Amor a primera vista: la noche en la que Carlos Alcaraz volvió al circuito y encandiló en su debut en el Argentina Open

Carlos Alcaraz, actual número dos del ranking ATP, regresó al tour luego de casi cuatro meses de inactividad; en los octavos de final del Argentina Open venció a Laslo Djere
Carlos Alcaraz, actual número dos del ranking ATP, regresó al tour luego de casi cuatro meses de inactividad; en los octavos de final del Argentina Open venció a Laslo Djere - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Fue amor a primera vista. Adoración y emoción. Conexión inmediata. Pasado, presente y futuro. Carlitos Alcaraz pisó el polvo de ladrillo del emblemático court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club y enamoró. Por dos lesiones distintas e inoportunas (abdominal y muscular en la pierna derecha), hacía 103 días que el español no competía oficialmente. El ATP porteño fue su primera estación luego de una temporada de ensueño, en la que reescribió los libros de historia de las raquetas convirtiéndose en el número uno más joven (19 años) luego de ganar el Abierto de los Estados Unidos.

El niño maravilla, en exclusiva. Carlitos Alcaraz cuenta cómo logró ser el Nº 1 más joven y contra quién se quedó con ganas de jugar

Ni siquiera la noche húmeda, pegajosa y atestada de mosquitos ensombreció la celebración tenística que se vivió en el cierre de la tercera jornada del Argentina Open. Como primer preclasificado, Carlitos debutó en forma directa en los octavos de final y superó -con autoridad- al serbio Laslo Djere (57°) por 6-2, 4-6 y 6-2, en dos horas. Este viernes, en los cuartos de final, lo esperará otro rival de la misma región balcánica: Dusan Lajovic (90°), que derrotó al argentino Camilo Ugo Carabelli (127°) por 6-3 y 6-1.

Carlos Alcaraz, ex N°1 y actual N°2 del ranking ATP, regresa a las canchas luego de cuatro meses de inactividad; se enfrenta en los octavos de final ante el serbio Laslo Djere. 15-02.23
Carlos Alcaraz, ex N°1 y actual N°2 del ranking ATP, regresa a las canchas luego de cuatro meses de inactividad; se enfrenta en los octavos de final ante el serbio Laslo Djere. 15-02.23 - Créditos: @LA NACION/Mauro Alfieri

Desde que llegó al país, el viernes pasado, el niño maravilla nacido en El Palmar, una localidad de 24.000 habitantes de Murcia, en el sureste de la península ibérica, generó un fervor extraordinario, solamente equiparable con los grandes, como cuando Rafael Nadal jugó el torneo. Cálido, atento, simpático, el actual número dos del mundo (luego de veinte semanas perdió la cima cuando Novak Djokovic se consagró en el último Abierto de Australia) se encumbró como la gran atracción de la 23ª edición del ATP porteño de categoría 250. Su visita es un éxito asegurado y tuvo impacto en las boleterías: están agotadas las entradas nocturnas hasta la final del domingo.

Luego de casi cuatro meses sin competir en el tour (se perdió el que hubiera sido su primer torneo de Maestros y no pudo lucir el número uno en Melbourne, en el Grand Slam aussie), lógicamente su tarea generaba cierta incertidumbre. Lo poco que se había observado, a mediados de diciembre, tras la primera lesión y antes de dañarse la pierna derecha que lo distanció de Oceanía, había sido una exhibición en Abu Dhabi en la que había estado muy lejos de su nivel. Pero la noche del BALTC, con las aproximadamente cinco mil butacas ocupadas (Gabriela Sabatini, una espectadora distinguida), mostró una versión mucho más familiar a la vista el año pasado. Cuando el reloj marcó las 22 en la Argentina, las 2 de la madrugada en Madrid, Alcaraz (vestido con remera rosa y short blanco), entró en el court central con la clásica canción de Rocky (Eye of the tiger, de Survivor). La reacción del público fue instintiva: una ovación se derramó desde cada rincón de la Catedral de Palermo.

Ágil, ofensivo, arriesgado, intercambiado golpes de boxeador con pinceladas artísticas, Alcaraz le marcó el ritmo del desafío a Djere desde el arranque. Le quebró el servicio al serbio en el tercer game (2-1) y, también, en el séptimo (5-2). A los 29 minutos de partido, apenas, el español se adueñó del primer parcial por 6-2, casi sin obstáculos. Cuando Djere se animó un poco, Alcaraz exhibió esa estupenda capacidad que tiene de contraatacar, dejándolo inmóvil y aturdido. Los drops y los derechazos a la carrera de Carlitos causaron asombro constantemente en los espectadores, que en algunos pasajes cantaron “Olé olé olé, Carlos Carlos...”.

