Belén Casetta, en Tokio 2020: no superó la clasificación en los 3000 metros con obstáculos

TOKIO.- “Con tal de no contagiar, me quedo”. Varada en San Pablo, Belén Casetta reconocía en marzo del año pasado su preocupación por un virus del que poco detalles se tenían. Con miras a Tokio 2020, la atleta marplatense había viajado a Kenia en febrero. Una puesta a punto con la valija llena de sueños olímpicos que se truncó cuando la pandemia ya era una realidad y los Juegos empezaban a ponerse en duda. La ruta era: Kenia -clave por la altura sobre el nivel del mar y el clima-, Tenerife (participaba del Iberoamericano), Europa, Kenia -otra vez- y Tokio. Pero la planificación quedó en la nada, volvió a Brasil, quedó varada y recién pudo regresar unos días después. Este domingo, aquel objetivo de hace un año y medio tuvo finalmente su presentación: Casetta terminó 12° en su serie de clasificación de los 3000 metros con obstáculos, con un tiempo de 9m52s89/100. Una marca 27 segundos más lenta que su récord personal (9m25s99/100, en Londres 2017) y a siete segundos de su marca anual (9m45s79/100, en el último Sudamericano de Guayaquil).

Siempre en el último pelotón, logró tener su mejor rendimiento en los primeros tres minutos de carrera, superando a la ucraniana Nataliya Strebkova en esos primeros 1000 metros. Pero no pudo sostener el ritmo ya de cara a a los 2000 y desde ese momento se mantuvo en la 12° ubicación. “Se me acalambró el gemelo derecho. Me dije: ´Ya está, lo voy a terminar´. Me pasó cuando me desprendí del pelotón. Son cosas que pasan en las carreras. Habíamos hecho descargas...Es bronca, nomás”, reveló en la posterior atención a la prensa. Una molestia que explica mucho de su andar y de su lamento. Casetta se fue masticando bronca, evidentemente molesta por cómo le respondió el físico en un momento clave.

Su serie fue dominada por Winfred Yavi (keniata que representa a Bahréin), con un tiempo de 9m10s80/100, mientras que la ugandesa Peruth Chemutai y la estadounidense Emma Coburn fueron las otras dos clasificadas a la final de los 3000 metros con obstáculos. Para poner en contexto: a Casetta no le hubiese alcanzado ni su mejor marca para meterse en la final olímpica. Los 9m25s99 del estadio Olímpico de Londres ya están por cumplir cuatro años, y nunca volvió a estar cerca de esos números desde entonces. Estuvo por encima de los 10 minutos en 2018, marcó 9m40s en 2019 (en Bélgica), y cruzó la barrera de los 11 minutos en diciembre del año pasado (San Pablo). En aquella aventura por el Mundial de Londres fue la atleta que generó más impacto de toda la delegación argentina, ya que no solo llamó la atención por su tiempo (quebró el récord sudamericano dos veces, tanto en la serie como en la final) sino que también logró competir contra rivales de otra dimensión. En Tokio, Casetta es la única atleta de pista de todo el equipo nacional. Por lo que con su adiós se cerró la participación albiceleste en el estadio Olímpico.