Tom Brady se reivindica

Una semana después del inicio de la temporada 2015 del beisbol de las Grandes Ligas, los Medias Rojas de Boston tuvieron su primer partido en casa, el tradicional Fenway Park, luego de cumplir la primera semana de la campaña en gira, con partidos en Filadelfia y Nueva York.

Los Red Sox iban a recibir a los Nationals de Washington en un partido de lunes al mediodía con un sol cayendo a plomo, en medio de una ceremonia muy al estilo estadounidense, tocando las fibras patrióticas y, quiénes mejores que los Patriotas para estar en el terreno de juego para ponerle la cereza al pastel.

Al momento cúspide de la ceremonia arribaron Robert Kraft, el dueño de los Patriots, Jonathan Kraft, presidente de la franquicia, Bill Bellichik, entrenador del equipo y Tom Brady, el quarterback, cargando todos ellos los cuatro trofeos de campeones del equipo en su historia, siendo el obtenido en febrero pasado el último de ellos ante los Seahawks en el Super Bowl XLIX.

Y el encargado de realizar el ceremonial primer lanzamiento de la temporada, fue precisamente Tom Brady. ¿Quién mejor que él para lanzar algo? Pero sinceramente, tienen que ver ese pitcheo, pues no le fue nada bien… y tuvo que sufrirlo algo el Big Papi, Daid Ortiz, el receptor honorario en la ceremonia.



Pero después del error viene el acierto, suele decirse. Y Brady, fiel a su costumbre de no darse por vencido, quiso acabar el día de mejor forma en torno al beisbol.

Y, tras bambalinas, tuvo una leve práctica de bateo con el gran Pedro Martínez, una de las glorias de los Red Sox, un artífice de ese equipo campeón de 2004, cuando Boston ganó su primera Serie Mundial en 86 años.

Brady, bateando a la zurda, pese a lanzar el ovoide con la mano derecha, no lució nada mal, hasta incluso se vio algo selectivo con los lanzamientos que le tiraba el dominicano. Pero mostró tener idea de lo que es conectar la esférica con el madero.



Bueno, por lo menor regresó a casa con una sonrisa por haber impactado debidamente y dejando un poco en el olvido ese pésimo mal primer lanzamiento. Y también contento de que todavía le quedan algunos días de vacaciones, pues los campos de entrenamiento de la NFL están a la vuelta de la esquina.