El lado B de Pelé: escándalos, negocios, fortuna y emociones del hombre que construyó su propia marca

Pelé tiene 70 años
Pelé siempre ocupó el centro de la escena

Pelé sabía qué iba a hacer con su vida más allá del fútbol desde el 1 de octubre de 1977 cuando, a los 36 años, se despidió definitivamente de las canchas en un encuentro entre Santos y Cosmos, en el que jugó un tiempo para cada uno. Lo suyo casi siempre fue la diplomacia y la astucia para adaptarse a las distintas situaciones sin resignar ni una pizca de su esencia . El talentoso jugador se sacó la camiseta y se puso sin dudar el traje del empresario, del político y también del hombre imperfecto. La visión y el criterio fueron cruciales en cada aspecto que encaró. Fue como si se hubiera nutrido de ese instinto de vida con el que se ganó su primer dinero como limpiabotas.

La cintura política elevó al brasileño, que poco a poco fue ganando espacio en lugares que pocas veces antes le habían abierto las puertas a un exjugador de fútbol. En 1977, por ejemplo, fue nombrado embajador de las Naciones Unidas y hasta recibió la mención de “Ciudadano del Mundo” por parte de la ONU.

Pelé, siempre estuvo cerca de la FIFA, como en el sorteo para el Mundial de Rusia 2018
Pelé, siempre estuvo cerca de la FIFA, como en el sorteo para el Mundial de Rusia 2018

Hubo más: Pelé también fue incluido en el Comité de Juego Limpio de la FIFA y nombrado Embajador de Buena Voluntad de la Unicef. El crack logró que la FIFA se uniera con la Unicef para organizar la Copa del Mundo de 2002, en Corea del Sur y Japón, para dedicarla a los niños, lo cual significó un rotundo éxito con la cara del brasileño por cada rincón del planeta.

Pelé, ambicioso, necesitaba trascender en otros aspectos y no dudó en incursionar en la política cuando, por ejemplo, ya se había vuelto un ícono de la empresa MasterCard. A mediados de la década del 90 asumió como ministro extraordinario de Deportes de Brasil, bajo el mandato de Fernando Henrique Cardoso. Aunque la esfera de poder no lo apoyó tanto como decía hacerlo, ejerció el cargo hasta 1998. En ese período, no obstante, consiguió que se promulgara la “Ley Pelé”, en cuyos puntos principales regían que, en cuanto se acaba el contrato de un jugador con su club, este debía renovar con la entidad, o el club debe dejarlo en libertad de acción. Además, ello obligaba a que las instituciones actuaran como empresas, debiendo mostrar balances anuales auditados. Por entonces, además, se desempeñaba como asesor ejecutivo en Santos.

Lula, Nuzman y Pelé cuando le asignaron la sede a Río
Pelé, junto con Lula, el día que se anunció a Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016; O´Rei fue decisivo en la campaña

También tuvo una activa participación en la designación de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos 2016. Allí se notaron sus contactos y su influencia. Iba a encender el pebetero, pero los problemas de salud ya eran incipientes y le impidieron estar en la ceremonia de apertura.

Siempre estaba cerca de los acontecimientos: la Fórmula 1, los Juegos Olímpicos, el boxeo... y ni que hablar del fútbol y la FIFA.

Una de las grandes preguntas fue cuánto dinero ganó Pelé en su carrera como futbolista, empresario e inversionista. Según medios especializados, el brasileño amasó una fortuna cercana a los 100 millones de dólares.

Pelé incursionó en el negocio de bienes raíces. En 2018, por caso, se informó que el ex N° 10 había vendido la casa que tenía en los Hamptons, Estados Unidos, por US$2,85 millones, la cual había sido comprada por US$ 156.000 en 1979.

Pelé siempre estuvo cerca de los grandes acontecimientos deportivos, como el GP de Fórmula de Interlagos, en 2002
Pelé siempre estuvo cerca de los grandes acontecimientos deportivos, como el GP de Fórmula de Interlagos, en 2002 - Créditos: @MAURICIO LIMA

Claro que nunca le faltaron las distinciones deportivas. Pelé fue elegido “Campeón del siglo XX” en 1980, según una encuesta realizada entre unos veinte periódicos, liderados por el semanario francés L’Equipe. El brasileño terminó por delante del atleta norteamericano Jesse Owens y del ciclista belga Eddy Merckx. En 2000, en tanto, quedó detrás del boxeador Muhammad Ali en la elección del “Atleta del siglo XX”.

