El “bailarín” Daniil Medveded y el ascendente Holger Rune definen el Masters 1000 de Roma tras un sábado de lluvia, interrupciones y malhumor de medianoche

Varios meses después, en el Masters 1000 de Roma Daniil Medvedev se tomó desquite del bailecito que había hecho frente a él Stefanos Tsitsipas cuando lo derrotó en Cincinnati.
Varios meses después, en el Masters 1000 de Roma Daniil Medvedev se tomó desquite del bailecito que había hecho frente a él Stefanos Tsitsipas cuando lo derrotó en Cincinnati. - Créditos: @fotomontaje de video

Con Rafael Nadal fuera de combate hasta el 2024 por razones físicas y Novak Djokovic y Carlos Alcaraz eliminados prematuramente, un Masters 1000 sobre polvo de ladrillo tendrá un campeón primerizo en la final que este domingo sostendrán, a partir de las 11 de Argentina y con televisación de ESPN 2, Daniil Medveded y Holger Rune en el Foro Itálico de Roma. El ruso y el danés superaron este sábado las semifinales en una jornada marcada por el cielo encapotado e interrupciones por lluvia.

En un partido que tuvo dos pausas y una demora de cuatro horas y media a causa de las precipitaciones, Medveded, tercera cabeza de serie, venció por 7-5 y 7-5 al griego Stefano Tsitsipas, quinta. Sin la coordinación que mostró para ejecutar su potente tenis, Medveded se animó a festejar su triunfo con un bailecito un tanto hilarante. Muchos lo interpretaron como una “devolución coreográfica” de los pasos danzantes que había desplegado Tsitsipas cuando lo venció el año pasado en otro Masters 1000, el de Cincinnati.

Las “coreografías” de Medvedev y Tsitsipas

En la conferencia de prensa, el ruso adjudicó únicamente una connotación festiva a su consagración: “Es como estar completamente embriagado en un club nocturno. Cuando bailás –y tengo muchos amigos así– sentís que sos el dios de la pista. Pero luego, cuando ves el video, un poco te das cuenta de que no fue así. No sé cómo lo hice, pero estaba feliz de llegar a mi primera final en un Masters en arcilla”.

Se comprende la satisfacción del número 3 del ranking, porque lleva una muy buena semana en una superficie que está lejos de figurar entre sus favoritas. Mucho más cómodo y potente se siente en pisos duros. Su historial en polvo de ladrillo es pobre: tiene una sola final, la del ATP 500 de Barcelona en 2019, cuando cayó ante Dominic Thiem. Y sus antecedentes en Roma eran desalentadores: tres derrotas en primeras ruedas. Además, en caso de consagrarse este domingo alcanzará el segundo puesto del ranking mundial –detrás de Alcaraz–, el mismo lugar que ocuparía entre los favoritos en Roland Garros, que comenzará el 28 de este mes.

El danés Holger Rune, con la vista en la pelota durante su triunfo sobre Ruud; a los 20 años, el finalista de Roma cuenta siete triunfos en ocho encuentros con tenistas del top 5 del ranking.
El danés Holger Rune, con la vista en la pelota durante su triunfo sobre Ruud; a los 20 años, el finalista de Roma cuenta siete triunfos en ocho encuentros con tenistas del top 5 del ranking. - Créditos: @FILIPPO MONTEFORTE

A los 27 años, Medvedev se cruzará con una de las promesas que, junto a Alcaraz, son el relevo generacional de las figuras que llevan décadas reinando. Rune, 7º preclasificado, venía de vencer a Novak Djokovic y, frente a un buen muy tenista de canchas lentas, el noruego Casper Ruud (4º), se repuso de un adverso primer set hasta ganar por 6-7 (2-7), 6-4 y 6-2. Su frente a frente contra los top 5 del ranking aumentó a siete victorias contra una caída. “Juego mi mejor tenis cuando me enfrento con los mejores del mundo. Es una locura”, expresó un alborozado Rune.

Si obtiene el título, el danés subirá al quinto puesto de la clasificación mundial. Ya tiene un Masters 1000 en su haber, Paris-Bercy, sobre superficie rápida. En un torneo de la misma categoría pero sobre polvo de ladrillo rozó la coronación este año, cuando en Montecarlo perdió la definición a manos del ruso Andrey Rublev. Sobre tierra naranja tiene dos títulos, ambos en Múnich (ATP 250). Y como juvenil fue campeón en Roland Garros.

Elena Rybakina, campeona de madrugada

La lluvia había puesto en un compás de espera a la final femenina de Roma, que tuvo un desenlace anticipado cuando Elena Rybakina, que ganaba por 6-4, 1-0 y 15-0, se encontró con el abandono de la ucraniana Anhelina Kalinina por una lesión en el muslo izquierdo.

Anhelina Kalinina, entre lágrimas, instantes antes de abandonar por una lesión; su retiro generó abucheos del público, que había esperado mucho la final a raíz de las lluvias.
Anhelina Kalinina, entre lágrimas, instantes antes de abandonar por una lesión; su retiro generó abucheos del público, que había esperado mucho la final a raíz de las lluvias. - Créditos: @FILIPPO MONTEFORTE

Tras ser atendida por el fisioterapeuta, Kalinina, que ayer no había saludado a la rusa Veronika Kudermetova en el final a raíz de su nacionalidad, se retiró entre lágrimas. Debido a las postergaciones, el partido había comenzado pasadas las 23 y se interrumpió en los primeros minutos del domingo. Parte del público, hastiado por tantas interrupciones y la larga espera, silbó cuando Kalinina comunicó que no estaba en condiciones de seguir. “Lamento de verdad no poder jugar. Traté de dar lo mejor que tengo”, se disculpó la ucraniana.

El desencuentro en la premiación

Tampoco la ceremonia de premiación ayudó a levantar la imagen de cierre, con el desencuentro que hubo cuando Rybakina se acercó a recibir el trofeo y nadie se lo entregaba. La kazaja de origen ruso, nacida en Moscú, hizo un gesto y retrocedió con una sonrisa irónica, mientras la promotora reaccionaba y lo tomaba de una tarima para dárselo. Finalmente, la copa llegó a manos de Rybakina, campeona de Wimbledon 2022, que ascenderá al cuarto puesto del ranking y llegará afirmada a Roland Garros, como una de las favoritas.

Elena Rybakina, finalmente, posó con el trofeo de campeona, pasada la medianoche en Roma.
Elena Rybakina, finalmente, posó con el trofeo de campeona, pasada la medianoche en Roma. - Créditos: @FILIPPO MONTEFORTE