La porteña Carolina Duer, apodada “Barbie de Acero”, y la catamarqueña Nazarena Romero, conocida como “Capricho”, fueron campeonas mundiales hasta no hace mucho. Este sábado boxearán en escenarios bien distantes, a 700 km de distancia una de otra. Sin embargo, y más allá de sus historias totalmente opuestas, ambas lucharán por lo mismo: seguir aferradas a la profesión de boxeadora que por distintas razones no pueden dejar. ¿Por qué siguen? ¿Por qué lo hacen? ¿Cuánto cuesta decir adiós a los guantes? Estos son los acertijos. ¿Qué tan difícil resulta retirarse del ring?

Duer tiene 44 años y Romero 28. Podrían tener relación de hermanas o madre e hija. Pero ni siquiera se conocen.

¿Quién es “Capricho”? Ex campeona mundial supergallo interina de la AMB, ganó sus 12 peleas (6 por KO) y antes de cumplir 15 años conoció todas las puertas del infierno en Recreo, su pago natal. Abandono infantil, drogas, alcohol, hostigamiento, maternidad prematura, indigencia callejera y un desamor absoluto. Todo esto fue expuesto en una nota efectuada por Gabriela Origlia, el 13 de marzo de 2020 en LA NACION. Se radicó en Córdoba, su vida parecía ordenarse, tuvo dos hijos y comenzó a boxear. Todo cambió desde entonces y su pegada llamó la atención (ganó el 50% de sus cotejos antes del límite). Combatió por TV, contó sus peripecias captadas instantáneamente por los narradores de andanzas menesterosas.

Ganó la corona ante la jujeña Julieta Cardozo en 2020. En esa época vivió una intensa historia de amor con Agustín Vergara, actual campeón argentino, y como fruto de ello nació su tercer hijo. Debió renunciar al título en período de pandemia e inesperadamente se divorció. Y esto originó un nuevo descalabro.

Reapareció noqueando en 25 segundos a la uruguaya Paola Ibarra en noviembre pasado. Esta medianoche, en “la Docta” peleará otra vez frente a Cardozo, por un cetro regional, con transmisión de TyC Sports. En caso de ganar tendrá una chance mundialista ante la venezolana Mayerlin Rivas, el 9 de junio próximo en Buenos Aires . Sería para ella un volver a empezar. Ver la luz después de tanta oscuridad. Por eso se aferra a esta ilusión y a esta profesión.

La insistencia de Duer

Nadie sabe quién la apodó “Barbie de Acero”. Gestó junto a Alberto Zacarías, su maestro, sus propias coronas mundiales de los supermoscas (OMB) y gallo (OMB-FIB).

Su vida tiene las aristas populares y mediáticas de “las chicas del momento”. Vive en Miami y declama con orgullo ser la primera campeona de origen judío en Sudamérica. Con una agudeza comercial incomparable en este deporte en el Siglo XXI. A los 21 condujo un novedoso programa de tragos y licores por TV, que le permitió comprar su primera vivienda. Conocía ya los secretos de todas las montañas rusas de Disneylandia e ignoraba cómo era un guante de boxeo. Asumió su rol de “boxindanga” convirtiéndose en la primera vencedora de Marcela “La Tigresa” Acuña, en el país (2012).

Fue mamá de Elías y a partir de allí condicionó su continuidad en este oficio. Todo cambió. Se convirtió en una empresaria nostálgica de los fotógrafos y de los pomposos afiches que “pintan” al campeón. Ni siquiera el psicoanálisis pudo ayudarla a resolver todo esto.

Los mejores momentos de Duer

Este sábado, a partir de las 22 –con televisación de Fox Sports–, reaparecerá ante la uruguaya Gabriela Bouvier, ex campeona mundial, por el título silver supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, en el polideportivo: “Braian Toledo”, de Los Polvorines. Llena de ganas, de dudas e incertidumbre.

“Capricho” y “Barbie” tienen claro lo que quieren y deberán resolverlo como sea. Es lo más importante. Por eso, tendrán derecho a compartir la canción “Resistiré” a la hora de ascender al cuadrilátero.