Balance Puma: señales de alarma más allá de los resultados contra Sudáfrica

Jerónimo De la Fuente ejecuta un tackle alto contra Jasper Wiese en el segundo Argentina vs. Sudáfrica del Rugby Championship.
Halden Krog

No ha sido auspicioso el primer tramo de los Pumas en el Rugby Championship. Las dos caídas ante los Springboks dejaron señales de alarma más allá de los resultados. Si bien no es ilógico perder con los campeones del mundo, que además vienen de ganarle la serie a los Lions, se esperaba un rendimiento superior al mostrado en Sudáfrica. El seleccionado argentino estuvo sin energía en el primer test y excesivamente indisciplinado en el segundo (al margen de un árbitro que miró más para un lado que para el otro). En ambos, la presión del rival lo ahogó y lo nubló; nunca, salvo en la última jugada de los dos partidos, encontró la fórmula para acercarse el in-goal contrario. Y si en uno fallaron la obtención en el line y en el juego aéreo, en el otro hubo numerosos errores no forzados en el traslado de la pelota. No es para preocuparse todavía, pero sí será necesario que el equipo no tarde en recuperar el nivel que exhibió en este mismo torneo el año pasado. Porque no hay que olvidarse de eso: estos Pumas demostraron que pueden jugar muy bien en el piso más alto.

Hay cuestiones que pesan en el ánimo de un grupo. Aunque no hayan evidencias, el abrupto quite de la capitanía a Pablo Matera no es algo que se pueda zanjar así porque sí. Además, debe recordarse que este ciclo comandado por Mario Ledesma ya cambió tres veces a su capitán en menos de tres años. Aunque el grupo esté unido y que muchos de los jugadores sean muy amigos, esta situación –aunque imperceptible– repercute. Julián Montoya deberá acostumbrarse a su nueva responsabilidad –que además le significa la titularidad, hasta 2019 en manos de Agustín Creevy– y a imponer su modo de liderazgo. También los Pumas están en un proceso de recambio que aún no permitió definir un XV titular-titular, como necesita cualquier equipo.

Una derrota que preocupa

Si bien el foco principal debemos ponerlo en los argentinos, hay que remarcar el momento por el que pasan los Springboks. En 2019 ganaron la Copa del Mundo y el Rugby Championship; en 2020 no jugaron por la pandemia y en este año se llevaron la serie con los Lions, a los cuales también vencieron como Sudáfrica A. Se muestran invencibles, incluso más fuertes que aquellos de 2007-2009 que también lograron ese triplete. Rassie Erasmus ha construido un equipo que responde a la historia del rugby sudafricano. Estos Boks son demoledores. Lo más parecido a una roca. Juegan con un libreto de otras épocas, usando más el pié que las manos, y lo cumplen a la perfección.

Jasper Wiese avanza a la cola de un maul sudafricano; los Pumas fueron impotentes en buena parte del encuentro en Port Elizabeth.
Halden Krog


Jasper Wiese avanza a la cola de un maul sudafricano; los Pumas fueron impotentes en buena parte del encuentro en Port Elizabeth. (Halden Krog/)

Diego Albanese encontró en su comentario televisivo una figura precisa para definirlos: los comparó con esos boxeadores que van percutiendo con una mano la humanidad del rival hasta que en un momento lo noquea. Como lo era Carlos Monzón. Lo sufrieron los ingleses en la final de Japón, cuando en los últimos 15 minutos se les vino un aluvión verde que los pasó por encima. Antes, de penal en penal, Pollard los fue martirizando. Idéntico padecimiento tuvieron los British&Irish Lions hace unas semanas.

No es el estilo que más adeptos tiene dentro del rugby, y difícilmente, los sume fuera. No es “lindo” a la vista general. Suena a amarrete. Pero es Rugby Union. Sudáfrica lo siente así y su manera de arriesgar es ir a doblegar al rival con sus forwards, intimidarlo desde ese poderío físico.

Sudáfrica jugó con más altura que los Pumas en ambos partidos del Championship.
Twitter @Springboks


Sudáfrica jugó con más altura que los Pumas en ambos partidos del Championship. (Twitter @Springboks/)

El futuro del Rugby Championship es una incógnita. En las próximas horas se resolverá dónde continúa y si siguen o no los All Blacks. El gobierno de Nueva Zelanda volvió a cerrar sus fronteras ante nuevos casos de Covid. Sus seleccionados no pueden viajar y por eso se canceló el partido que estaba previsto con Australia, en Perth. Sería ideal observar hoy un duelo entre los Springboks y los All Blacks, con dos estilos distintos, ambos excelentes. La última vez que se enfrentaron, en 2019, empataron en 16, en Wellington.

Santiago Chocobares no logra zafar de la marca; recién a los 46 minutos de la segunda mitad la Argentina logró un try.
Twitter @lospumas


Santiago Chocobares no logra zafar de la marca; recién a los 46 minutos de la segunda mitad la Argentina logró un try. (Twitter @lospumas/)

A los Pumas les vendrán bien estos días sin rugby. Necesitan puertas adentro seguir armándose desde el juego y desde lo mental. El staff, y Ledesma en particular, tiene por delante un objetivo inmediato en recuperar el abc del juego y otro con vistas a 2023, sobre cómo irá acomodando las piezas en este proceso de recambio. Sudáfrica ha quedado lejos en esta hora.