Abierto de Palermo: quién es quién en La Natividad, el equipo que quebró al campeón eterno y abre otra era en el polo

El anhelo se cumplió: Barto Castagnola tiene la copa y su mamá, Camila, guarda para la historia la imagen que incluye a Nachi Du Plessis, Polito Pieres y Camilo Castagnola; La Natividad es el campeón del Abierto de Palermo.
Rodrigo Néspolo

Nadie le quitará el trono del polo a Adolfo Cambiaso, pero ahora es rey emérito. El año de la irrupción de la nueva generación terminó siendo el del cambio de guardia. Más que de guardia, de monarca: La Natividad es el campeón mundial de polo. En rigor, del Argentino Abierto, que viene a ser lo mismo. Y los nuevos regentes son sus sobrinos, el jugador más exitoso de 2021 y un sudafricano.

Que fueron, en efecto, el mejor equipo del Abierto de Palermo y de la Triple Corona toda. Un 15-13 tan merecido como vibrante en el desenlace consagró a La Natividad y le cortó a La Dolfina una imponente serie de ocho conquistas consecutivas en La Catedral. Coincidieron dos cosas para ello: el defensor del cetro cambió de formación y recorrió un año de transición, y el nuevo monarca ajustó algunas cosas fuera de la cancha y usufructuó la natural mejora de esos adolescentes formidables que tiene.

Barto Castagnola no dio más de euforia y se fue a festejar a los palenques antes de saludar; volvió al centro de la cancha y chocó manos con los adversarios antes de abrazarse con los suyos.
Rodrigo Néspolo


Barto Castagnola no dio más de euforia y se fue a festejar a los palenques antes de saludar; volvió al centro de la cancha y chocó manos con los adversarios antes de abrazarse con los suyos. (Rodrigo Néspolo/)

Bartolomé (h.) y Camilo Castagnola confirmaron, con la copa más grande de este deporte, que ya son estrellas mundiales de este deporte, a punto de cumplir 21 (el martes 28) y 19 (mañana) años. Pablo Pieres, a sus 35, coronó su carrera de polista con lo que quiso toda la vida, y salió de esa prestigiosa pero indeseada lista corta de polistas de 10 goles que jamás conquistaron el Argentino Abierto. E Ignatius Du Plessis, el menos conocido de los cuatro, el extranjero, puso a Sudáfrica en la vitrina más grande en este deporte. Los cuatro fueron demasiado para un rival que se las veía venir, que sabía que los de verde jugarían rapiditos y que eligió cortarles el ritmo con un polo moderno.

La Dolfina decidió jugar corto, asegurar la posesión y buscar el hueco para pasar. Cambiaso fue back y conductor. Más conductor que armador. Un contraste simbolizó el planteo táctico del partido: el otro back, Du Plessis, defendió y sacó de fondo pero cuando tuvo la chance pegó largo hacia delante. A un compañero, no a la nada. Y los de adelante de La Natividad vuelan... En ese contexto de lo que en el rugby sería ataque de forwards (La Dolfina) contra ataque de backs (La Natividad), el equipo verde defendió con la fortaleza de Springboks y avanzó con la contundencia de All Blacks y la belleza del Francia champagne.

Golazo entre Camilo y Barto

Así se puso 10-5 en el quinto chukker. A los de azul todo les costaba demasiado en la ofensiva, y en ese esquema de polo cerrado terminaba jugando de a tres, con Alejandro Muzzio demasiado lejos arriba, esperando un pase que nunca llegaba. El marplatense no consiguió sacar de escena a Du Plessis, que se involucró mucho en el juego. Pero el mejor fue Barto Castagnola. Defensor-bombero si hacía falta, poniendo el cuerpo en cada cruce con su tío Cambiaso, despierto en los throw-ins, efectivo en las corridas, goleador. Y siempre cerebro, teniendo en la mente la jugada con que podía habilitar a un compañero si la esfera blanca aparecía en sus dominios.

La incredulidad del jugador más valioso

Su hermano Camilo le pegó a la bocha como siempre, de lleno; impecable en las ejecuciones. Redondeó una buena actuación final en una Triple Corona que lo consagró como un jugadorazo, quizás el mejor atacante del planeta hoy por hoy. Rápido, taqueador, frío para definir. Disciplinado y limpio en la cancha; callado pero temperamental fuera de ella. Con espíritu de adolescente: disfruta el polo en rueda, el polo en moto, el polo en cualquier versión divertida.

