“Llegó bastante rápido”: Barto Castagnola, el polista que a los 20 años ganó lo que otros no logran ni en una vida

The Ayrshire Cup es el primer trofeo de Triple Corona que pasa por los manos de Bartolomé Castagnola (h.); a sus 20 años, el número 3 de La Natividad ha ganado la Copa de la Reina y la de Oro de Inglaterra, la República Argentina, el Abierto de Jockey y mucho más.
Sergio Llamera

Bartolomé Castagnola (h.) ya no tiene el hábito de levantarse al mediodía. El adolescente va dejando paso al polista profesional, pero empezar el día este domingo le costó. Lógico, si se fue a dormir a las seis y media, ya plena mañana. Estuvo en un boliche, algo normal a sus 20 años. Pero por una causa especial: allí se festejó la conquista de La Natividad en el Abierto de Hurlingham. Y vaya conquista, la primera de un torneo de Triple Corona para el club, gracias a un impensable 14-8 sobre RS Murus Sanctus.

Barto fue a la costanera porteña en auto, pero tantos allegados querían compartir la felicidad, que alquilaron tres furgonetas, y otra gente llegó por las suyas. La Natividad copó el boliche. Como antes había copado La Parrilla, ese lugar de la ruta 205 donde siempre se cena cuando hay algún triunfo grande de un equipo de Cañuelas por celebrar. Más temprano, el mayor de los chicos Castagnola había posado para LA NACION con The Ayrshire Cup en Hurlingham Club, para lo cual había sido difícil despegarlo de tantos pedidos de fotos y entrevistas en el podio. Y más atrás, había pasado una víspera fea: en el seno del equipo creían que Camilo, su hermano menor, se había fracturado y no estaría para la final.

Entre esa angustia y la alegría del boliche con amigos, sesenta horas de fuertes sensaciones vivió Barto, un número 3 a la antigua en organización del juego pero a la moderna en velocidad. Un jugador que a su corta edad ya tiene muchos trofeos grandes en el currículum: Copa de la Reina y Copa de Oro de Inglaterra, Copa República Argentina, Argentino Abierto Juvenil, Copa Santa Paula, Abierto de Jockey Club, Copa Coronación, Abierto de Francia, Metropolitano de Alto Handicap, Abierto de San Jorge y ésta, la de Hurlingham, “un sueño”. Su primera en la serie Tortugas-Hurlingham-Palermo, la más prestigiosa del planeta. Hay polistas de alto nivel que jamás consiguen en sus carreras algunos de esos lauros, ni mucho menos tantos importantes juntos. “Estoy como... No caigo todavía. Fue una cosa de locos. Ganar este torneo con mi hermano, con amigos, con mi viejo afuera. Tremendo”, comentó a LA NACION, con giros en el habla tan parecidos a los de ese “viejo” que uno puede dudar de si el que contesta es Barto o el mismísimo Lolo Castagnola.

Felices de la vida: Camilo Castagnola, Polito Pieres, Lolo y Barto Castagnola e Ignatius Du Plessis, empapados en el podio del Abierto de Hurlingham.
Sergio Llamera


Felices de la vida: Camilo Castagnola, Polito Pieres, Lolo y Barto Castagnola e Ignatius Du Plessis, empapados en el podio del Abierto de Hurlingham. (Sergio Llamera/)

–¿Qué pensaste cuando parecía que Camilo no iba a jugar?

–Fue un momento de m... Era jueves a la noche y parecía que se había quebrado una muñeca. No podíamos creerlo, estábamos todos amargados. Polito [Pieres] se había ido 10 minutos antes. No lo llamamos para que no se amargara. Al otro día se lo contamos, pero ya sabíamos que no estaba quebrado, por lo menos. El viernes a la mañana Jeta no pudo jugar la práctica, y recién a la tarde, tarde, taqueó, tranquilo. De eso a jugar una final, era bravísimo.

–Y cómo jugó...

–La rompió. Impresionante. Se la bancó con un poco de dolor, pero con la adrenalina y lo que genera el partido se va todo tipo de dolor.

Camilo "Jeta" Castagnola, de 18 años, se abraza con Barto, de 20; los hermanos son un dúo de ataque muchas veces incontenible.
Sergio Llamera


Camilo "Jeta" Castagnola, de 18 años, se abraza con Barto, de 20; los hermanos son un dúo de ataque muchas veces incontenible. (Sergio Llamera/)

–¿Cuánto habías anhelado levantar una copa de éstas?

–Era nuestro sueño ganar un torneo de Triple Corona. Obviamente queremos Palermo, pero sabemos lo difícil que es ganar Hurlingham, lo que es el torneo... Es una cosa de locos.

–¿Cómo lo comparás con la Copa de la Reina y la de Oro de Inglaterra, que ya conseguiste?

