Los compañeros que nadie quiere en su equipo

Formar amistades en los equipos no siempre es cosa fácil, casi en todos las franquicias se encontrarán los compañeros problemáticos, aquellos con los cuales el trato es muy complicado, difícil y se preferiría tenerlos fuera que adentro.

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En todas las ligas, en cualquier deporte, siempre existirá aquel elemento que es considerado como la ‘manzana podrida’ que con sus acciones y/o comentarios, siembran el mal ambiente dentro del vestidor.

En la NFL, a pesar de ser elementos con sueldos muy elevados y fama inusitada, también se presentan aquellos jugadores que nadie quiere a su lado.

En la liga más seguida de Estados Unidos, y que también cuenta con fanáticos en diferentes latitudes del planeta, la NFL, los casos son muy específicos, y aquí te presentamos a los que de plano nadie quiere.

Con una reputación que no los deja nada bien parados, aquí te presentamos a los elementos que por golpear a sus compañeros, decir que se tocaban mientras pensaban en las esposas de sus excolegas y otras ‘linduras’ por el estilo, perdieron sus carreras en la NFL.

11. Bill Romanowski

Era conocido por sus actitudes antideportivas, incluidas escupir en la cara de JJ Stokes, patear en el rostro a Larry Centers, entre otras cosas que llevaron a contaminar el ambiente adentro del vestidor donde jugaba. Cabe recordar cuando en un entrenamiento golpeó fuertemente a Marcus Williams con el casco, lastimándole el ojo izquierdo y varios dientes, alejándolo para siempre de los emparrillados, situación que a Romanowski le costó $340,000 USD para reparar los daños.

10. Keyshawn Johnson

Con sólo un año en la NFL, publicó un libro donde criticaba fuertemente a su entrenador de los NYJ (Rich Kotite) y a su quarterback (Neil O’Donell), de quien decía era una piltrafa. El libro bien pudo pasar a la historia como una autoadulación, porque sólo expresaba cosas que Keyshawn hacía. En una anécdota más del receptor, éste se sentía celoso de su compañero Wayne Chebret, quien era menos talentoso que él, pero más querido por sus compañeros, situación que lo llevó a salir de los Jets, recular en Tampa Bay, donde no duró mucho, ya que se peleó con John Gruden. Pocos son los jugadores que sabotean su carrera haciendo un gran trabajo.

9. Ryan Leaf

Llegaba a la NFL como un gran prospecto; su talento lo avalaba. En el año 1998 los equipos se peleaban por él o, por Peyton Manning (hoy eso suena raro, pero así fue). El gran problema de Leaf fue su arrogancia y narcisismo que superaba sus cualidades con el ovoide. Esas actitudes de sentirse superior le acarrearon el odio de todos en los San Diego Chargers. Después de tres pésimas temporadas en la NFL, se retiró y siguió con la debacle en su vida, fue arrestado por posesión de drogas en cinco ocasiones y pasó tiempo en la cárcel.

8. Terrell Owens

Dejaba su talento con los San Francisco 49ers, después pasó por los Philadelphia Eagles y hasta los Dallas Cowboys, a quienes había humillado en juegos previos cuando militaba con los de la Costa Dorada. Unas declaraciones suyas hechas a Playboy, dejó entrever que su QB para esa fecha, Jeff García, era homosexual. En Filadelfia también se despachó con comentarios contra su QB, Donovan McNabb, tras perder el Super Bowl, de quien dijo que no tenía las cualidades suficientes para triunfar. Su egocentrismo y sentirse superior a los demás, lo mandó al retiro.

7. Percy Harvin

Su carrera de malas actitudes comenzó desde la etapa colegial, donde varias veces fue castigado por su comportamiento fuera de los estándares normales y por pelearse constantemente con los oficiales por sus decisiones. Su ego crecido siempre afectó a todos los que lo rodeaban. El punto de quiebre de Harving llegó en 2014, cuando jugaba para los Seattle Seahawks, donde se quedó en la banca porque no le gustó la forma en la cual lo utilizaban los coaches. Posteriormente tuvo peleas con sus compañeros receptores: Doug Baldwin y Golden Tate. Antes de que consiguieran ganar el SB ante Denver, Harving le dejó el ojo negro a Tate en una práctica, y en el día de medios, todos los reporteros se dieron cuenta de esta acción. A pesar de conseguir su anillo de campeón, no se calmaron las ansias de Harving, y terminando cambiándolo a los NYJ.

6. Tim Tebow

Llegaba a la NFL con altas expectativas. Su forma de lanzar el ovoide generaba controversias a favor y en contra del exquarterback, hasta que su escaso talento lo hizo que saliera del mundo de los emparrillados, y ahora pruebe suerte en la pelota caliente. Sus extremas creencias en la fe le llevaron a ganarse la antipatía de sus compañeros, que no creían en él.

5. Lawrence Philips

No precisamente considerado como un gran ser humano. Cuando jugaba para los Rams del coach Dick Vermeil, fue banqueado por sus constantes problemas fuera de los emparrillados. En el trabajo que le tocaba hacer en la defensiva, nada le salía bien, y serás más recordado por el golpe que le dio a Steve Young y que lo obligara a retirarse.

4. Richie Incognito

Tal vez una de las figuras más recordadas por lo mal hecho en el mundo de las tacleadas. Su bullying extremo a su excompañero Jonathan Martin, a quien le enviaba mensajes con tintes raciales, situación que lo llevó a perderse toda la temporada de 2014.

3. Deion Sanders

También conocido como ‘Prime Time’ tuvo calidad en los equipos donde jugó. Desde su llegada a la NFL con los Atlanta Falcons, su paso por los San Francisco 49ers y por último con los Dallas Cowboys, pero siempre hay un pero que no lo pone como el mejor compañero que uno quisiera tener a su lado. Su arrogancia para estar presente en las juntas de la defensiva, su desinterés lo convertían en una horrible influencia para todos.

2. Jeff George

Era un gran prospecto de la clase del 90, pero algo malo tenía que lo llevó a recorrer 14 franquicias en la NFL , en 14 años de carrera. A pesar de contar con el talento suficiente para ser una estrella del futbol americano, sus pocas ganas de pelear, de trascender, de luchar, de apoyar, de ser líder lo alejaba de sus compañeros.

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1. Charles Haley

Es considerado como el peor de los compañeros en la NFL, a pesar de contar con cinco anillos de Super Bowl. Es recordado como un elemento que llevaba al extremo a los compañeros con los que compartió vestidor, principalmente los que él consideraba más débiles de mente. Se burlaba de ellos, aunque estuvieran en juntas de equipo; hablaba de las esposas de sus compañeros sobre cosas con tinte ofensivo; se orinaba en los coches de sus compañeros, pero esas actividades lamentables le alejaron de conservar amistades para el futuro.