Los indicios del pasado nos permiten entender la deriva de Alexander Zverev

German Alexander Zverev hits the umpire's chair with his racket after the end of his Mexico ATP Open 500 doubles tennis match in Acapulco, Mexico, on February 23, 2022. German Olympic tennis champion Alexander Zverev said there
Alexander Zverev atacó al juez de silla con su raqueta en un incidente nunca visto antes. Foto: / AFP / Abierto Mexicano de Tenis / Marcos DOMINGUEZ

“Hay millones de niños mirando y deberíamos de tener un mínimo de respeto con ellos y ser un ejemplo”, espetó Rafa Nadal tras clasificarse para las semifinales del Abierto Mexicano en Acapulco. El campeón del Open de Australia se refería al alemán Alexander Zverev, uno de los tenistas señalados para sustituirle en el circuito mundial de tenis. Zverev, alemán de padre ruso, avergonzó al mundo con un actitud reprobable contra el juez de silla de su partido de dobles, golpeando reiteradamente con su raqueta en el asiento del árbitro e insultándole gravemente. Y, por si fuera poco, le regaló la raqueta destrozada a un niño de la grada, como si fuera un trofeo del que sentirse orgulloso. Vaya ejemplo para el niño.

La ATP ha tomado por fin una decisión para frenar estas actitudes en la pista: Zverev ha sido expulsado de toda competición en Acapulco tras su comportamiento, le ha multado con 40.000 dólares, no cobrará nada de lo ganado en el torneo y le abren una investigación. Habría que comprobar si serán capaces de hacerlo en un Grand Slam, como no fue el caso con Medvedev.

Pero el historial del germano es cada vez más largo y cada vez más patente que no va a madurar. Nadie puede dudar de que su calidad es, seguramente, la mayor de los que portan la pegatina de la NextGen y que, con la regularidad que él mismo se impide, podría ser la referencia de los próximos años. El propio Zverev sorprendía a todos a finales de 2021, mientras recogía el premio a ‘Mejor deportista alemán del año’, con unas declaraciones donde daba por terminada la carrera exitosa de Nadal y de Federer (aquí, quizás tenga razón) y ya hablaba de un nuevo Big3 de él junto a Djokovic y Medvedev: “Quiero ser nº1 de la ATP el próximo año”. El próximo año 2022 ya ha empezado y Zverev cayó en octavos de final del Open de Australia y Nadal fue campeón. El tenis no es solamente tener los mejores golpes o el dominio puntual ante cualquier rival.

Uno de los mejores ejemplos para entender cuando un tenista no está por el buen camino son sus cambios constantes de entrenador. Muchos de estos cambios han terminado con reproches y mala relación del alemán con sus técnicos que él mismo contrata. Entre ellos, Juan Carlos Ferrero en 2018. El ex nº1 español carga duramente contra el alemán recordando su idilio. “Era impuntual siempre, no respetaba las pautas que se le marcaban y tiene muchas distracciones fuera del tenis”, recuerda Ferrero que recuerda “entrenamientos de tres horas en los que era incapaz de rendir a un nivel adecuado durante hora y media y le reproché su falta de actitud e impuntualidades constantes, y hubo una discusión”. Así terminó su relación: “Creo que le faltaba el respeto a todo el equipo”. Es cierto que Zverev tenía entonces 20 años pero su actitud no ha cambiado desde entonces.

A finales de 2020, su ex novia Olga Sharypova le denunció públicamente por malos tratos físicos y psicológicos. "Me hizo sentir que ya no quería vivir”, denunciaba en una revista especializada de tenis, añadiendo un episodio de agresión mientras estaban en la casa de Alexander en Montecarlo. Aquel testimonio le ha costado a Sascha, como se le conoce en el circuito, una sombra de sospecha sobre su actitud, tanto es así que Netflix ha decidido no contar con él en su serie documental que está grabando en el circuito. Zverev negó las declaraciones de Sharypova. En cambio, su vida fuera de la pista continuó despertando escándalos. Tuvo una hija con su posterior novia, dejó a la madre y no se ha interesado por la niña. Como decía Ferrero, demasiadas distracciones fuera de la pista.

Alexander Zverev saltó a la fama del tenis con solo 18 años cuando fue capaz de ganarle un set a Rafa Nadal en los octavos de final del Masters 1000 de Indian Wells en 2016. El propio Nadal comentaba en la entrevista posterior que el alemán era “un claro posible número uno mundial de futuro”. Un posible número uno que no está siendo capaz de encarrilar su vida tenística y privada. Camino de los 25 años, ha llegado a ser nº3 del mundo donde llegó en junio de 2017 y no ha conseguido cruzar esa línea. Ha ganado 5 Masters 1000 y unas ATP Finals, pero no ha ganado ningún Grand Slam. Seguramente, su calidad le da para ser uno de los mejores jugadores del mundo pero su actitud le impide dar el paso definitivo para ser el mejor.

Vídeo | Nadal, sobre la reacción de Zverev: "Se merece la sanción, no se puede actuar de esta manera"