Jugadores de los Texans lamentan abandono de sus aficionados

Los primeros tres cuartos y medio fueron bastante patéticos para los Houston Texans. Una ofensiva sin profundidad, una defensiva porosa, los comúnes denominadores de un partido que empezó a llenarse de tedio para los asistentes al NRG Stadium la noche del domingo, realmente muy poco qué ofrecerle a los aficionados.

Y cerca del final del encuentro de la Semana 6 de la NFL, el panorama no era nada alentador para el equipo de casa, pues venían de dos derrotas en sus últimos tres encuentros y el tercer traspié en cuatro partidos estaba asomándose claramente.

Cortesía de Anthony Calhoun, de WISH-TV, así se veía el NRG Stadium en las postrimerías del partido de domingo por la noche en el NRG Stadium en el duelo de Colts y Texans.

Bien, pues el escenario era el siguiente. Los Potros de Indianapolis ganaban 23-9 con poco más de 4 minutos por jugarse en el encuentro y las posibilidades se centraban quizás en poner únicamente el marcador un poco más decoroso.

Pero llegó el primer touchdown de lo que fue una remontada apoteósica. Empezó con un pase de Brock Osweiler a Lamar Miller, de 10 yardas, quien se escabulló entre un puñado de defensivos de los Potros, para terminar festejando en el end zone y poner la pizara 23-16, pero quedaba muy poco tiempo en el reloj.

Luego, la defensa de Houston detuvo a la ofensiva de Indianapolis y tuvieron que entregar el balón, aunque con poco más de un minuto restando en el partido. Esto derivó en un pase de 26 yardas de Osweiler al ala cerrada CJ Fiedorowicz para empatar a 23-23 el encuentro y mandarlo a tiempo extra.

En el tiempo extra, las primeras dos ofensivas de ambos equipos claudicaron, por lo que ahora sólo se neceistaba de un gol de campo para ganar el duelo. Y, ante los ojos de unos cuentos en el estadio de los Texans, el milagro ocurrió.

"Para todos aquellos fans que se fueron, espero que su cena haya estado muy buena, y seguro que tuvieron que ir a casa y ver el marcador. Es lamentable, pero así es. AL final del día, nosotros jugamos por lo compañeros en el vestidor y por aquellos aficionados de verdad, así que mirar a las tribunas en el 4to cuarto y ver que teníamos posibilidades en el partido en un estadio medio vacío, me sorprendió mucho, en realidad nunca había visto algo así", le dijo el tacle nariz Vince Wilfork a la CBS de Houston.

Para rematar el tema, esto es lo que dijo el quarterback, Brock Osweiler, al término del partido: "Muchos aficionados se perdieron una gran actuación esta noche (domingo). Espero que hayan aprendido que este equipo jamás va a rendirse y dejar de pelear".

La moraleja es muy clara... hay que estar con tu equipo en las buenas y en las malas, porque es cuando más te van a necesitar. Y también para evitar estos reproches.

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