Berry Henson, el chofer de los 3000 viajes en Uber que jugará el US Open y se codeará con las estrellas

Berry Henson se prepara para el torneo de su vida, el US Open; su carrera en el golf fue de vuelo bajo, pero ahora se codeará con los mejores
Berry Henson se prepara para el torneo de su vida, el US Open; su carrera en el golf fue de vuelo bajo, pero ahora se codeará con los mejores - Créditos: @Marcio Jose Sanchez

El US Open es un major cada vez más generoso. Este año alcanzó un nuevo récord: 10.187 golfistas intentaron clasificarse para conseguir una de las 64 plazas disponibles para el certamen que arranca este jueves en The Los Angeles Country Club, en Beverly Hills. Y entre ese ejército de aspirantes, siempre trasciende alguna historia curiosa, digna de ser contada. En este caso, la gran atracción entre los jugadores “humildes” confirmados en el field es Berry Henson, un chofer de Uber que realizó unos 3000 viajes y ostenta una calificación al volante que habla de su eficiencia y trato cordial: 4,99 puntos.

Henson, de 43 años, es un buscavidas del golf que, cuando le preguntaron hasta qué punto vivió como un trotamundos en este deporte, se encargó de enumerar la cantidad de circuitos de los que formó parte para intentar ganarse unos dólares aquí y allá. La lista de tours es sorprendente y toca casi todos los puntos del planeta: PGA Tour –solo jugó tres certámenes-, DP World Tour, Korn Ferry Tour, Challenge Tour, Asian Tour, Japan Tour, Korean Tour, Sunshine Tour, Canadian Tour, Hooters Tour, eGolf Tour, Golden State Tour, Pepsi Tour, National Pro Tour y algunos más que seguramente ya olvidó. “A lo largo de dos décadas, creo que la única gira en la que no estuve fue la del PGA Tour Latinoamérica”, comenta.

Henson comenzó a conducir para Uber en 2016, cuando estuvo temporalmente fuera de las canchas por una lesión en una muñeca. En busca de algo que ocupara su mente inquieta, además de necesitar alquilar un automóvil, el transporte de pasajeros en el área de Palm Springs le ofrecía una solución conveniente para ambos problemas. “Muchos de mis pasajeros de Uber, cuando se enteran de lo que hago, terminan siguiéndome en las redes sociales; al principio no pueden creerlo. Me han enviado un montón de mensajes esta semana como: ‘¡Oh, Dios mío, eras nuestro conductor de Uber!’ Creo que podría tener algunos de ellos apoyándome durante este US Open, nunca se sabe”, cuenta este jugador nacido en Thousand Oaks, California, que usó el dinero ganado en viajes para pagar los costos de su automóvil y los gastos de comida, además de recaudar dinero para una organización benéfica en Tailandia, donde ahora vive buena parte del año.

Asistió a la escuela secundaria en Palm Desert, luego cursó en la Universidad en San Diego y ahora reside un puñado de meses en Rancho Mirage, siempre en el área de California. No se crió en una familia adinerada y su camino en el golf como jugador promedio estuvo condicionado por las necesidades económicas: dependió de un trabajo en el campo Marriott Shadow Ridge, en Palm Desert, y el apoyo financiero de algún sponsor para obtener la tarjeta del PGA Tour a través de la Q School. Pero el saldo fue totalmente negativo en busca de ese objetivo: lo intentó siete veces y falló las siete.

En 2011, cuando Henson ya había fracasado en la escuela clasificatoria por séptima vez, se sentía acorralado. Le quedaba su último patrocinador y solo tenía 5000 dólares en su cuenta bancaria, cuando recibió la inquietud de su sponsor. “¿Deberíamos ir a Asia?”, le preguntó Marshall McComb a Henson, que ahora reside en la ciudad tailandesa de Prachaubkirikhan, donde hace base para jugar en el circuito asiático unos nueve meses al año. “Era hundirse o nadar”, plantea hoy el golfista... que se decidió a nadar y terminó saliendo a flote.

