Andy Ruiz vs. “King Kong” Ortiz, marcados por los golpes de la vida y del ring, en un imperdible programa de domingo con aroma de knock-out

Andy ´The Destroyer´ Ruiz y Luis ´King Kong´ Ortiz, un combate esperado
Andy ´The Destroyer´ Ruiz y Luis ´King Kong´ Ortiz, un combate esperado - Créditos: @RYAN HAFEY

Hay motivos y variantes diversas por los cuales un boxeador afronta una pelea en su carrera. A veces insignificantes y en otros casos, como éste, claves y decisivos, convirtiéndose casi en un desafío cercano a la última gran oportunidad en la que no se puede fallar. Todo esto implica una absoluta carga de presión, anímica y deportiva, sobre todo cuando quienes la protagonizan arrastran historias de vida tan llamativas como duras.

King Kong Ortiz durante un entrenamiento
King Kong Ortiz durante un entrenamiento - Créditos: @RYAN HAFEY

El californiano Andy Ruiz y el cubano Luis “King Kong” Ortiz, ex campeones mundiales, están inmersos en todos esto. Boxearán mañana, en Los Angeles, en un combate cumbre de 12 rounds –que televisará ESPN a la medianoche– en el que estará en juego algo más que lograr el primer puesto en el ranking. Implicará perdurar en el “gran negocio” de los pesos pesados. Quien gane, sigue…quien pierde, se va. Tan terminante como simple.

Ruiz, de 32 años, nacido en el pueblo californiano El Imperial, limítrofe con la frontera de Mexicali, de donde provienen sus raíces y su sangre, es aún recordado por su histórico KO a Anthony Joshua en el Madison Square Garden, de Nueva York, en 2019. Allí, con su diminuta talla de 1,88m y un sobrepeso marcado de 122 kg, conmovía al ambiente y provocaba una de las tres grandes sorpresas en la historia de la categoría máxima.

Andy Ruiz, siempre recordado por su victoria en el Madison frente a Joshua
Andy Ruiz, siempre recordado por su victoria en el Madison frente a Joshua - Créditos: @Ryan Hafey

A partir de entonces, conocimos sus peripecias infanto-juveniles. El bullying escolar sufrido en su niñez por obesidad, su inconducta en las pandillas de adolescentes callejeros y sus precoces adicciones. Salió de esto en base a un triángulo salvador: la familia, la fe y el boxeo. Logró lo que quería: unos buenos millones de dólares, ser reconocido y recibido junto a su familia por el presidente de México, Andrés López Obrador, tras consagrarse campeón, e invitar al príncipe Khaled, de Arabia Saudita, a tomar cerveza y degustar tacos y nachos en los días previos a perder su corona en el desquite con Joshua, también en 2019.

Mejoró su estampa atlética para la confrontación de mañana y con 34 éxitos (22 KO) y 2 reveses es aún competitivo con sus boleos en el achique de distancia.

Su rival, Luis Ortiz, nació hace 43 años en Camagüey, el pago de Kid Gavilán. Nunca contó cómo y por qué se fue de Cuba a Miami, tras efectuar 370 peleas como amateur sin ser jamás representante olímpico. Tiene una mirada triste, semejante a la de “King Kong”, la criatura cinematográfica de la que heredó su apodo. Fue campeón mundial interino AMB y despojado de su corona en 2014 por uso de anabólicos y esteroides. Y repitió sus falencias años después por el uso de fármacos diuréticos abolidos para el deporte. Hizo dos peleas mundialistas inolvidables con Deontay Wilder, que perdió por KO pese a tener ventajas, en 2018 y 2019. Y ello, aún, se valora.

Ruiz y Ortiz, los protagonistas del gran choque de este domingo, en Los Angeles
Ruiz y Ortiz, los protagonistas del gran choque de este domingo, en Los Angeles - Créditos: @RYAN HAFEY

¿Cuál es la misión de “King Kong” en el boxeo? Perdurar en el primer plano propagando las necesidades de los que padecen la enfermedad de epidermólisis bullosa. Su hija es una de las 20.000 personas que la padecen en Estados Unidos. Un mal de la piel cruel y complejo para curar. En 2019, Ortiz fue nombrado Embajador Honorario por el grupo de científicos que investigan este padecimiento en el estado de Florida.

Es zurdo, todavía pega y tiene un buen estilo con el que se sostiene en el primer plano pese a sus intermitencias pugilísticas. Ganó 33 cotejos (28 KO), perdió 2 y tiene uno sin decisión.

Aquella victoria de Ruiz sobre Joshua

La pelea es interesante. Ortiz tiene más caudal físico y herramientas técnicas y se eyecta como favorito. Gestar un buen combate sería el mejor homenaje a la memoria de Earnie Shavers, noqueador furibundo de los años ‘70 y retador mundialista de Muhammad Alí y Larry Homes, fallecido anteayer a los 78 años en Estados Unidos.

Hay dos historias diferentes, de lucha y superación, en dos boxeadores que lidiaron durante décadas con sus adversidades ajenas al boxeo. La vida los preparó para soportar un sufrimiento disímil al propuesto por el boxeo, en donde los golpes son con guantes y se ven venir desde lejos.