Yahoo Noticias Solo Alejandro Valverde se libra del desastre español en el ranking UCI
Agonizando el año ciclista en ruta, y después de casi nueve meses de una intensidad histórica, basta echarle un vistazo al ranking de la UCI para darse cuenta del desastre en el que vive ahora mismo el ciclismo español. Más allá de los fogonazos de Pello Bilbao en el Giro de Italia, de la sobriedad no siempre apreciada de Enric Mas en la Vuelta a España y de las apariciones de Alejandro Valverde, quien, incluso en un año lleno de caídas, consiguió llegar entre los mejores en Lieja y Lombardía, el panorama es tristísimo por muchos motivos.
De entrada, hay que destacar que el murciano sigue siendo el que más puntos acumula a lo largo del año. Va a acabar la temporada ni más ni menos que en undécimo lugar, justificando su elevadísimo salario a los 41 años. Por ponerlo en perspectiva, el año de Valverde -estadísticamente hablando- está por encima del de Matej Mohoric, Remco Evenepoel o el mismísimo Jonas Vingegaard, segundo en el Tour y en la Vuelta al País Vasco. El mérito es enorme, aunque comparar las victorias de Mohoric en el Tour con un buen montón de puestos de privilegios siempre abre un debate algo tramposo.
En realidad, Valverde solo ha conseguido una victoria en todo el año a nivel WorldTour -la sexta del Criterium du Dauphiné-, pero ha hecho de su habitual regularidad un arma muy eficaz para este tipo de clasificaciones acumulativas. A partir de Valverde, se empieza a abrir el vacío: solo Enric Mas, segundo en la Vuelta, aparece entre los cincuenta primeros del ranking (25º), sin una sola victoria WorldTour y la Volta a la Comunitat Valenciana como único gran premio de la temporada. Valverde y Mas. Mas y Valverde. De ellos hemos hablado mucho este año porque aparecían mucho en nuestros televisores. ¿Y el resto de españoles? En las profundidades...
De los cien primeros del ranking, solo siete son españoles... y porque José Herrada se ha colado en el 98º lugar. ¿El resto? Ion Izagirre, Mikel Landa, Pello Bilbao y Alex Aranburu, el flamante fichaje del Movistar para el año que viene, cuyo mejor resultado esta temporada ha sido el triunfo en una etapa de la Vuelta al País Vasco. No sabemos nada de Iván García Cortina ni de Marc Soler ni de Luis León Sánchez, buen ejemplo del alto nivel de la "clase media" española durante muchísimos años. No sabemos prácticamente nada de nadie, por otro lado. España ha dejado de ser competitiva como país.
Otro enorme problema es la edad de nuestros corredores. Hablamos mucho de Carlos Rodríguez y de Juan Ayuso... pero es que más allá de Carlos Rodríguez (20 años) y Juan Ayuso (19), no se vislumbran estrellas en el horizonte. De los siete corredores que se han colado entre los cien mejores del ranking, ninguno es menor de 26 años y cinco superan los 31. Es más, para encontrarnos a un tercer corredor español por debajo de los 25 años, hay que irse hasta el puesto 227º, donde ha acabado el año Roger Adriá, quien llegó a correr el Mundial de este año en una elección algo sorprendente pero esperanzadora.
Los números estremecen más cuando los comparamos con los del resto del pelotón, donde encontramos a tres menores de 25 años entre los nueve primeros (Pogacar, Bernal y Almeida) y hasta ocho entre los treinta y tres primeros (sumen a Evenepoel, Pidcock, Hayter, Philipsen y Honoré). Estamos en un momento de cambio y de esplendor de la juventud, con nuevos sprinters, nuevos vueltómanos, nuevos clasicómanos, contrarrelojistas, escaladores... pero en España no nos queda más remedio que esperar a las dos joyas de la cantera y confiar en que ninguna de las dos se tuerza porque no hay nadie más.
La clasificación por equipos también es un drama: de entrada, ya es terrible que solo haya un equipo español con licencia World Tour, el mil veces criticado Movistar. Uno podría pensar que centrar todo el talento español en un equipo a la larga sería beneficioso, pero, como ya hemos comentado en otras ocasiones, el talento español no está en Movistar ni lo estará en el futuro cercano... y en cuanto al talento extranjero, la búsqueda de un relevo de Nairo Quintana se está haciendo de esperar. Puede que Iván Ramiro Sosa sea el elegido, pero, sinceramente, no tiene pinta.
El caso es que, de los diecinueve equipos World Tour -veinte, si incluimos al Alpecin, que ha ejercido como tal todo el año-, Movistar ha quedado el undécimo. En el total de categorías, el siguiente en la lista es el Caja Rural, en el 33º lugar. Los tiempos de esplendor del Banesto, la ONCE, el Kelme, el Vitalicio, el Euskadi o incluso el CLAS quedan ya tan lejos que son solo materia de nostalgia para cuarentones. España es ahora mismo un país intrascendente en clásicas, en grandes vueltas, en fugas, en contrarrelojes e incluso en etapas de alta montaña. Hay un par de excepciones, muy puntuales, y poco más. Dependemos de los Van Aert, Pogacar, Van der Poel, Evenepoel, Roglic y compañía para mantener la pasión por este deporte en nuestro país. Lo bueno es que hemos aprendido a que eso nos valga. Así nos ahorramos muchos disgustos, la verdad.
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