Yahoo Noticias El corredor de los Cowboys que puede y no quiere comprarse un auto nuevo
Los Vaqueros de Dallas firmaron al corredor Alfred Morris en un contrato por dos años y 3.5 millones de dólares en este receso de temporada. Es el segundo contrato en que el acarreador de balón estampa su firma desde que fuera reclutado en la sexta ronda del Draft de la NFL en 2012.
El hecho de que haya sido tomado tan profundo en el Draft hizo una cruz para él porque es lo que no le ha permitido firmar contratos más onerosos como muchos de los jugadores que han sido reclutados en las primeras rondas. Quizá sea algo injusto.
Sin embargo, en sus primeras cuatro temporadas en la NFL, con los Washington Redskins, se embolsó 3 millones de dólares y ahora con un mínimo garantizado de 1.8 MDD, Morris ha adquirido una buena ganancia. Pero aún así, y a pesar de todo, no renuncia a su viejo Mazda modelo 626 de 1991, automóvil que le compró a un pastor por 2 dólares en su tercer año en la universidad.
"Sí, todavía tengo mi carro. Aún sigo manejando a 'Bentley', que es como le llamo a mi auto aunque no es realmente un Bentley. Siempre va a ser mi consentido y lo voy a manejar hasta que ya no funcione más", le dijo Morris al blog especializado en información de los Cowboys Five Points Blue.
Morris atrajo poderosamente la atención por su coche durante sus días como jugador de los Pieles Rojas, incluso al grado de que Mazda le enchuló la máquina como un agradecimiento a su lealtad. Pero, como era de esperarse, Alfred no iba a dejar su auto en Washington DC, lo llevó a Dallas con él, aunque no lo condujo todo el camino.
Pero no fue porque el auto no fuera a aguantar todo el trayecto, sino porque debía presentarse cuanto antes a las instalaciones de los Cowboys en Valley Ranch...
"Me lo llevaron desde Washington DC. No lo manejé porque me debía presentar aquí tan pronto como fuera posible para los trabajos de entrenamiento luego de que firmara con los Cowboys. Ya tenían más de 40 jugadores entrenando, así que llegué tan pronto como pude para involucrarme. Me trajeron el carro y ya lo estoy manejando", comentó Morris.
Muchos se preguntarán el porqué Morris sigue aferrándose a ese auto que, algunos llamarían clásico y otros chatarra. Él responde que no es un tipo que guste de ostentar, debido a que cuando creció no tenía mucho. Dice que su auto de más de 25 años de haberse fabricado le recuerda su pasado y a mantenerse enfocado, con la mentalidad correcta a pesar de tener dinero ahora.
Al menos nos quedan claras dos cosas: 1) Morris está extremadamente encariñado con su Mazada 626 de 1991 y 2) es un tipo humilde, trabajador y que no quiere perder de vista sus orígenes
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