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"Un alto el fuego en Ucrania conduciría a un conflicto enquistado", advierte Ursula von der Leyen

Un posible alto el fuego en Ucrania crearía un conflicto enquistado, aumentaría la inestabilidad regional y desincentivaría la reconstrucción de un país arrasado por la guerra. Las hostilidades podrían reavivarse en cualquier momento, aseguraba este miércoles Ursula von der Leyen.

"Queremos sencillamente la paz, una que no recompense al agresor, sino que defienda los principios de la carta de Naciones Unidas y los derechos del pueblo ucraniano a ser los dueños de su propio futuro", decía la presidenta del ejecutivo europeo en un discurso pronunciado este miércoles en la conferencia Globsec en Bratislava.

El alto el fuego recompensaría a Rusia

En su intervención ha manifestado un claro rechazo a un alto el fuego que, para ella, no conseguiría poner fin a la invasión sino solo consolidar las ganancias territoriales de Rusia logradas desde febrero de 2022.

La idea de un alto el fuego también ha sido descartada por Ucrania, que se prepara para comenzar el contraataque y ha recibido el apoyo de China y Brasil, dos países que las potencias occidentales sospechan estar con Moscú en esta guerra.

"Un alto el fuego que acabe en un conflicto enquistado no traerá una paz duradera. Después de todo, hubo uno después de 2014 y sabemos lo que pasó con el acuerdo en febrero cuando Rusia invadió el país", decía von der Leyen en relación a los acuerdos de Minsk que supuestamente aseguraban una tregua en la región del Donbás.

El conflicto se reavivaría en cualquier momento

"Un alto el fuego sería inestable por naturaleza y desestabilizaría la región en la línea de contacto. Nadie invertiría ni reconstruiría y el conflicto se reavivaría en cualquier momento. No. Una paz justa debe ser consecuencia de la retirada de las fuerzas de Rusia y de su equipamiento del territorio de Ucrania".

Una paz justa y duradera, según von der Leyen, solo puede alcanzarse mediante garantías a largo plazo que reforzarían la capacidad defensiva ucraniana y, por lo tanto, disuadiría al Kremlin de lanzar un nuevo ataque.

"El conjunto de tales garantías por parte de países afines puede ofrecer lo que algunos han llamado "disuasión por denegación". En otras palabras, dotando a Ucrania con el equipo militar para fortificarse contra los ataques rusos en el futuro", explicaba la política alemana.

¿Qué países afines?

Este proceso, añadía, debería realizarse de forma paralela a las reformas democráticas en Ucrania, necesarias para avanzar en su camino para la adhesión a la Unión Europea.

La jefa de la Comisión no ha especificado qué países formarían el grupo de "Estados afines" o si dicho acuerdo debería estar dirigido por la OTAN.

El presidente Volodímir Zelenski, que presiona para que su país entre en la Alianza Atlántica, ha instado a sus miembros a ofrecer garantías efectivas de seguridad antes de la cumbre del próximo mes de julio.

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg decía a principios de mayo que se estaban realizando consultas sobre este tema, pero declinó dar más detalles.

Los riesgos de la propuesta

"La única forma de asegurar que acabe la guerra es en parte asegurar que Ucrania tenga la fuerza militar para disuadir y defenderse de futuras agresiones por parte de Rusia. Pero también encontrar algún tipo de marco para evitar que el presidente Putin continúe socavando la seguridad europea", detallaba Stoltenberg.

El político noruego ha subrayado que si países, "especialmente los grandes", ofrecieran garantías de forma bilateral, se podría poner en riesgo la activación del Artículo 5, el mecanismo colectivo de defensa de la organización.

"No existe una solución fácil para este tema", recalcaba.