–Capaz que pongo la Copa de Oro y la de la Reina medio a la par de esto... Capaz que esto es más difícil... Bah, no sé; es todo difícil. Pero son tres torneos impresionantes y tengo la suerte de haberlos ganado. En el año en que debutamos en el alto handicap en Inglaterra [2019] ganamos la Copa de Oro, y éramos bastante más chicos. También cuando nos clasificamos para Palermo tuvimos una linda sensación.

–¿Queda más atrás la Copa República Argentina, lograda en 2016?

–Y... No. También. Éramos muy chicos. Ésos y la clasificación para Palermo fueron los cinco torneos más importantes que gané en mi vida. La República no es tan grande como lo otro, pero para nosotros fue muy importante: la ganamos con mi viejo.

–¿Por qué ganaron la final de Hurlingham por esa diferencia?

–Tratamos de tener mucha actitud en todos los chukkers y de pegarle a la pelota. No podíamos tener errores contra este equipo, entonces jugamos lo más concentrados posible. La caballada anduvo muy bien... Lo disfrutamos mucho. Todo el partido. Queríamos no mirar el resultado, sino pensar que íbamos 0 a 0 y seguir atacando, sin ponernos a defender, que es cuando el otro por ahí hace un par de goles.

–¿Cómo te describís como polista?

–¡Qué pregunta! Qué sé yo... No sé. Queda mal si lo digo yo... Seguramente tengo mil defectos. Me mataste.

–¿De quién recibiste la felicitación más inesperada?

–La felicitación más inesperada... No sé. ¡Estás bravo con las preguntas! Me felicitó mucha gente, y siguen entrando mensajes. Pelón [Stirling], Adolfito [Cambiaso], Magoo Laprida... Rubino Bensadón, que es amigo. Todavía no vi todos los mensajes.

Adolfo Cambiaso es uno de los que felicitaron a Barto Castagnola por su éxito en Hurlingham; el sobrino había eliminado al tío en la definición de su grupo.
Sergio Llamera


Adolfo Cambiaso es uno de los que felicitaron a Barto Castagnola por su éxito en Hurlingham; el sobrino había eliminado al tío en la definición de su grupo. (Sergio Llamera/)

–¿Por qué se dejó de jugar poco antes del último campanazo?

–¡Porque veníamos bien! Ganando por bastante, faltando 20 segundos, casi ni podíamos jugar... Imaginá: primer Abierto, no podíamos creerlo. Los ocho nos saludamos y empezó el festejo.

–En 2020, el primer año con Polito Pieres, no consiguieron los resultados esperados. Al empezar perdiendo en Tortugas 2021 contra La Ensenada, que tenía menos handicap, ¿llegaste a dudar del proyecto?

–No, no. Por eso seguimos. Fue clave llevarnos muy bien los cuatro, y papá con Nachi [Du Plessis] y con Polito... Trajimos un montón de caballos. Y te digo la verdad: Tortugas no nos preocupó nada. Yo había guardado seis caballos; Polito, siete; Jeta, como cinco... Habíamos jugado una sola práctica de equipo y La Ensenada había ganado el Jockey (yo jugué con ellos; después entró Jero Del Carril). Tortugas no nos preocupó nada. Queríamos encarar bien Hurlingham y apuntábamos más a Palermo.

Lolo Castagnola y su primogénito tienen similitudes y diferencias como polistas; su parecido al hablar es impactante.
Sergio Llamera


Lolo Castagnola y su primogénito tienen similitudes y diferencias como polistas; su parecido al hablar es impactante. (Sergio Llamera/)

–¿Cómo recibís lo que generan en el público?

–Es lindo, porque la gente motiva. Es divertido, está muy bueno. Y el año pasado no lo tuvimos.

–Ahora va a volver a haber público en Palermo.

–Me gusta. Palermo vacío es medio aburrido. Bah, no aburrido, pero es como otra cosa, parece otra cancha.

–¿Qué es Polito para ustedes?

–Polito Pieres es un grande, un crack. Vino el año pasado, anduvimos más o menos, y nos bancó. Puso mucha caballada... Iba a comprar un campo e invirtió todo en caballos. Lo que hizo el flaco... Lo hacen poquitos, creo yo. Para nosotros es un mostro.

Barto Castagnola y su hermano Camilo (derecha) en 2016, con su entonces admirado y hoy compañero y capitán Polito Pieres, y su amigo Rufino Bensadón, que será rival el próximo sábado en el Argentino Abierto, cuando La Natividad se estrene ante Chapaleufú.
Barto Castagnola y su hermano Camilo (derecha) en 2016, con su entonces admirado y hoy compañero y capitán Polito Pieres, y su amigo Rufino Bensadón, que será rival el próximo sábado en el Argentino Abierto, cuando La Natividad se estrene ante Chapaleufú.