Un crucero propio

Sí, así como se lee: Edson Arantes do Nascimento fue una fuente de inspiración para los negocios y, en 2009, salió a la mar “El crucero de Pelé”, por entonces a bordo del Costa Serena, buque insignia de la flota de Costa Cruceros.

Pelé, estrella del Costa Serena
Pelé, estrella del crucero Costa Serena, que llevó la temática brasileña por el mundo

O’Rei acompañaba en el viaje a los turistas, relataba anécdotas, difundía los virtudes de Brasil y, de a ratos, cumplía el sueño de todos los que querían estar cerca de la leyenda. “Estoy encantado de estar a bordo del Costa Serena junto a otros grandes nombres del deporte y los medios del mundo para este evento especial dedicado a mis dos grandes amores: el futbol y mi país”, decía en el momento de zarpar.

La embarcación recorría bellos puntos turísticos, con los colores, sabores, olores y música brasileña: Venecia, Bari, Olympia, Mykonos, Rhodes y Dubrovnik. Un lujo dentro de otro.

Pelé, el artista

Los días fuera de los estadios también le dejaron tiempo para el cine. Sí, Pelé fue actor. En 1981 participó de la película que en la Argentina se estrenó con el nombre “Escape a la victoria”, en la que interpreta a Luis Fernandez, un prisionero en el campo de concentración de Gensdorff, en 1943, plena Segunda Guerra Mundial. Los oficiales nazis ven jugar al equipo del presidio y los retan a un partido que, finalmente, terminará con una fuga. Como no podía ser de otro modo, Pelé se luce con un gol de media chilena. En el film también estuvieron otros futbolistas de época, como Bobby Moore –amigo personal de O’Rei– Paul Van Himst, Osvaldo Ardiles y Kazimierz Deyna. El brasileño compartió el set con actores de la talla de Michael Caine, Max Von Sydow y un joven Sylvester Stallone. Fue el encargado de diseñar las coreografías de juego del partido.

Pelé, en una favela en Río
Pelé siempre quiso mostrarse cerca de la gente, como en la favela de Río de Janeiro

Tiempo después, Ardiles describiría con gracia como fue la filmación con Pelé: “Jugó ocho minutos y se fue porque le estaban pegando. Jugamos 10 contra 11 todo el partido. Perdíamos 4-0 y cuando estábamos 4-4 dijo ‘I’m OK’ y entró de nuevo”.

El arte le tenía deparado otro destino a Pelé: la música. Fue compositor de varias piezas, entre las que se incluyen la banda sonora completa de la película de carácter biográfico Pelé (1977).

La vida puertas adentro

La vida personal le deparó altibajos. Pelé tuvo ocho hijos reconocidos: cuatro con la primera esposa, Rosemeri Cholbi; dos con la segunda, Assíria Lemos, y extraconyugalmente dos hijas. Fue obligado judicialmente a reconocer la paternidad de una, Sandra Regina Machado, que murió de cáncer el 17 de octubre de 2006. El exfutbolista no asistió al sepelio y solo mandó flores, situación que lo cubrió de críticas, pero que, según sus explicaciones, no asistió por la impresión que provocaban los ambientes fúnebres. Y, en ese punto, también vale aclarar que Pelé tampoco concurrió a los homenajes póstumos a sus padres.

Entre sus múltiples romances del que más se habló fue del controvertido que tuvo con Xuxa, cuando ella era menor de edad, con 17 años, y él, con 40.

En 2016, a los 75 años, se casó por tercera vez, tras una relación que venía desde 2010, con la empresaria brasileña de origen japonés Marcia Cibele Aoki.

Pelé, junto con su última esposa, Marcia, en su casa de Guarujá
Pelé, junto con su última esposa, Marcia, en su casa de Guarujá

Pelé, sin duda, surfeó cada aspecto de su vida. Fue el hombre que construyó su propia marca sin perder de vista jamás qué necesitaba su figura.