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El ‘alto’ costo de perder una apuesta

GLENDALE, AZ - SEPTEMBER 18:  Quarterback Carson Palmer #3 of the Arizona Cardinals waves to fans as he runs off the field after defeating the Tampa Bay Buccaneers 40-7 in the NFL game at the University of Phoenix Stadium on September 18, 2016 in Glendale, Arizona.  (Photo by Christian Petersen/Getty Images)
GLENDALE, AZ - SEPTEMBER 18: Quarterback Carson Palmer #3 of the Arizona Cardinals waves to fans as he runs off the field after defeating the Tampa Bay Buccaneers 40-7 in the NFL game at the University of Phoenix Stadium on September 18, 2016 in Glendale, Arizona. (Photo by Christian Petersen/Getty Images)



Los jugadores de los Arizona Cardinals tienen un ritual que llevan a cabo previo a cada juego. En los entrenamientos, los quarterbacks lanzan ovoides a botes que colocan a cierta distancia, y en algunas ocasiones el esquinero Patrick Peterson también forma parte del juego, donde le ponen emoción a los lanzamientos con ciertas apuestas que terminan de una forma muy graciosa; aunque no tanto para el perdedor.

El jugador que resulta perdedor de esta ‘práctica’, tiene que colocarse un espantoso disfraz (cabe recordar que toda la temporada de 2015 Peterson tuvo que usar uno de duende) que es seleccionado por los demás compañeros que están inmersos en el juego. 

Desafortunadamente para Carson Palmer, QB titular de los Cardinals, la suerte no estuvo de su lado y le tocó ‘bailar’ con la más fea.

Palmer tuvo que salir a los entrenamientos de Arizona vestido con el disfraz de un hombre-bombón gigante, como el que sale en los ‘Caza Fantasmas’, siendo el encargado de llevarse todas las risas y burlas por parte de sus compañeros, rivales y aficionados en las gradas.

El alto costo de una apuesta siempre dejará a unos contentos, y a otros, no tanto. Aquí al menos Carson Palmer cumplió su promesa a cabalidad, a pesar de su orgullo.

 

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