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Aldana y Grasso las guerreras mexicanas en la UFC que entrenan un un gimnasio único

Es una noche entre semana en un gimnasio ubicado en un centro comercial en Tlajomulco de Zúñiga en el área metropolitana de Guadalajara. El oscuro gimnasio de artes marciales mixtas (MMA por su siglas en inglés) toca música moderna seleccionada por cada uno de sus peleadores, y desde afuera, se asemeja a un club nocturno más que el gimnasio de MMA más destacado en México en la actualidad.

A diferencia de los gimnasios de boxeo, donde sus pugilistas entrenan usualmente durante el día, las estrellas de este gimnasio llegan después de las 9 p.m., para ajustarse a la hora en la que usualmente pelean. Sus estrellas son dos jóvenes peleadoras: Alexa Grasso, de 29 años, actual campeona de UFC en peso mosca, e Irene Aldana, de 35, retadora por el título de peso gallo de este sábado ante Amanda Nunes en UFC 289 en Vancouver, Canadá.

Grasso (16-3) es la primera en llegar al oscuro Lobo Gym, con una cara de niña dulce, pero las apariencias pueden engañar. Es la primera campeona mexicana de UFC, nacida y criada en Guadalajara, y entrena en la Perla Tapatía desde que inició su carrera. Es una de los tres campeones de UFC que México tiene en la actualidad, junto a Brandon Moreno, campeón de peso mosca, y Yair Rodríguez, monarca interino de peso pluma. México es actualmente el país con más campeones del mundo en UFC, junto a Brasil.

El responsable de estas dos grandes gladiadoras mexicanas es el tío de Alexa, Francisco Grasso, dueño de Lobo Gym, una instalación que se ha convertido en el santuario para su sobrina y también de Aldana, una sinaloense que llegó a los 24 años a ese gimnasio y que debutó un año después.

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Irene Aldana antes de su duelo ante Yana Kunitskaya en UFC 264. (John Locher / Associated Press)

Un poco después de la llegada de Grasso, aparece Aldana (14-6), la segunda alumna más avanzada de este gimnasio pues este sábado disputará el título ante la que muchos consideran “la mejor de todos los tiempos”, Nunes (22-5), una campeona que solamente ha perdido una contienda desde 2014.

“Francisco Grasso me impulsó a tomar retos importantes y especialmente creyó mucho en las mujeres”, declaró Aldana, una atleta que probó varios deportes antes de las MMA.

En un país aún atrasado en darle un lugar que se merecen a las atletas femeniles, Aldana y Grasso están rompiendo barreras al colocarse entre la élite de las MMA desde hace varios años.

“Siempre eramos criticadas las mujeres en general. Nos decían ‘las mujeres no sirven para esto, no pueden llegar lejos'. Siempre Francisco Grasso nos defendió de una manera muy honesta y se aferró a creer en nosotras”, indicó Aldana.

Aunque ellas dudaban, Francisco Grasso les prometió que algún día iban a llegar a UFC.

“Él nos decía, estoy 100% que ustedes dos van a llegar a UFC”, señaló Aldana.

El gimnasio, donde hoy en día abundan las mujeres practicando el deporte, así como peleadores extranjeros que han llegado debido a su reputación, parece estar adelantado a su tiempo, pues a pesar de ser pequeño, tiene cuatro peleadores en UFC, la máxima empresa de MMA.

"Las mújeres han liderado el camino para todos los demás. Inclusive los hombres son muy consientes de lo que están haciendo las mújeres", declaró Francisco Grasso a MMA Junkie. Francisco, un expeleador de kickboxing y boxeo en México, inició su gimnasio hace 18 años debido a que estaba en "gimnasios machistas" y quería darle a las peleadoras su lugar.

Aldana es aún pionera en este deporte para México. Y como una mujer que ha sobrepasado los límites impuestos por la sociedad de su país, su carrera en las MMA no es una historia común.

Nacida en Culiacán, Aldana creció en Mazatlán. Se mudó a Guadalajara para estudiar Diseño de Interiores, y luego intentó Diseño Gráfico y Fotografía. De hecho, fue en una sesión de fotografía en su último año universitario en el gimnasio de Grasso que conoció a su ahora entrenador, pues este le prestó el gimnasio para que ella tomara unas fotografías y decidió probar un nuevo deporte. Entrenó y le gustó tanto, que en 2012 hizo su debut al vencer a Sandra del Rincón en una promotora en Zapopan. Dos años después debutó en Invicta, compañía en la que tuvo cuatro triunfos y una derrota. Impresionó tanto ahí que ingresó a UFC en 2016, un logro ya importante para una peleadora que había debutado a los 25 años en el deporte.

