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Ben Stiller y la imperdible noche en la que jugó con Juan Martín del Potro, Rafael Nadal y una nena de ocho años

Risas aseguradas: Ben Stiller y una anécdota de película con Del Potro y una chiquita de ocho años en el Madison Square Garden
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Pasaron casi nueve años. Fue durante una celebración por el Día Internacional del Tenis disputada en el mítico Madison Square Garden, con Rafael Nadal y Juan Martín del Potro como protagonistas del encuentro estelar. A ellos se sumarían una nena de ocho años, que se convirtió en la revelación de esa noche, y el actor Ben Stiller, que recordó lo sucedido entonces y generó varias carcajadas en el show estelar del popular animador Jimmy Fallon en la cadena NBC.

Stiller, un magnífico comediante, contó: “Estaban jugando Nadal y otro jugador increíble, de la Argentina, Del Potro. Y en la mitad del partido, Nadal frena y dice: ‘Esperen, ¿hacemos un dobles’? Y me mira, y dice, ‘vení, Ben Stiller’, y se acerca y me saca del asiento, lo que era un sueño hecho realidad, entrar en el Madison Square Garden, con toda la gente coreando mi nombre, y al mismo tiempo era una pesadilla, porque me di cuenta de que, la verdad, no sé jugar al tenis”.

El actor continuó su risueño relato ante millones de espectadores: “Estaba encima con ropa de calle, cuando irónicamente siempre estoy con zapatillas de tenis, y esa noche fui con botas de cuero. Así que entré en la cancha, y entonces Del Potro dice: ‘Esperen un minuto, yo también necesito una pareja’, y llama del público a una chiquita de ocho años. La nena más adorable que podía encontrar. Yo me moría por dentro, porque sabía que no había forma de salir bien parado de eso. Si le tiraba un winner a la niña, todos me iban a odiar. Y tampoco tengo la técnica para sostener un peloteo, así que era a todo o nada”.

“Entonces Nadal sacó, la nena devolvió perfecto sobre la red, el público celebraba, la pelota se me vino encima y pum, la mandé a la red. Enseguida, todo el Madison hace ‘ooohhhh’. Jugamos cuatro puntos más, y cada vez que la niña jugaba, la alentaban en todo momento, y yo la tiré a la red cuatro veces. Entonces Del Potro puso a la chiquita sobre sus hombros, y la ovacionaron cuando se fue. Y yo no podía mirar a Nadal, ni a mi esposa, ni a nadie”, recordó Stiller.

Y finalizó: “Lo bueno de todo esto es que decidí convertirme en el mejor tenista del mundo. Algún día lo seré. Empecé a tomar clases hace unos seis años, así que estoy listo por si me ocurre de nuevo, y estar ya preparado por si alguien me elige entre el público para jugar al tenis, lo que probablemente no ocurra nunca más. Y con respecto a la nena, quiero la revancha. Creo que ella era una doble, que tenía más habilidades de lo que parecía. Así que ahora estoy listo. ¿Y qué estará haciendo ella ahora? Bueno, probablemente esté en el circuito profesional”.

La niña que se adueñó de la exhibición

¿Qué más pasó esa noche del 4 de marzo de 2013? Delpo y Rafa se permitieron regalar algunas pinceladas para el deleite de los miles de espectadores que se dieron cita en el coloso neoyorquino. Aunque ganarle a Nadal siempre es motivo de satisfacción, el 7-6 y 6-4 a favor del argentino fue prácticamente anecdótico. Las otras protagonistas fueron la estadounidense Serena Williams y la bielorrusa Victoria Azarenka, entonces número uno y dos del mundo, respectivamente, y los cuatro tenistas fueron presentados uno por uno y salieron de cada uno de los pulmones del estadio atravesando una pasarela en la que recibieron el cariño de los simpatizantes ubicados en sus respectivos asientos.

Tanto Del Potro como Nadal llegaban con algunas dudas en cuanto a la cuestión física. El argentino reconocía que había sentido nuevos “pequeños dolores” en la muñeca izquierda que debió operarse tres veces. Rafa, en tanto, aún por momentos tenía ciertas molestias en su rodilla izquierda, que lo dejó fuera de las cancha por ocho meses. Pero, aparentemente, esos dolores no aparecieron en la noche neoyorquina. En lo estrictamente tenístico ambos mostraron una gran dinámica y estuvieron sólidos con sus golpes. No hubo grandes diferencias entre uno y otro. Pero Delpo fue el que más sólido y eficaz estuvo para cerrar en los momentos más importantes.

Hasta que llegó el momento de distensión, con la anécdota que contó Stiller. Cuando promediaba el segunda set, Nadal invitó a jugar unos puntos al famoso actor; del otro lado, Del Potro eligió a una pequeña niña que recibió la ovación de todo el estadio y un sentido abrazo de Delpo, quien luego le obsequió su vincha. El manacorí, por su parte, le regaló su raqueta a Stiller. Varios años después, el comediante trajo entre risas el recuerdo de una noche singular en la Gran Manzana.