Aroldis Chapman ya está arreglado. Los Padres muy interesados en el cubano, y los ¿Marlins?

Aroldis Chapman ya está arreglado. Después de cerrar su capítulo con los Yankees de una manera que no dejó contentos ni al equipo ni al cerrador, el cubano ha trabajado muy fuerte en la temporada baja en la recuperación y, de acuerdo con fuentes cercanas, ya se encuentra justo en su mejor versión.

Varios equipos han acudido a demostraciones del veloz serpentinero y la última visita fue tan solo unos días, cortesía de los Padres de San Diego, que han demostrado un fuerte interés y pudieran estar en la delantera para firmarlo, incluso por encima de los Marlins.

“Ejecutivos de San Diego vinieron a verlo y quedaron muy impresionados’’, comentó una fuente muy cercana. “Comprobaron que los problemas que confrontó en la temporada pasada son cosas del pasado. Su nivel de confianza es el mismo de los mejores tiempos’’.

Igualmente, la fuente comentó del interés de los Marlins, algo que ya habían indicado varios reportes de prensa y que confirman la demanda por los servicios del zurdo holguinero, cuyas estadísticas venían posicionándolo como un futuro candidato al Salón de la Fama.

Desde que fuera dejado fuera de la plantilla de playoffs de los Yankees el pasado octubre, Chapman permaneció en su casa esperando la agencia libre con el deseo ardiente de demostrar que puede seguir siendo un jugador decisivo en el bullpen.

En siete temporadas con los Yankees, la primera mitad del 2016 y luego del 2017-22, el antillano lanzó con una efectividad de 2.94 con 153 salvamentos. Sus 315 salvamentos en 13 temporadas ocupan el tercer lugar entre los lanzadores activos y el 24to de todos los tiempos, pero solo tuvo nueve la temporada pasada.

Chapman, con problemas de comando, perdió su puesto de cerrador cuando estuvo en la lista de lesionados del 24 de mayo al 24 de junio por una tendinitis en el tendón de Aquiles. Le robó el puesto Clay Holmes, cuya gran campaña incluyó una selección al Juego de las Estrellas.

Como si fuera poco, Chapman terminó la temporada pasada con el peor promedio de su carrera (4.46 de efectividad) en 46 salidas, con 43 ponches y 28 bases por bolas en 36.1 entradas. Tampoco pudo evitar un segundo período en la lisa de lesionados debido a una infección debido a un tatuaje.

“Lo importante es que Chapman encontró un buen equipo de entrenadores que identificaron sus problemas y le ayudaron a resolverlos’’, explicó la fuente.

“Mucho tuvo que ver en sus problemas la pérdida del punto de liberación de la pelota, lo que afectó su control y minó su confianza. Pero ya está solucionado. Podemos decir que ya está de vuelta y listo para ayudar a un equipo de Grandes Ligas’’.

¿Serán los Marlins o los Padres?