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Irene Aldana, a la derecha, observa después de derrotar a Macy Chiasson en un combate de peso de captura de 140 libras durante el evento de artes marciales mixtas UFC 279 el sábado 10 de septiembre de 2022, en Las Vegas. (AP Photo/John Locher) (John Locher / Associated Press)

Arrancó su carrera en UFC con tres victorias, contra Talita Bernardo, Lucie Pudilová y Bethe Correia. Después de que cayó ante Raquel Pennington por decisión dividida en 2019, regresó con un par de victorias importantes, especialmente cuando noqueó a la invicta Ketlen Vieira en 2019, lo que resultó en su primera pelea estelar ante la excampeona Holly Holm un año después. Su forma de pelear ha destacado especialmente por su potencia en los puños, kickboxing y su boxeo, la especialidad de los Grasso. Sin embargo, en los últimos meses también ha mejorado mucho en el jiu-jitsu.

Pero Aldana tuvo una caída muy dura cuando perdió ampliamente ante Holm por decisión unánime. Tras esa contienda, la peleadora mexicana recibió muchas críticas y algunos inclusive comentaron que la mexicana debería dejar su país y entrenar en Estados Unidos si es que quería mejorar.

“Nos decían que no ibamos a llegar lejos si seguíamos entrenando en México. Llegaron algunas personas muy groseras a decirnos que ‘tu entrenador no sirve para nada’. La gente opina demasiado, pero se nos resbaló por completo. Queríamos ser 100% peleadoras entrenadas en México. Nacidas en México, hechas en México y en las buenas y en las malas, con las derrotas y las victorias, nos hemos mantenido aquí”, declaró Aldana.

“A veces nos falta creer un poquito más en México”, añadió la sinaloense.

Tras la derrota ante Holm, llegaron otras dos victorias para Aldana, ante Yana Kunitskaya y recientemente en contra de Macy Chiasson.

Y la oportunidad llegó cuando menos lo esperaba Aldana. UFC le tenía la revancha programada ante Pennington, pero la retadora y excampeona Julianna Peña se lesionó e informó a UFC que no podría enfrentar a Nunes en una tercera ocasión, por lo que el presidente de UFC, Dana White, alzó el teléfono y le dio las buenas noticias a la mexicana: tendría la oportunidad de disputar un campeonato del mundo.

“Ha sido extremadamente rápido. Trato de no ver ni atrás ni adelante. Pero más que nada, trato de siempre vivir al día. Claro que tengo muy presente todo lo que he vivido, más ahorita con estas oportunidades que están llegando y más que nada que es el título”, expresó Aldana a su duelo ante una peleadora a la que muchos consideran la mejor de todos los tiempos.

Su compañera de gimnasio, Alexa Grasso, sabe exactamente lo que está viviendo Aldana.

“Es una oportunidad que no llega del día a la noche nada más, es una oportunidad que se ha estado trabajando muchísimos años. Sé lo que está viviendo, sé lo que está pasando y yo sé que va a dar un excelente papel”, dijo Grasso, quien en marzo vivió lo mismo cuando se vio las caras ante la favorita campeona Valentina Shevchenko por la corona de peso mosca.

Alexa Grasso raises her arms after defeat
Alexa Grasso levanta los brazos tras derrotar a Valentina Shevchenko en un combate por el título de peso mosca de artes marciales mixtas UFC 285 el sábado 4 de marzo de 2023, en Las Vegas. (AP Photo/David Becker) (David Becker / Associated Press)

En un duelo en el que los expertos le daban pocas probabilidades, Grasso derrotó por sumisión a la dominante Shevchenko. Muy pocos le daban oportunidad a Grasso en su contienda ante la campeona, pero aprovechó un descuido de la monarca para hacerle una llave al cuello y rendirla en Las Vegas, para convertirse en la primera peleadora femenil de México en lograr el título en UFC.

“Estamos enfrentando a las mejores de todos los tiempos, son retos increíblemente difíciles”, comentó Aldana.

Aldana, quien no pudo acompañar a Grasso por un problema de visado para su pelea en marzo, dijo que después de que presenció en televisión el triunfo de su “hermanita menor” ante Shevchenk, expresó que cuando la observó ponerse el cinturón de campeona de UFC, se “vino una película a toda velocidad en reversa” de todo lo que pasaron ambas para llegar a ese momento.

“Me la pasé llorando todo el fin de semana. Todo esto me conmovió mucho, me dio mucho sentimiento el ver hasta donde llegamos y todo lo que hemos trabajado para llegar a este momento. Claro que me acordé de nuestras primeras peleas. Todos los obstáculos, las derrotas, lo difíciles que ha sido, pero también lo padre que ha sido. Ha sido un viaje muy largo, pero la verdad que ha sido increíble”, recordó Aldana.

