para ver la final de la Copa del Mundo.
Hace pocos días atrás el padre comentaba en una nota que cuando “Fideo” era un niño le propuso: “el fútbol o la carbonería”, en clara referencia al humilde negocio con que la familia se sostenía en la ciudad de Rosario.
Bien es sabido que la elección final de Ángel ha sido la correcta. Hoy disfruta de su profesión y de los dividendos que la misma le otorga. Y como buen “hermano” se acordó de quienes lo acompañaron en los años juveniles, quienes aún siguen siendo parte de su vida.
Este domingo los amigos de Di María estarán junto a él. Alentando desde afuera, hacienda fuerza por Fideo, que juegue o no ha demostrado que nada ni nadie le hará cambiar su condición humana, su fidelidad hacia quienes siempre le han sido fieles.
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