Barto Castagnola y su hermano Camilo (derecha) en 2016, con su entonces admirado y hoy compañero y capitán Polito Pieres, y su amigo Rufino Bensadón, que será rival el próximo sábado en el Argentino Abierto, cuando La Natividad se estrene ante Chapaleufú.

–¿Qué cambió con él viviendo ahora en Cañuelas?

–La confianza que nos tenemos entre los cuatro. El primer año no teníamos la confianza como pegarnos una p... bien, que a veces sirve. Ahora, estando todos los días juntos, tenemos mucha confianza y nos decimos las cosas. Está bueno para el equipo.

–Hablando de mudanzas: ¿cómo es vivir solo a los 20 años?

–Está bueno. Vivo con un amigo, Salvador Cataldi. Y Manuel Socas, hijo de Marcial, es medio primo y se queda mucho. O sea que no estoy tan solo. Y a dos minutos de La Natividad, así que estoy más acá que en casa. Hay días en que vengo a la mañana a La Natividad y hasta las 10 de la noche no me voy. Al mediodía voy a casa, un rato a la pileta. Pero poco.

–¿Y qué es Nachi Du Plessis para ustedes?

–Un crack, también. Empezó todo medio por él. Habíamos jugado la Copa Cámara y un día vino y dijo quería jugar con nosotros la clasificación para Palermo. Encaramos y dos años después ganamos Hurlingham. ¡Tremendo! Bastante rápido llegó.

–¿Hablaron de equipo sólo para este año o hay un compromiso a más largo plazo?

–No hablamos, pero ojalá sigamos. Está divertido este equipo. Y más ahora que ganamos. Eso da un empujoncito, ¿viste?

Un empujoncito a La Natividad y un sacudón al resto. Definitivamente hay un cuarto equipo que se sienta a la mesa chica de la discusión grande en el polo. La que ya reunía a La Dolfina, Ellerstina y Murus Sanctus tiene un nuevo comensal, con la misma hambre y muchos hinchas. Todo es intenso para Barto Castagnola, que a los 20 años vive como un adolescente-adulto, pero en la cancha juega, y ya logró tanto, como un tipo diez años más grande.

Barto Castagnola es un 3 a la antigua por su estilo cerebral pero a la moderna por su velocidad de juego.
Sergio Llamera


Barto Castagnola es un 3 a la antigua por su estilo cerebral pero a la moderna por su velocidad de juego. (Sergio Llamera/)

Un Abierto de Palermo con “seis” favoritos

El próximo viernes se pondrá en marcha el Campeonato Argentino Abierto, la competencia de polo más grande del mundo, con La Dolfina vs. Alegría II a las 14 y La Ensenada vs. La Irenita a las 16.30, por la zona A. La Natividad debutará el sábado, contra Chapaleufú a las 16.30, después de que La Dolfina-Brava y Alegría abran el grupo B, a las 14.

–¿Cuántos favoritos hay para el Abierto de Palermo?

–Te diría que hay seis equipos. Y los otros son muy buenos pero están un escalón más abajo. Después, hay que ver cómo está cada uno cada día, pero creo que cualquiera puede ganarle a cualquiera. Se vio ya en la temporada: nosotros les ganamos a La Dolfina y Murus Sanctus, La Ensenada nos ganó a nosotros, La Dolfina-Brava le ganó a Ellerstina, Ellerstina le ganó a La Dolfina... Fueron mezclados los resultados. Creo que entre esos seis equipos va a estar muy divertido.

–¿Cómo va a ser esta semana para La Natividad? La semana de un campeón de Hurlingham que se prepara para el Argentino Abierto.

–Ni idea, porque es nuestra primera vez. Dicen que es brava, porque cuando uno gana, está medio en otra. Pero hay que encararlo con todo, porque perder un partido en Palermo es ya estar medio complicado. Empezamos contra Chapaleufú el sábado. Buenísimo equipo ése. Ganó la clasificación y tiene jugadores jóvenes que están con ganas, así que vamos a tener que encararlo bien.

–Y tendrás amigos enfrente: Rufino Bensadón y Felipe Dabas.

–Sí, los dos. Con los cuatro jugadores nos llevamos bien.

–¿Alguna cargada previa, alguna apuesta va a haber?

–Vamos a ver. Algún asadito, capaz.

Barto no es extrovertido, pero por la alegría que tenía él mismo propuso esta pose para la foto, un rato luego de conquistar Hurlingham.
Sergio Llamera


Barto no es extrovertido, pero por la alegría que tenía él mismo propuso esta pose para la foto, un rato luego de conquistar Hurlingham. (Sergio Llamera/)