Acusado de corrupción, líder ecuatoriano usó dinero misterioso y firma de Florida ante riesgo de juicio político

En momentos en que el presidente de Ecuador era amenazado con ser destituido en un juicio político por presunta corrupción, una pequeña empresa de relaciones públicas de Miami recibía un contrato de seis cifras para tratar de conseguir una cobertura favorable de los medios de comunicación a favor del asediado líder.

Pero no en Ecuador, donde era asediado, sino entre los principales medios de Estados Unidos, Gran Bretaña e incluso de Miami, muestran entrevistas y registros públicos revisados conjuntamente por el Miami Herald, OCCRP y Plan V.

Abundan los misterios sobre el pago de $250,000 a la firma de relaciones públicas para mejorar la imagen del presidente Guillermo Lasso. ¿De dónde salió la idea? ¿Para qué lanzar una campaña mediática desde Florida, si luchaba por mantenerse a flote políticamente en Ecuador?

Y en lo que podría tener las mayores repercusiones: ¿De dónde salió el dinero? ¿Eran fondos del erario público ecuatoriano desviados para beneficio personal, lo que sería inapropiado y que la secretaria de Prensa de Lasso niega? ¿Proviene de un benefactor que salió en ayuda de Lasso?, o ¿salió quizás de los bolsillos del propio presidente, un banquero millonario quien en el pasado había aparecido en reportajes señalando que poseía una cartera de bienes raíces en Florida valorada en decenas de millones de dólares?

Si era dinero del propio presidente, ¿entonces por qué se canalizó a través de una pequeña empresa de gerencia de activos con sede en Plantation, Florida, llamada Global Research and Asset Management LLC, también conocida como GRAM, que, según muestran los registros, sirvió de intermediario para contratar a Perceptual Advisors, con oficinas en la Avenida Brickell de Miami?

Lasso, uno de los principales accionistas del Banco de Guayaquil generalmente visto como un buen amigo de los Estados Unidos, no estuvo disponible para hacer comentarios.

GRAM es conducido por Miguel Macías, un ex funcionario del Banco de Guayaquil, según muestran los registros de la corporación de Florida. GRAM es una operación de dos empleados con ingresos anuales de $150,000, según la base de datos de información de la empresa Buzzfile. Macías no respondió a las solicitudes hechas por el Miami Herald y el Nuevo Herald para hablar sobre la operación.

Una ley llamada Ley de Registro de Agentes Extranjeros, o FARA, requiere que cualquier empresa que trabaje en los Estados Unidos en nombre de intereses extranjeros revele sus conexiones para garantizar que el proceso político de los Estados Unidos no sea manipulado por fuerzas ocultas.

Perceptual Advisors cumplió con esos requisitos y reportó correctamente los servicios que prestaba a favor del gobierno ecuatoriano, dijo la cofundadora de la empresa, Claudia Gioia, quien firmó el contrato.

Claudia Gioia is the co-founder of Miami-based Perceptual Advisors.
Claudia Gioia is the co-founder of Miami-based Perceptual Advisors.

Joshua Rosenstein, un experto sobre temas relacionados con la ley FARA para la firma Sandler Rieff Lamb Rosenstein & Birkenstock, dijo que la presentación parece cumplir con los requisitos de divulgación exigidos en Estados Unidos. “No veo nada en la presentación que plantee inmediatamente una preocupación para el FARA”, dijo.

Sin embargo, la situación pudiera ser distinta en Ecuador.

El contrato, por servicios a ser brindados entre el 5 de abril y el 5 de mayo, fue firmado por Macías, como director general de GRAM. Pero en el documento también figura como la persona que actuaba en representación de la Secretaría General de Comunicaciones del Gobierno ecuatoriano. El mismo documento, revisado por el Herald, nombra a Wendy Reyes, secretaria de prensa del gobierno de Lasso, como contacto del gobierno ecuatoriano.

El abogado ecuatoriano Felipe Rodríguez dijo que el contrato plantea posibles problemas legales para el presidente Lasso si, de hecho, se usaron fondos públicos para contratar a la firma de relaciones públicas de Miami.