Un mes después de aquel punto de quiebre, donde debía decidir el destino de su vida, le llegó la inspiración: ganó de punta a punta y por siete golpes en un torneo en Malasia. A las dos semanas se adjudicó el Abierto de Filipinas, en las afueras de Manila. Desde entonces logró otras 28 ubicaciones en el top 10 en todo el mundo, incluidos tres segundos puestos y tres terceros, hasta alcanzar el 296° puesto del ranking mundial, su mejor colocación. Hoy debuta en su primer major en el 444° lugar de ese listado, después de haber superado la clasificación final de 36 hoyos en Summit, Nueva Jersey, la semana pasada. “Mucha gente me decía que no podría hacerlo, que no era lo suficientemente bueno. Esas palabras me dieron fuego en mi vientre y provocó que trabajara más duro. Todos los que me conocen saben que he hecho todo lo posible para convertirme en un golfista profesional y ganar dinero haciendo esto”.

 Berry Henson, durante un torneo en Nueva Zelanda, correspondiente al tour asiático
Berry Henson, durante un torneo en Nueva Zelanda, correspondiente al tour asiático - Créditos: @Kai Schwoerer

Varias personas que supieron desde el vamos de su pasión, hoy observan esta realidad con la certeza de que el sueño era posible, sin visos de locura. “Él no era el mejor de los muchachos que teníamos, pero simplemente amaba este juego. Y en el golf, solo hay que seguir empujando hacia adelante. No llegas a la cima a los 21 o 22 años. ¿Si me sorprende que haya entrado en el US Open? Tal vez un poco. Pero él amaba el deporte, así que... ¿por qué no podría?”, describió Geoff Leibl, uno de sus entrenadores a principios de la década de 2000.

“Siento que estoy comenzando mi viaje”, describe Henson, profesional desde 2003, que con el sentido de esa frase se lo puede imaginar en su doble papel de golfista y remisero. “No sé, suena raro, a los 43 comenzando mi viaje, pero la realidad es que nunca me he rendido. Siempre he tratado de mejorar un 1%; ése fue mi lema. Ese es el sendero en el que estoy ahora y sucedió un poco más tarde, nada más”. En los últimos días habló de dar paseos en Los Ángeles entre las vueltas del US Open... hasta que se enteró de que todos los clasificados pueden usar un automóvil de cortesía Lexus durante la semana.

La práctica de Berry Henson en The Los Angeles Country Club, antes de su gran debut en majors
La práctica de Berry Henson en The Los Angeles Country Club, antes de su gran debut en majors - Créditos: @SEAN M. HAFFEY

Henson ya escribió un capítulo especial en su semana de cuento de hadas, después de haber jugador vueltas de práctica con Phil Mickelson el fin de semana pasado. El séxtuple ganador de majors aceptó la oferta de Henson después de que éste lo contactara, ya que el zurdo de San Diego lo había felicitado por clasificarse al US Open a través de Twitter. “Fue increíble... No puedo agradecerle lo suficiente por haber jugado conmigo y darme todos los consejos. No podría haber sido más complaciente conmigo y con mi equipo al prepararme para mi primer major. Phil quiere que me vaya bien y yo quiero que le vaya bien”, se entusiamó Henson.

Bautizado “The Hensonator”, un apodo de su alter ego cómico que le puso un entrenador universitario, el hombre de 43 años sabe que muchos de sus amigos y familiares, “The Hensonator Nation”, lo animarán desde detrás de las sogas en el campo de Los Ángeles. Sin embargo, una ausencia lo golpeará duro: su madre murió en marzo después de una batalla contra la demencia. Aunque su padrastro estaba junto a ella, Henson se encontraba en Tailandia cuando recibió la noticia y no tuvo margen para volver. “Solo sé que ella está aquí esta semana. Lo sé, puedo sentirlo, es una semana especial y no puedo esperar para caminar por ese green el domingo”, se emociona el californiano.

Su última victoria fue hace casi una década, pero en febrero pasado alcanzó su mayor premio (US$ 173.000) al terminar segundo en la Serie Internacional de Omán. “Siento con si estuviera liderando un torneo de golf todos los días. Nuevas emociones, nuevos sentimientos, pero creo que lo estoy superando bastante bien”, palpita este aventurero del golf antes de su gran debut en el US Open.