“Barriletas Cósmicas”: la epopeya de las 16 argentinas sin camisetas ni botines que les ganaron a Inglaterra en un Mundial y en el estadio Azteca... antes que Maradona

Una escena del inolvidable Argentina-Inglaterra en el Mundial Femenino México 1971
Una escena del inolvidable Argentina-Inglaterra en el Mundial Femenino México 1971

-Yo quiero saber una cosa. ¿Por qué antes los hombres se creían lo máximo?

Lola levanta la mano para preguntar y lanza el cuestionamiento. Tiene 8 años, está aprendiendo a jugar al fútbol en la escuelita Las Fulbitas, en Caballito, y quiere que Betty García, la ídola que nadie conocía, le conteste. Betty, que se llama Gloria Argentina, pero odia la combinación de sus nombres, le cuenta entonces la historia que protagonizó con sus compañeras: la de aquella selección argentina que jugó un Mundial en 1971 y que, justo hace medio siglo, le ganó 4 a 1 a Inglaterra convirtiéndose en el primer equipo nacional que venció a ese rival en una Copa del Mundo. Lo lograron en México y en el estadio Azteca -vaya coincidencias históricas-, pero hasta hace muy poco tiempo sólo esas jugadoras parecían saberlo. Las nenas escuchan sorprendidas hasta que Elena hace un comentario y despierta las risas de las madres y profesoras que acompañan la actividad:

-Ah, pero entonces si jugaste un Mundial sos millonaria…

Cincuenta años pasaron de una epopeya que estaba en la cueva de los sueños olvidados y que se convirtió en un día de fiesta: después de que el 21 de agosto fuera declarado en 2019 como el Día de las Futbolistas a través de una ley que se aprobó en la Legislatura porteña -después se sancionó también a nivel nacional- las mujeres y diversidades festejan en todos los puntos del mapa. Celebran a sus propias Barriletas Cósmicas.

Reencuentro de Las Pioneras, las jugadores que hicieron historia en el mundial de México 1971
Mauro Alfieri


Reencuentro de Las Pioneras, las jugadores que hicieron historia en el mundial de México 1971 (Mauro Alfieri/)

El año pasado, este mismo día, los teléfonos de Betty García no pararon de sonar en su departamento en Villa Crespo. La número 9 de aquella selección participó en varios zooms y no paró de atender periodistas por el celular y por el fijo. Elba Selva, número 10 y autora de los cuatros goles en aquel partido, vivió lo mismo en General Rodríguez: por momentos, incluso, abandonó el celular.

Un sueño cumplido... antes que Maradona

En el estadio Azteca, el sueño arrancó en esos pies. La Copa del Mundo se disputaba por segunda vez. Una empresa de bebidas alcohólicas había organizado el torneo en Italia en 1970 y México fue la sede un año después. El fútbol femenino en Argentina estaba en crecimiento: las entidades deportivas no lo organizaban, pero las jugadoras armaban equipos y torneos; y había empresarios y representantes que organizaban giras y exhibiciones por todo el país. De uno de sus grupos salió el combinado de 16 jugadoras que recaló en Ciudad de México sin camiseta, sin botines y sin entrenador. Allá las ayudarían con todo eso. El histórico duelo ante las inglesas ocurrió después del debut ante México, en el Azteca y con 90 mil personas en las tribunas. En ese primer partido ante las locales Argentina perdió 3 a 1.

La recuperación de esta historia arranca a fines de los ‘80. Lucila Sandoval, ex arquera de Independiente y otros equipos, había ido a hacer su ficha a la Asociación Argentina de Fútbol Femenino, una entidad que organizaba los campeonatos por entonces. Allí vio una imagen en blanco y negro que le llamó la atención. Era un equipo de fútbol de mujeres y era la primera vez en su vida que veía a futbolistas del pasado. Guardó la duda más de dos décadas y una vez retirada empezó a buscar a aquellas mujeres que habían jugado un Mundial cuando ella era bebé.

Mundial Mexico 1971
Mauro Alfieri


Las jugadoras argentinas, formadas antes de un partido del Mundial (Mauro Alfieri/)

“Nunca voy a terminar de explicar lo que sentí en el cuerpo cuando vi aquella foto. Fue una mezcla de emoción, de incertidumbre. Todo empezó con mis ganas de querer conocerlas y de querer contagiar al resto. Por suerte hoy son reconocidas y son amadas”, dice Sandoval, que creó el grupo Pioneras del fútbol femenino.

Sandoval fue armando entonces el poster. Encontró a Betty García, Elba Selva, la arquera Marta Soler, Teresa Suárez, Eva Lembesis, Blanca Brucoli, la capitana Angélica Cardozo, Virginia Andrada, María Fiorelli y María Esther Ponce. Zulma Gómez, Zunilda Troncoso, Virginia Cattaneo, Ofelia Feito, Susana Lopreito y María Cáceres habían fallecido.

