Tom, el destructor de celulares

Para aquellos quienes creen en la reencarnación, es casi un hecho que lo menos que desearían ser, toda vez que reencarnen, sería en teléfono celular de Tom Brady, porque su vida sería efímera.

Bueno, eso es lo que supuestamente Tom Brady sostiene, y lo que le dijo al comisionado Roger Goodell.

Cada ocho meses, aproximadamente, Brady destruye sus celulares, eso es lo que mencionó en su audiencia de apelación, y evidentemente, ese argumento poco verosímil fue algo que irritó a Goodell, quien en lugar de reducir o revocar el castigo por cuatro juegos por el tema del Deflategate, sostuvo la pena inicial.

El argumento de peso para que Goodell no se doblegara ante la petición de Brady y sus abogados por rescindirle o reducirle el castigo fue que destruyó su teléfono celular, aunque el quarterback intentó explicar que esa es una práctica regular para él.

“Brady testificó que para él es común destruir (o darle a su asistente para que lo haga) su teléfono celular y chips cuando adquiere uno nuevo. El señor Brady también testificó que, basado en su típica costumbre, habría destruido o pedido que destruyeran su teléfono al mismo tiempo que empezó a usar uno nuevo.

De acuerdo a los registros proporcionados por el propio señor Brady, él comenzó a usar un nuevo celular, y basados en ese testimonio, eso es una práctica ordinaria, darle su celular a uno de sus asistentes para que este fuera destruido, el 6 de marzo de 2015 o por esa fecha, el día en que el señor (Ted) Wells y su equipo iban a investigar sobre las acusaciones”, parte del resumen de lo dicho en la audiencia de apelación de Brady.

Sin embargo, sí hay un problema, y Brady debería sentirse muy afortunado de que este no sea un asunto que esté tratando de resolver una corte federal, pues en efecto sí tuvo un celular que no destruyó, así que la NFL detectó y calificó como una “extraña anomalía y sin una explicación racional”, usada para tener una excusa.

El tiempo en el que todo esto se da es interesante. Brady no destruyo un celular que compró en noviembre de 2014, sino que destruyó su nuevo teléfono el 6 de marzo de 2015, lo cual significa que, si creen en lo que el quarterback dice, cada ocho meses aproximadamente se convierte en el tormento de los teléfonos móviles.

Algunos podrían ver esto como una manera inteligente de mantener la privacidad, pero nadie está creyendo eso, y todos estos argumentos hacen quedar muy mal parado a Tom Brady.

Quizás, ahora que vean a Tom Brady ya no le pedirán autógrafos o fotografías, sino le pedirán que destruya sus celulares…