Todos se pusieron en alerta. Esta mañana, la llegada de una ambulancia a la práctica de Boca despertó la atención. Es que los médicos de la entidad de la Ribera tomaron esa determinación después de evaluar el estado de salud de Hugo Ibarra que llegó al entrenamiento algo decaído y, tras evaluarlo, quedó internado hasta este jueves en el Hospital Italiano de San Justo. El parte médico indicó que “ingresó a las 11.30 por un sangrado nasal de tres horas de evolución y allí fue atendido por el servicio de Otorrinolaringollogía”. A continuación, comunicó: “Se identificó una epistaxis nasal de origen arterial que fue controlada con un tratamiento local. El paciente se mantuvo estable y se decidió su internación para seguimiento evolutivo”.

Boca es un polvorín: el equipo no encuentra el rumbo y la agitación política promete ponerse peor

El DT de Boca ya se sentía algo incómodo cuando ingresó al predio del club. Un fuerte dolor de cabeza lo tenía mal, pero todo se alteró cuando comenzó a sangrarle la nariz. Inmediatamente los médicos del plantel acudieron a atenderlo y después de unos minutos decidieron ordenar su traslado a un centro médico para hacerle algunos estudios y evitar complicaciones. La situación ocurrió alrededor de las 8 de la mañana, cuando los futbolistas aún estaban en el vestuario cambiándose para comenzar el entrenamiento.

En un primer momento, el cuerpo médico de Boca supuso que se podría tratar de un problema de presión, por lo tanto, entendieron que acudir a una guardia era lo más prudente. Fuentes cercanas a la entidad de la Ribera informaron que Ibarra ya se encuentra mejor y que se quedará en la clínica para estabilizarlo por completo. Roberto Tito Pompei lideró la práctica en ausencia del entrenador.

Hacia la tarde Mauricio “Chico Serna”, del Consejo de Fútbol, llevó calma respecto de la salud de Ibarrra: “Hugo está tranquilo, está super bien, lo van a dejar un día en el hospital por precaución, en un rato saldrá el parte médico. Quiero transmitir tranquilidad y seguramente mañana jueves va a estar en cancha”.

Panorama futbolístico incierto

Mientras tanto, la coyuntura deportiva en Boca tiene las aguas agitadas. Hugo Ibarra empieza a perder crédito por lo mal que juega su equipo, las confusiones en el parado táctico y la elección de nombres que no le brindan garantías: si lo colectivo no funciona, resulta imprescindible que las individualidades se destaquen como en la obtención de la Liga Profesional 2022. Por eso, el entrenador y sus ayudantes empiezan a imaginar variantes pesadas tras la derrota ante Banfield (0-1), en la que el equipo dejó una pálida imagen.

Es que hay jugadores de nombre importante que hace rato no levantan su nivel y se empiezan a barajar, de mínima, cuatro modificaciones. Y no son cambios menores: Sebastián Villa, Guillermo Fernández, Luis Advíncula y hasta Alan Varela corren riesgo de perder el lugar, mientras que Frank Fabra y Darío Benedetto son mirados de reojo. En pocas semanas se le dará inicio a la Copa Libertadores, la gran obsesión xeneize, e Ibarra quiere las seguridades que en este momento le faltan.