Al menos 51 muertos por las fuertes lluvias en Haití, también sacudido por un terremoto

Al menos 51 personas murieron, 18 están desaparecidas y 140 resultaron heridas durante el fin de semana en Haití, cuando la frágil nación se vio azotada por lluvias torrenciales que convirtieron las calles del país en caudalosos ríos llenos de lodo.

La más reciente actualización sobre el desastroso fin de semana ocurrió mientras la Oficina de Protección Civil también respondía el martes a un terremoto de magnitud 5.5 en la región suroeste del país que dejó al menos tres fallecidos y y 28 heridos.

Las tres muertes ocurrieron cuando dos casas de la localidad costera de Jérémie, en la región de Grand’Anse, se derrumbaron durante el sismo, según la Oficina de Protección Civil. La Carretera Nacional No. 7 también está bloqueada a la altura de Morne Rampe, entre Jérémie y la ciudad suroccidental de Les Cayes. La zona fue sacudida por un terremoto de magnitud 7.2 el 14 de agosto de 2021, apenas cinco semanas después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise.

Funcionarios de la Oficina dijeron que todavía están evaluando los daños del terremoto y la devastación causada por las lluvias torrenciales que azotaron el país el viernes y el sábado, pocos días después del inicio de la temporada de huracanes el Atlántico, que val del 1 de junio al 30 de noviembre. Las tormentas derribaron árboles en comunidades rurales del sureste, arrasaron cultivos en la región de la Meseta Central e inundaron viviendas y vehículos en ciudades como Léogâne, al sur de la capital, donde murieron 24 personas.

La tormenta inundó 31,591 casas, de las cuales unas 820 quedaron destruidas, y dejó sin hogar a 39,458 familias, según la Oficina de Protección Civil.

Las tormentas también suscitaron preocupación por el brote de cólera en curso, que resurgió en Haití como consecuencia de los violentos enfrentamientos entre pandillas que cortaron el acceso al agua potable en los barrios marginales de la capital. La mortal enfermedad transmitida por el agua se ha extendido desde entonces por todo el país.

El Servicio Marítimo y de Navegación de Haití informó que sus equipos de señalización marítima habían resultado dañados o arrastrados por las inundaciones en las regiones sudoriental y occidental. Los puertos de Puerto Príncipe, Marigot, Anse-à-Pitres y Belle-Anse se vieron afectados.

La dependencia también confirmó que tres personas murieron el sábado por la mañana cuando un barco, el Metropolis, se volcó mientras viajaba entre puertos. El número de supervivientes, que inicialmente se creía que había sido de 14, fue en realidad de 20, informó la dependencia.

Mientras continúan las evaluaciones, el país sigue preparándose para más lluvias que se esperan esta semana, advirtieron las autoridades.

El lunes, municipios del noreste —Ouanaminthe, Mont-Organisé y Ferrier— y de la región central —Belladère— registraron fuertes lluvias, acompañadas en algunos casos de viento y tormentas eléctricas.

“Unas 48 horas después de las fuertes lluvias caídas en el país, varios ríos seguían creciendo, mientras que otros continuaban bajando”, informó el martes la Oficina de Protección Civil. “Varios municipios siguen inundados”.

Especialmente preocupante era la región de Grand’Anse, donde ocurrió el sismo el martes poco después de las 5 a.m. Al menos cuatro ríos del departamento experimentaron importantes crecidas: el Grand’Anse en Jérémie, Ladigo y Mouline en Beaumont y La Hatte en Pestel. Los tres municipios de Irois, Pestel y Beaumont registraron inundaciones en las últimas 72 horas.

También hubo crecidas o desbordamientos de ríos en la vecina región de Nippes y zonas como Desruisseaux, en la ciudad de Miragoâne, también se inundó.

La región más afectada por las lluvias fue el oeste, donde está la capital, Puerto Príncipe.

“Al menos cinco municipios del departamento registraron importantes inundaciones y daños”, Arcahaie, Carrefour, Ganthier, incluido Fonds-Parisien, Gressier y Léogâne, indicó la Oficina de Protección Civil. “Las fuertes inundaciones y desbordamientos de los ríos Grise y Rouyonne afectaron fuertemente a las comunidades vecinas”.