Aquel 21 de agosto hacía calor en el Azteca. Betty García, la 9, recuerda que cuando vio la altura de las inglesas pensó: “¡Dios mío, son gigantes!”. A los 5 minutos de partido le gritó a Elba Selva, la 10, para cambiar la estrategia. Argentina jugó el torneo con un ofensivo 4-2-4. García y Selva intercambiaron posiciones. Argentina había perdido contra México y necesitaba ganar para seguir con vida. El cambio táctico de las delanteras llevó a que Argentina diera el golpe ante Inglaterra. Quince años más tarde los medios de comunicación registrarán a un equipo liderado por Diego Maradona, pero las primeras fueron ellas.

La primera selección femenina argentina en el Mundial de México 1971
Archivo


La primera selección femenina argentina, que viajóal Mundial de México 1971 (Archivo/)

El primer gol llegó un minuto después de aquel cambio de roles. Una media chilena de García terminó en un pase para Selva, que anotó el primero. A los 13 Inglaterra empató con un tanto de Burton. Sobre los 30 de esa primera parte, la 10 aprovechó un mal rechazo de la defensora Carol Wilson y volvió a poner arriba a Argentina. A los 34, Blanca Brucoli —Blanquita, como le dicen sus compañeras en la actualidad— se metió en el área con pelota dominada, pero la derribaron con falta. Elba Selva cambió el penal por gol y marcó el cuarto: aprovechó una mala salida de la arquera y cerró el partido de las casualidades históricas: el mismo rival, el mismo escenario, el mismo número de camiseta. Pero dos goles más en su cuenta.

Selva hace jueguitos con una habilidad envidiable, practica Newcom y otros deportes en el polideportivo de General Rodríguez, donde vive. “Ahora me están haciendo todas las notas que no me hicieron en 50 años”, dice del otro lado del teléfono, mientras se escuchan los gallos y las gallinas que caminan por su patio.

Las Pioneras, una joya que nadie tiene en el archivo

Las Pioneras están llenas de anécdotas. La arquera Soler cantó tangos y boleros durante aquella Copa en un restaurante argentino que se llamaba Rincón Gaucho. Le decían “la arquera cantante”. Era una de las más jóvenes del plantel, con 17 años. García vendía fotos autografiadas del equipo para juntar unos pesos, aprovechando el amor que el público mexicano tenía con la Selección. Teresa Suárez afirma, un poco en chiste y un poco en serio, que ella es la mejor 4 del mundo y que nadie puede discutirlo porque no la vieron jugar. Tiene razón. Hay muy pocos registros audiovisuales de aquel equipo. Hasta ahora no apareció material de la victoria contra Inglaterra.

En las últimas entrevistas que dieron las Pioneras inglesas se quejaron de que las argentinas habían sido muy duras en el juego. Contaron que dos de sus jugadoras tuvieron que salir de la cancha en camilla. Tenían un equipo muy joven. Las argentinas dicen que las inglesas eran bravas. Angélica Cardozo, defensora central, salió lesionada y se fue en ambulancia desde el estadio hasta un hospital, donde le pusieron un yeso. No volvió a jugar en esa Copa y le pasó la cinta de capitana a García.

Elba Selva sigue dominado la pelota como entonces
Elba Selva sigue dominado la pelota como entonces


Elba Selva sigue dominado la pelota como entonces

Cuando se le pregunta a Teresa Suárez por los dichos de las inglesas y sobre si era ruda en la marca, se ríe, pícara: “Y bueno, yo no me acuerdo de haber pegado, fue un partido de fútbol”. Las británicas fueron suspendidas 15 meses por haberse arrogado el derecho de representar a Inglaterra aunque no se tratara de un torneo oficial. Según un artículo de la agencia Reuters, varias de las 14 jugadoras que fueron a México recibieron prohibiciones para jugar en Inglaterra, a la vuelta del Mundial, y el hombre que había organizado el equipo, Harry Batt, fue expulsado de por vida por la FA y la WFA (Asociación de Fútbol Femenino).

El partido que no figura en los manuales del fútbol cumple 50 años en un contexto histórico de crecimiento para el fútbol femenino, semiprofesional en Argentina y ahora también con un campeonato local transmitido por los medios públicos, gratis y para todo el país.

“Siento que todo lo que hicimos valió la pena”, dice Betty García. Después de la epopeya contra Inglaterra en México 1971, Argentina perdió contra Dinamarca, que saldría campeón, por 5 a 0 y cayó ante Italia por 4 a 0, en el encuentro por el tercer puesto.

Elba Selva dice que está feliz porque ve que cada vez más nenas juegan. Teresa Suárez se saca selfies con jugadoras, socias e hinchas de clubes cada vez que participa de una charla. Empiezan a llamarlas ídolas, les piden autógrafos. Betty García disfruta de los reconocimientos y ahora, cuando las nenas le preguntan por qué los hombres se creían lo máximo, responde: “Porque pensaban que el fútbol era solo para ellos. Pero ya les demostramos que no”.