Después del primer set, Djere (27° en 2019) dejó el estadio durante unos minutos para ir al baño. Un DJ (una de las incorporaciones del espectáculo en este año, junto con una pantalla gigante) aprovechó la pausa y animó al público. Alcaraz, preparado para el segundo set, se fue de su lado para esperar que regresara su rival y se divirtió dando saltos y haciendo acrobacias con la raqueta (festejadas por la gente). Otra vez en acción, el segundo parcial comenzó con mayor paridad. En el quinto game, con Djere sacando 2-2, Carlitos tuvo dos chances de quiebre, pero no pudo aprovecharlas.

Desperdiciar esa chance pareció desconectar a Alcaraz. Se equivocó tratando de ganar todos los puntos en forma vistosa, sin sacar el pie del acelerador. En el octavo game, el murciano sacó 3-4 y 0-40. Pero un tiro ganador de derecha, un muy buen saque y una pelota fallada por Djere lo aliviaron. Sostuvo su servicio con cierto drama (4-4). Envalentonado, Carlitos salió impulsado a tratar de romperle el servicio a Djere en el noveno game y generó dos break-points, pero falló otra vez y hasta tuvo un intercambio con el umpire (el ecuatoriano Jimmy Pinoargote) por un pique dudoso. Djere elevó el nivel, perfeccionó su devolución y, con Alcaraz al servicio, contó con triple set-point. Un revés paralelo inalcanzable para el español fue la estocada para adjudicarse el segundo set (6-4).

Si alguien temió que Alcaraz podía quedar desmoralizado después de perder el segundo set, las dudas se disiparon pronto. El chico que revoluciona el tour comenzó el tercer parcial rompiéndole el saque a Djere y, de inmediato, sostuvo el propio con autoridad (2-0). Djere no se amedrentó y se prendió en el “palo y palo”, pero por lo general el intercambio de golpes terminó con el mismo vencedor (Alcaraz). Carlitos volvió a romperle el saque al balcánico en el séptimo game (5-2) y, tras el descanso, concretó la victoria con su servicio.

Cinco mil personas poblaron el court central del BALTC para ver el debut de Carlitos Alcaraz.
Cinco mil personas poblaron el court central del BALTC para ver el debut de Carlitos Alcaraz. - Créditos: @LUIS ROBAYO

“Ha sido bastante tiempo para mí, no acostumbro estar tanto tiempo sin competir. Es bueno haber tenido mi primer partido de la temporada en Buenos Aires. He recibido un cariño muy especial desde que llegué (...) La paso bien dentro de la cancha, quiero que el público también la pase bien y eso es lo que intento dar”, expresó Alcaraz al pie del court, no bien concretada la victoria.

Alcaraz se unió al prestigioso listado de jugadores que actuaron en el ATP porteño y que, antes o después de la visita a Palermo, alcanzaron el número uno, como el chileno Marcelo Ríos, el brasileño Guga Kuerten y los españoles Rafael Nadal, Carlos Moya y Juan Carlos Ferrero, actual coach de Carlitos.

Alcaraz no vino solo: está acompañado por su padre (Carlos) y su hermano mayor (Álvaro), también por manager (Albert Molina, que había visitado varias veces el país como agente de David Ferrer y Nicolás Almagro), su fisioterapeuta (Juanjo Moreno) y Toni Cascales, el emblemático coach del Mosquito Ferrero (principal entrenador de Carlitos, que no viajó a Buenos Aires). Después de su paso por la Argentina continuará en la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo, en el ATP 500 de Río.

Programación de este jueves:

Desde las 13.30 se disputarán partidos por los 8vos de final, con Dominic Thiem (Austria, WC) vs. Juan Pablo Varillas (Perú, Q). No antes de las 15, Jaume Munar (España) vs. Francisco Cerúndolo (5° favorito). No antes de las 18.30, Pedro Cachin vs. Lorenzo Musetti (Italia, 3°). Y cerrando la jornada, no antes de las 20, Diego Schwartzman (4°) vs. Bernabé Zapata Miralles (España).