La 'otra' pelea por el título del Super Bowl

El conteo llega a su fin, y este domingo 7 de febrero se desarrollará el Super Bowl 50 en el Levi’s Stadium entre los Carolina Panthers y los Denver Broncos. Cam Newton busca coronar una temporada de ensueño, mientras que Peyton Manning anhela retirarse con su segundo anillo de campeón. Dos historias que se concentran en el emparrillado y que, seguramente, dejarán las emociones en todo lo alto, pero no será la única competencia que habrá en el SB50.

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El Super Domingo se ha convertido en atractivo no sólo para los amantes del fútbol americano, lo ha sido también para aquellos que no conocen el deporte, pero que sí disfrutan plenamente con el espectáculo del medio tiempo.

Los primeros Super Bowls que se disputaron en la historia de la NFL tuvieron como entretenimiento en el medio tiempo a bandas universitarias o de escuelas preparatorias; todo muy alejado a lo que hoy se vive en el show del entretiempo.

Con el paso de los años, la liga se dio cuenta de que se podía hacer un gran negocio con ese tiempo ‘muerto’ en lo que las acciones se retomaban. En los años 80 empezaron a generarse mejores contenidos para el medio tiempo. En 1980 se llevó a cabo un homenaje a las grandes bandas a cargo del grupo juvenil Up With People, de ahí en adelante, los espectáculos mejoraron considerablemente en cuanto a producción y artistas participantes hasta convertirlo en un una atracción aparte del mismo juego.

En 1993, para el SB XXVII disputado en Pasadena, California entre los Buffalo Bills y los Dallas Cowboys (17-52), se dio un parteaguas en el show de medio tiempo, Michael Jackson rompió con todos los esquemas establecidos y dejó huella en el mundo de los emparrillados como el mejor cantante en la historia del juego por el campeonato. Apareciendo en las cuatro esquinas superiores del inmueble y de repente apareciendo en el centro del escenario, dejó a todos perplejos y elevando los ruidos de sus gargantas hasta el extremo; hasta el momento ningún otro artista lo ha podido superar, pese a los escándalos o la fama que pudieran tener los artistas al momento de su presentación.

Los clásicos y melómanos dirán que se vivió una mejor atmósfera con el exBeattle, Paul McCartney en el SB XXXIX. Evocando sus grandes glorias en el mundo musical, pocos se resistieron a sus encantos.

El rock se apoderó de la escena musical del Super Bowl XL con los Rolling Stones. Mick Jagger no se guardó nada para deleitar a los millones de fans que presenciaban el espectáculo y dándole ese toque mágico y espectacular con los acordes más poderosos que ha sentido un Super Bowl.

Después de los lamentables ataques terroristas de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York, el ambiente no estaba efusivo, pero la banda irlandesa U2 se encargó de interpretar magistralmente sus acordes para recordar a los caídos y dejar millones de lágrimas derramadas, principalmente al entonar la canción al lado de Green Day.

Por último, en el SB XLIX, polémico por esa última jugada de los Seattle Seahawks a una yarda de la zona de gol y que terminara en una intercepción que le daría el campeonato a los New England Patriots, también lo fue por la presentación de Katy Perry, especialmente con sus tiburones, pero que derrochó toda una parafernalia exquisita, deleitando a todos los presentes de inicio a fin.

Ahora, para el SB50, el dorado, como le llaman, Coldplay tendrá una ardua tarea, al lado de Beyoncé y Bruno Mars, de echarse al público a la bolsa dejándolos A Rush of Blood to the Head, porque la vida es un Paradise que se puede disfrutar en Parachutes y prenderá a todos porque Every Tear Drop is a Waterfall porque nadie se puede quedar sin Adventure of a Lifetime.

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