Más allá de Lionel Messi: la lista de Scaloni, el 9 que pudo estar y el corazón del equipo, los Mosqueteros, con latidos en suspenso

Paredes, Di María, Messi, De Paul, Papu Gómez y Dybala; el medio campo de la selección no ofrece dudas en los nombres, pero sí en cómo responderán desde los niveles individuales en el Mundial
Paredes, Di María, Messi, De Paul, Papu Gómez y Dybala; el medio campo de la selección no ofrece dudas en los nombres, pero sí en cómo responderán desde los niveles individuales en el Mundial

Si la Argentina ganó la Copa América fue, en gran parte, por su medio campo. Es cierto que Dibu Martínez se destacó con atajadas importantes y en la tanda de penales, que Cuti Romero y Otamendi se afianzaron como centrales, que Messi hizo lo suyo y que Lautaro Martínez se afianzó como el 9 indiscutido de la selección. Pero el corazón del equipo fue la línea de volantes, que a la mentalidad de D’Artagnan y los tres mosqueteros (“Todos para uno y uno para todos”), dejaron la piel no sólo para jugar y generar buenas combinaciones ofensivas, sino también para defender con el cuchillo entre los dientes desde lo individual y colectivo, formando un bloque inquebrantable.

D’Artagnan, un joven gascón de familia noble venida a menos, parte a París para cumplir su sueño de convertirse en Mosquetero. Allí entabla una fuerte amistad con tres de ellos: Athos, Porthos y Aramis. Quizás por la influencia que tuvo luego en la relación con todo el equipo, De Paul podría ser D’Artagnan, ese líder de la línea de volantes, ese enganche de nacimiento que se reinventó como un futbolista completo. Ya no queda casi nada de aquel 10 que se le quejaba a Mostaza Merlo porque lo hacía correr en los entrenamientos de Racing. Pero detrás de D’Artagnan (De Paul), estuvieron Leandro Paredes (bien reemplazado por Guido Rodríguez cuando fue necesario), Giovanni Lo Celso y Angel Di María. Pero, pase lo que pase, ya no será lo mismo. Nicolás González, otro que con continuidad puede ser un gran valor colectivo, también llega con un asterisco físico. El corazón está tocado, vibrará con otras pulsaciones.

Messi y Lautaro Martínez (incluso Julián Álvarez) pueden llegar “encendidos”, pero alguien les tiene que hacer llegar la pelota con precisión y buenas prestaciones físicas, tácticas y técnicas, con eficacia.

No sólo aparece como interrogante quién será el reemplazante de Lo Celso (se quedó afuera por lesión), sino que Paredes y Di María venían de lesiones y recién volvieron a sumar minutos en Juventus este jueves, ingresando como suplentes en la victoria ante Hellas Verona 1-0. Rodrigo De Paul no pasa su mejor momento en Atlético de Madrid, hasta Diego Simeone le mandó un duro mensaje hace ocho días: “En cuanto a Rodrigo, hay cosas que pueden suceder, que hay que manejar para adentro. Nosotros lo queremos mucho. Es un chico noble, un chico bueno. Sabe que lo vamos a exigir. Obviamente tiene que demostrarle al club y al equipo todo lo que hace en la selección argentina. Lo que hace en la selección es fantástico…”, opinó el Cholo.

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Argentina-Paraguay, por las eliminatorias del Mundial Qatar 2022; la sociedad entre Paredes y De Paul, probada y con buenos rendimientos; ahora el contexto es otro - Créditos: @José Brusco/Pool ARGRA

En ese contexto, aparecen como alternativas confiables Alexis Mac Allister (más pensado como volante central por el cuerpo técnico, pero como variable polifuncional puede jugar en toda la cancha), Enzo Fernández –uno de los pocos casos que emigró a Europa y presentó mejor nivel en Benfica que en River, con movimientos más determinantes que en el Monumental- y el recuperado Exequiel Palacios, un mediocampista que se fue del radar populista pero que se mantiene como pieza valiosa para cualquier estructura. Papu Gómez, muy valorado por Scaloni (y con buenas actuaciones en la Copa América), aparece como un gran reemplazo de Lo Celso, pero deberá confirmarlo.

Otro detalle a tener en cuenta es que, sin Lo Celso, la selección se quedó sin un mediocampista zurdo en la gestación del juego, ya que Di María es más explosivo y para finalizar jugadas. Dybala viene siendo un interrogante en la selección y más todavía luego de entrar por la ventana en la lista final producto de otra lesión que lo postergó más de la cuenta en Roma.

¿Hubo algún nombre que mereció estar y se quedó afuera de la lista? Quizás Giovanni Simeone. Por presente, porque no para quemar redes en Nápoli (y antes lo hacía también en Verona), pero también porque –desde las características- es un delantero distinto a los que conforman la selección. Un 9 de esos que pueden cambiar el rumo de un partido, que puede resultar como “cambio ganador” si el DT mira el banco y necesita incluir a un futbolista que le pueda cambiar el rumbo de un partido. O si tiene que jugar diez minutos tirando centros para un doble 9.

Julián Álvarez lo demostró en River y ahora en Manchester City, que se ofrece como un delantero completo. Puede jugar por todo el frente de ataque (en un 4-3-3 como extremo, como falso 9 o en un 4-2-3-1 por detrás de un 9 como Haaland, Santos Borré o Lautaro). Incluso con el Toro puede jugar como pareja de ataque en un 4-3-1-2, con Messi más retrasado, aunque esa alternativa no es tan utilizada por Scaloni. Como se ve, en la defensa y el ataque el DT tendría todo bajo control. El mayor interrogante está en el medio, el corazón del equipo que ganó la Copa América.