Polito Pieres esta vez no deslumbró, pero aportó lo suyo y cerró un 2021 inolvidable para él, con varios de los trofeos más importantes del polo, incluidos los de los abiertos de Hurlingham y Palermo. Casi un desquite para el Pieres primo que estuvo cinco años en Ellerstina y aun así no llegó a levantar el copón de Palermo. Apostó a este proyecto de los chicos Castagnola, a su estupenda relación con Lolo Castagnola, a ser campeón en un equipo en ascenso. No funcionó en el primer año; explotó en el segundo, cuando el otro Pieres invirtió a fondo en caballada y se mudó a Cañuelas para convivir con sus compañeros. Se tomó a fondo la capitanía. Profesionalismo a tope.

La felicidad inconmensurable de Polito Pieres

Antes de la final, en el festival de bandas militares, sonó el himno de Sudáfrica por Du Plessis. Nachi llegó al alto handicap nacional hace algo más de una década y siempre anduvo merodeando los buenos equipos. Fue suplente de Ellerstina y en esa condición había protagonizado su única final de Palermo, en 2014. Esta vez no sólo fue titular; vivió su mejor temporada y ahora sí quebró a La Dolfina, con gran incidencia de su parte. Nachi, con ese apodo tan argentino, tuvo mucho que ver con las dos conquistas de La Natividad en la temporada.

Y detrás de todo está Lolo Castagnola. El tipo que, habiendo jugado 12 definiciones del Argentino Abierto (siete ganadas, cinco perdidas), se pone más nervioso cuando son sus hijos quienes están en la cancha. El que hizo de todo para que sus chicos llegaran lejos en esto. El que quería “envejecer” antes de tiempo para ya estar disfrutando lo que Barto y Jeta hicieran en los grandes torneos. El que después de salir de La Dolfina en 2010 y de un breve paso por Estancia Grande, se puso su propia camiseta, usó el nombre de su propio club y llevó adelante la génesis de La Natividad en la Triple Corona, en 2012 y 2013. Hoy es una suerte de segundo director técnico del cuarteto, detrás de ese sabio del polo que es Pepe Heguy. Pero es más: el alma mater de La Natividad.

Lolo: agradecimiento al padre y recuerdo a Nicolás Pieres

Jugaba al pato en Lugano. Empezó “de grande” en el polo, a los 15, 16 años. Se mudó a Cañuelas. Y ahora es el hombre más feliz del planeta. Él creó a este campeón del mundo. El nuevo rey. Al menos por un año. Pero da la impresión de que La Natividad gobernará varias veces este deporte.

Síntesis de La Natividad 15 vs. La Dolfina 13

  • La Natividad: Camilo Castagnola, 9; Pablo Pieres, 9; Bartolomé Castagnola (h.), 9, e Ignatius Du Plessis, 9. Total: 36.

  • La Dolfina: Alejandro Muzzio, 8; Francisco Elizalde, 9; David Stirling, 10, y Adolfo Cambiaso, 10. Total: 37.

  • Progresión: La Natividad, 3-1, 4-4, 6-4, 9-5, 10-6, 11-7, 13-9 y 15-13.

  • Goleadores de La Natividad: C. Castagnola, 6 (3 de penal y 1 de córner); Pieres, 2; B. Castagnola, 6, y Du Plessis, 1. De La Dolfina: Muzzio, 3; Elizalde, 2; Stirling, 2, y Cambiaso, 6 (3 de penal).

  • Jueces: Gastón Lucero y Guillermo Villanueva (h.). Árbitro: Martín Pascual.

  • Cancha: Nº 1 de Palermo.

Los premiados

  • Trofeo Gonzalo Heguy al mejor jugador de la final: Bartolomé Castagnola (h.).

  • Premio Javier Novillo Astrada al máximo goleador del campeonato: Camilo Castagnola, con 47 tantos.

  • Trofeo Revelación Rubén Sola: Adolfo Cambiaso (n.).

  • Copa Fomento Equino al jugador mejor montado de la final: Pablo Pieres.

  • Premio Gonzalo Tanoira al polista mejor montado del certamen: Adolfo Cambiaso (h.).

  • Premio Fair Play al jugador más disciplinado del torneo: Camilo Castagnola.

  • Premio Reconocimiento a la Trayectoria: Adolfo Cambiaso (h.).

  • Copa Lady Susan Townley al mejor caballo jugador de la final: Monkey Puzzle, de Pablo Pieres.

  • Premio Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo al mejor producto jugador inscripto raza polo argentino y Premio Sociedad Rural Argentina: Open Easy Game, de Bartolomé Castagnola (h.).

Ignatius Du Plessis, Bartolomé Castagnola (h.), Pablo Pieres y Camilo Castagnola: buenos jugadores y buenos compañeros que ahora son los campeones del polo.
Rodrigo Néspolo


Ignatius Du Plessis, Bartolomé Castagnola (h.), Pablo Pieres y Camilo Castagnola: buenos jugadores y buenos compañeros que ahora son los campeones del polo. (Rodrigo Néspolo/)