Australian Open: Rafael Nadal está otra vez en la final y se acerca a una hazaña inmensa

Rafael Nadal, a un paso de la hazaña: llegó a su sexta final en Australia y el domingo buscará su 21er título de Grand Slam
Hamish Blair

Implacable, con todo el peso de una leyenda, Rafael Nadal está a un paso de una conquista de carácter histórico. El español avanzó por sexta vez en su carrera a la final del Australian Open, y buscará obtener el título 13 años después de su primera y, hasta aquí, única celebración en el Melbourne Park. A los 35 años, el zurdo de Manacor está muy cerca de otro logro histórico: si es campeón, será el primer jugador en el tour masculino en llegar a las 21 coronas de Grand Slam; por ahora, comparte el tope de la tabla con Roger Federer y Novak Djokovic, los dos ausentes en el certamen victoriano. El número 5 del ranking se abrió camino a la definición con un sólido triunfo a expensas del italiano Matteo Berrettini (7°) por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3, en 2 horas y 55 minutos de acción.

Aunque no estuvieron ni el suizo ni el serbio, cada uno por distintos motivos, el Big 3 aún mantiene su dominio. A falta de Federer y de Nole, Nadal llegó a la final nuevamente, a pesar de que había vuelto al tour después de cinco meses de inactividad, con una dolencia crónica en la planta del pie y recuperado hace pocas semanas del Covid. Su rival surgirá del duelo que a continuación sostenían el griego Stefanos Tsitsipas y el ruso Daniil Medvedev, números 4 y 2 del ranking, respectivamente.

Nadal, otra vez deslumbrante: llegó a 500 triunfos en canchas rápidas
WILLIAM WEST


Nadal, otra vez deslumbrante: llegó a 500 triunfos en canchas rápidas (WILLIAM WEST/)

Experimentado como pocos en esta clase de duelos, el español impuso condiciones desde el principio. Firme desde el fondo, machacó sobre el revés del italiano, y cada vez que el italiano no hizo valer el primer servicio, Rafa presionó sobre el segundo saque. Así tomó buena distancia en un Rod Laver distinto: la primera semifinal se disputó a techo cerrado, en un día de lluvia sobre Melbourne que obligó a cambiar las condiciones de juego en la antesala de la definición.

Recién en el tercer set apareció el número 7 en toda su dimensión. Con un juego más profundo, encerró a Rafa y consiguió en el octavo game el primer quiebre que le dio el pasaporte para ganar el parcial y estirar el duelo a un cuarto capítulo. Rafa no quería sufrir como le sucedió en la batalla de cuatro horas con Shapovalov en los cuartos de final. El encuentro se hizo más cerrado, intenso, palo y palo. En esos momentos, apareció otra vez el oficio de Nadal, que se mantuvo a tiro; Berrettini dudó, se apuró, y con dos derechas a la red entregó su servicio: 3-5. Con su saque, Nadal no falló, y fue a buscar la definición para quedarse con una victoria formidable.

Matteo Berrettini no respondió durante los dos primeros parciales; intentó reaccionar, pero no pudo con un Nadal más decidido
MARTIN KEEP


Matteo Berrettini no respondió durante los dos primeros parciales; intentó reaccionar, pero no pudo con un Nadal más decidido (MARTIN KEEP/)

“Empecé jugando muy bien el partido, muy sólido. Pero Matteo es muy peligroso, sabía que en algún momento iba a reaccionar; hubo que sufrir, pero esa es la única manera de llegar a donde llegué”, contó Nadal en la entrevista a pie de campo. Sobre su sexta final en Melbourne, le dijo a Jim Courier: “Para mí, puede significar muchas cosas, pero sólo pienso en ganar el título de este Australian Open. Algunas veces no tuve suerte, por toparme contra Roger (Federer) o Novak (Djokovic)”.

Las cifras de Nadal dejan de asombrar: llegó a 500 triunfos en pistas rápidas, un número formidable para quien es considerado el emperador de las canchas lentas.