La relación de Aldana con Grasso es descrita por ambas como de “dos hermanas”, pues han vivido un recorrido de más de 10 años juntas en Guadalajara, en las que se motivan la una a la otra, a pesar de haber una diferencia de seis años entre ellas.

“Nuestra vida es aquí. Desayunamos, almorzamos y cenamos MMA”, declaró Aldana, quien se describe como una peleadora seria, agresiva y fuerte “como buena sinaloense”.

“Ella es muy dulce. Es muy tranquila, disciplinada. Yo soy un poquito más rebelde. De carácter más fuerte, pero también soy disciplinada”, indicó la sinaloense al hablar de su personalidad y la de Grasso. Ambas suelen ser personas muy hogareñas y se consideran amigas, al compartirse varias cosas fuera del gimnasio.

Alexa Grasso, left, and Valentina Shevchenko battle
Alexa Grasso, a la izquierda, y Valentina Shevchenko en un combate por el título del peso mosca de artes marciales mixtas UFC 285 el sábado 4 de marzo de 2023, en Las Vegas. (David Becker / Associated Press)

Aldana atribuyó su éxito a las personas que la rodean y a su disciplina.

“Si no hubiera sido por mi entrenador, no hubiera llegado tan lejos, especialmente a la edad en la que empecé este deporte”, dijo la peleadora, quien dijo que su entrega, dedicación, amor al deporte y una obsesión por mejorar también fueron factores para llegar lejos en el deporte.

Sea cual sea el resultado del sábado en Vancouver, Aldana ya ha hecho historia al protagonizar la primera velada de una mexicana en UFC cuando enfrentó a Holm en 2020 y la primera mexicana en disputar una pelea de campeonato en peso gallo.

Por su parte, Grasso ya ha escrito su nombre con letras de oro al ser la primera mexicana en ponerse un cinturón de UFC, en un país que aún está por explotar más en las MMA.

“El objetivo es abrir la primera puerta, para que las mujeres que viene detrás de nosotros lo hagan mejor, porque eso es lo más padre, dejar tu legado. Lo haces de esta manera, el ser la primera en el país, para que las generaciones que vengan tengas más puertas”, aseveró Grasso.

“Siempre cuando empezamos nuestras carreras nos decían, ‘no, en México no van a lograr nada, no van a llegar lejos. No van a llegar jamás campeonas de UFC’”, recordó Grasso, cuyo amor por el gimnasio de su tío, la dedicación, perseverancia y disciplina le han llevado a ser la mejor en su división en la actualidad.

“No es solamente llegar, es destacar, ser el mejor. Es muy importante, que las niñas sepan que sí pueden”, añadió Grasso.

"Queremos que mis alumnos tengan peleas que la gente recuerde toda la vida. Que tengan peleas memorables y pasarles la técnica más limpia que se pueda. Que en Latinoamérica y en especialmente en México las cosas aquí se hacen bien. Que no piense que se tiene que salir del país, que es la única manera de llegar a las grandes ligas, que puede ser alguien, que puedo llegar a brillar. No solo en MMA, queremos que crean más sobre el lugar en el que están", expresó Francisco Grasso.

La actual campeona de peso mosca señaló que su victoria en tres asaltos sobre Shevchenko se debió a que se mentalizó todos los días que iba a ganar el título.

“Me levantaba pensando en que yo soy un campeona. Me esfuerzo, soy disciplinada, hago todo perfecto, me enfoco en ser la mejor en mi clase. Eso lo que te hace ganar en cualquier negocio, carrera. Es fácil llegar para calentar banca y ser asistente, pero si tienes que ser la mejor tienes que hacer lo que nadie más hace”, señaló Grasso. “Soy super extrema con mi disciplina y es eso lo que me ha llevado a ser la campeona, quiero que se quede en México por muchos años”.

Una de las asociaciones más importantes que tuvo Lobo Gym fue al darle la bienvenida en 2018 a dos peleadores brasileños de Brazilian Warriors, Diego Lopes y Alexandre Costa, cintas negras en jiu-jitsu, algo que mejoró el arsenal de Grasso, pues era conocida por su boxeo, pero rindió a la campeona Shevchenko con una guillotina.

También, Grasso incorporó además de su entrenamiento de golpeo, jiu-jitsu, acondicionamiento, a un par de nutriólogos, así como a una entrenadora para la parte mental.

“El que nosotros hemos llegado tan lejos, y juntas, en el mismo gimnasio, representando a México, es muy valioso. Me despierto con ganas de ir al gimnasio. Me despierto todos los días con ganas de comer sano. No hay nada más padre que vivir una vida así. Lo estamos disfrutando mucho y es lo más importante”, expresó Grasso.

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