En circunstancias normales, “los fondos públicos están destinados a salvaguardar la imagen del Ejecutivo, es decir, a preservar la estabilidad”, no la reputación personal de quien ocupa el cargo, dijo Rodríguez, quien mostró preocupación por una de las cláusulas del contrato que invoca a la firma de relaciones públicas a realizar esfuerzos para “minimizar el potencial impacto negativo de la situación política en Ecuador de la reputación y apellido familiar de Lasso.”

Estos riesgos legales, sin embargo, disminuyen si el contrato fue efectivamente realizado con fondos privados.

Según el informe presentado para cumplir con las regulaciones de FARA, Perceptual Advisors contactó a varios medios de comunicación con la esperanza de ofrecer entrevistas con Lasso.

En el documento, Gioia informó que se enviaron correos electrónicos o mensajes de texto a periodistas que trabajan para el Financial Times, el Associate Press, el Wall Street Journal, CNN, el Miami Herald, BBC Mundo y el Washington Post, entre otros.

No hay constancia de que Macías presentara una presentación FARA por separado.

En un correo electrónico enviado a Plan V, una revista ecuatoriana que participó en esta investigación, Wendy Reyes, secretaria de prensa de Lasso, se distanció a sí misma y al gobierno ecuatoriano de la campaña de relaciones públicas.

“No he firmado ningún contrato de relaciones públicas a nombre de la Secretaría General de Comunicación del gobierno… ni hay fondos públicos destinados para ello”, escribió Reyes.

Los esfuerzos de relaciones públicas se diseñaron mientras las fuerzas de oposición en Ecuador preparaban los esfuerzos para enjuiciar políticamente a Lasso, bajo cargos que el presidente ha negado.

Hace dos semanas, justo cuando los adversarios parecían reunir suficiente apoyo, Lasso invocó la disposición constitucional de “muerte mutua” que disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones generales inmediatas, en esencia recortando en aproximadamente la mitad su propio mandato de cuatro años.

Las razones detrás de la decisión de gastar tanto dinero en una campaña mediática en Estados Unidos no son realmente obvias. La administración de Lasso es generalmente vista en Washington como un aliado confiable, aunque pequeño, en una región que durante los últimos años ha recurrido a presidentes de izquierda que critican duramente a Estados Unidos.

Sin embargo, Ecuador ha tenido dificultades para alcanzar el acuerdo comercial con Estados Unidos que ha encontrado grandes obstáculos en el rechazo a nuevos tratados de libre mercado que prevalecen en el Congreso.

Un acuerdo de ese tipo ayudaría al país andino a compensar su desventaja frente a sus vecinos en la cuenca del Pacífico que disfrutan de tratados de libre comercio con Estados Unidos.

La presentación de FARA no es la primera vez que se vincula públicamente a Macías con el presidente ecuatoriano.

En 2017, un informe publicado por el Center for Economic and Policy Research, un grupo de expertos con sede en Washington, lo describió como director en una serie de empresas de maletín de Florida vinculadas a Lasso que emergen como dueños de más de 140 propiedades en el sur de Florida, la mayoría de ellas condominios, valoradas en más de $30 millones.

El hijo de Lasso, también llamado Guillermo, aparecía en el registro original de una de las principales empresas de maletín utilizadas, pero fue pero fue reemplazado por Macías y por la también exfuncionaria del Banco de Guayaquil Euvenia Touriz, según documentos públicos.

Ese cambio se produjo en medio de los esfuerzos en Ecuador, aprobados en un referéndum, para prohibir que políticos puedan esconder activos en empresas de maletín o en paraísos fiscales.

Según la investigación del Center for Economic Policy, Macías y Touriz continuaron abriendo nuevas empresas de maletín en Florida.

Las propiedades inmobiliarias vinculadas a Lasso también fueron destacadas por el diario argentino Página 12, que dijo que el presidente aprovechó el colapso inmobiliario durante la Gran Recesión para comprar propiedades.

La reportera de la Revista Plan V Susana Morán y el investigador Cristóbal Lamar-Salas contribuyeron a esta historia.