El gesto de Travis Rudolph que vale más que un campeonato

Travis Rudolph

El receptor abierto de los Seminoles, Travis Rudolph, será un jugador de impacto para la ofensiva de Florida State, los campeones en 2013 de la DIvisión I de la NCAA en el futbol americano colegial. Pero el martes, jugó todavía un rol más importante fuera del terreno de juego. ¿Qué hizo? Sólo compartió un poco de su tiempo durante el almuerzo con un muchacho en la escuela, que tiene autismo, y que normalmente come en solitario.

 

El entrenador Jimgo Fisher, de Florida State, salta al terreno junto con varios jugadores y asistentes, luego de conquistar el título frente a Auburn, el lunes 6 de enero de 2014, en Pasadena, California (AP Foto/Chris Carlson)
El entrenador Jimgo Fisher, de Florida State, salta al terreno junto con varios jugadores y asistentes, luego de conquistar el título frente a Auburn, el lunes 6 de enero de 2014, en Pasadena, California (AP Foto/Chris Carlson)

 

Rudolph estuvo en una secundaria la tarde del martes y ahí se dio cuenta de un estudiante que estaba solo, así que caminó hacia él y decidió sentarse a disfrutar de un par de rebanadas de pizza con el muchacho. En realidad no sabía el porqué estaba solo el chico, ni del impacto que ese simple acto tendría en la madre del joven.

 

 

Las palabras de Leah Paske, la madre del joven fueron largas, pero conmovedoras. Esto es lo que escribió en Facebook: "Últimammente he estado tratando de recordar mi estapa en la secundaria, si me agradaban todos mis maestros, si los recordaba, cuántos amigos tenía, si me sentaba con alguien a la hora del almuerzo y cuán crueles los niños eran. Uno de ellos me puso un apodo porque empecé a usar delineador en sexto grado. Me acuerdo que me aguanté y yo le decía algo en respuesta, un apodo tonto, pero cuando no me veía, yo lloraba. Me acuerdo que era algo aterrante y dura la secundaria. Ahora que tengo un hijo que empieza esta etapa, siento ansiedad por él y puede ser abrumador si lo permito. A veces, estoy agradecida por su autismo. Eso puede sonar algo terrible pero en algún modo creo que, y eso espero, lo blinde. Él parece no darse cuenta de esas personas mirándolo fijamente o cuando agita las manos. Parece no notar que ya no es invitado a las fiestas de cumpleaños y parece tampoco importarle comer en solitario. Es una de las preguntas que le hago todos los días: ¿te sentiste triste en algún momento del día? ¿Con quién te sentaste a comer este día? A veces la respuesta es que fue un compañero, pero la mayor parte del tiempo es nadie. Esos días me siento mal por él, pero a él parece no importarle. Es un chico muy dulce, quien siempre tiene una sonrisa o un abrazo para quien sea que conozca. Un amigo mío me envió esta hermosa fotografía este día y cuando vi los subtítulos 'Travis Rudolph está almorzando con tu hijo', le respondí '¿quién es?', me respondió 'es un jugador de futbol americano de la Universidad de Florida State', fue entonces que los ojos se me llenaron de lágrimas, que caían por mi rostro. Travis Rudolph es receptor abierto de Florida State, y otros cuantos jugadores más del equipo visitaron la escuela de mi hijo. No estoy segura de qué fue exactamente lo que hizo que este increíblemente amable joven se sentara a la mesa con mi hijo, pero estoy feliz de decir que ese gesto no será olvidado. Este es uno de los días en que no me tuve que preocupar si mi hijo comió solo o no, porque estaba sentado enfrente de un héroe en muchos sentidos. Travis Rudolph, muchas gracias, hiciste a esta mamá extremadamente feliz y aquí tienes unos fans para toda la vida".

 

 

El entrenador del equipo, Jimbo Fisher, dijo que estaba extremadamente orgulloso de Travis por su acción, así como la de sus compañeros que visitaron esa secundaria. El coach añadió que es de suma importancia, en su papel de personas públicas, de atletas, poder impactar positivamente a la comunidad y alegrarle el día a alguien.

El propio jugador se sintió halagado por el impacto de su sencillo acto y relató un poco el cómo fluyó todo: Le dije, 'oye, tengo dos rebanadas de pizza aquí, ¿me puedo sentar?', y él dijo, 'claro, por qué no'. Entonces empezamos a charlar, él es muy agradable. Me dijo que le gustaba el equipo de Florida State, y a partir de ahí, todo fue muy fácil. Me dijo que se llamaba Bo".

 

 

No sé qué opinen pero, la sencillez de Rudolph, su gesto humanitario, son cosas que necesitamos como seres humanos poner más en práctica todos los días. Sin duda, una acción puede ayudar a cambiar gradualmente el orden de las cosas.

 

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