500 Millas de Indianápolis: Agustín Canapino y un accidente que no mancha la tarea

Así se vio desde la onboard de Agustín Canapino el relanzamiento y el toque final del accidente
Así se vio desde la onboard de Agustín Canapino el relanzamiento y el toque final del accidente - Créditos: @Captura

Una tarea magnífica, de ensueño, que terminó de la forma más dolorosa y angustiante. Un trabajo que excede cualquier clasificador. Noventa años después de que Raúl Riganti se convirtiera en el único piloto argentino en terminar las 500 Millas de Indianápolis, Agustín Canapino quedó a tiro de repetir la hazaña. La estadística señalará que ocupó el puesto 26 de la tradicional carrera en el óvalo estadounidense, por la sexta fecha del calendario de IndyCar, pero la actuación del Titán quedará en el recuerdo.

Una labor destacadísima en su primera experiencia en la categoría que se deformó con el trompo y accidente, a falta de siete vueltas para la bandera a cuadros, en su afán por esquivar el roce que tuvieron el neozelandés Scott MacLaughlin y el francés Simon Pagenaud. Un golpe que no deberá socavar el espíritu de quien, con el auto con los colores de la bandera argentina, le devolvió el brillo internacional al automovilismo nacional en el primer triunfo de Josef Newgarden (Team Penske). “Me da pena no haber terminado la carrera, era un broche hermoso. Ojalá que pueda tener una segunda oportunidad el año que viene”, comentó el arrecifeño.

Agustín Canapino y una tarea fantástica que quedó opacada por el accidente
Agustín Canapino y una tarea fantástica que quedó opacada por el accidente - Créditos: @Michael Conroy

La clasificación, en el puesto 27, resultó una verdadera demostración de las virtudes de Canapino. Y el progreso continuó durante los entrenamientos y el sexto puesto en el día final de prácticas, en el Carb Day. En la pista, el día de la carrera, la labor fue de menor a mayor y hasta llegó a ocupar el puesto tres en el clasificador.

El desenlace tuvo múltiples accidentes: el sueco Felix Rosenqvist y el estadounidense Kyle Kirkwood, en el giro 184, provocó un cambio de dirección. Porque la detención modificó las estrategias, con la aparición de la bandera roja a falta de 14 vueltas. Canapino, en ese instante, ocupaba el tercer lugar del clasificador, aunque debía repostar combustible. La tensión y la emoción se podía observar en el box. Con el Auto de Seguridad en la pista, el arrecifeño ensayó la detención -lenta- y fue devuelto a la pista en el puesto 17.

Josef Newgarden, el ganador en la dramática y accidentada 500 Millas de Indianápolis
Josef Newgarden, el ganador en la dramática y accidentada 500 Millas de Indianápolis - Créditos: @Darron Cummings

El relanzamiento fue el final para el arrecifeño, que no logró sortear el roce y después de golpear con el muro se quedó sin dirección y no pudo evitar el golpe contra el mexicano Patricio O’Ward, que en su intento por llegar a la cabeza de la carrera se estrelló con fiereza contra el muro. Después de la situación que tuvo entre los involucrados a Canapino se produjo una nueva bandera roja, que dejó abierto el final con apenas tres giros por delante.

Después de 190 y pico de vueltas un resultado así, duele. Pero mala suerte, son cosas de las carreras. Es una pena, porque veníamos bien: estábamos en el top 15 a falta de 10 vueltas. Relancé bárbaro, pude pasar a tres autos, y justo cuando se pega Pato O’Ward ponen bandera amarilla. MacLaughlin lo toca a Pagenaud en la desaceleración y Pagenaud me queda delante, entrando en trompo. Para evitar el golpe con él pierdo el auto y me voy contra el muro… Mucha mala suerte, porque estábamos muy cerca del final, con buenas posibilidades de un top 15 y por qué no pelear por un top 10″, relató Canapino, en diálogo con ESPN.

Para descubrir las dificultades que debió sortear Canapino en las 500 Millas de Indianápolis hay que enfocarse en la jerarquía de los rivales. Cuatro expilotos de Fórmula 1 y nueve nombres que ya conocen el dulce sabor de la victoria, es una parte de la historia; la restante, las gigantescas diferencias entre el poder de las estructuras: Juncos Hollinger Racing desanda la primera temporada con dos autos -el arrecifeño se sumó al británico Callum Ilott-, mientras que equipos como Chip Ganassi Racing, Arrow-McLaren o el Andretti Autosport presentan cuatro autos.

“La idea era aprovechar la estrategia y cada vez que tenía aire limpio giraba rápido: eso nos permitió estar de 22 a 17. Por eso al final estaba peleando con los pilotos de los equipos grandes. Cada vez que me subo al auto sigo aprendiendo, me siento mejor y más cómodo. Voy evolucionando, nunca dejo de aprender porque recién estoy empezando”, analizó el arrecifeño cómo trazaron el modo de correr una carrera que precisa de velocidad y mucha estrategia para manejar el consumo de combustible y el desgaste de los neumáticos.

Sting Ray Robb, accidente y primera bandera amarilla de las 500 Millas de Indianápolis; el golpe contra el muro fue en el giro 92 de los 200
Sting Ray Robb, accidente y primera bandera amarilla de las 500 Millas de Indianápolis; el golpe contra el muro fue en el giro 92 de los 200 - Créditos: @Tom Hemmer

El tradicional óvalo siempre ofrece un vibrante espectáculo y también arroja sorpresas. Una carrera que empezó con alternativas antes de la bandera verde -largada-, cuando el auto de Graham Rahal quedó detenido en el asfalto, mientras el resto de los 32 pilotos iniciaba la vuelta previa. La participación del estadounidense en las 500 Millas de Indianápolis fue novelesca: eliminado en Last Chance en el último intento por su compañero Jack Harvey, descubrió una butaca tras el accidente de Khaterine Legge y Stefan Wilson en la anteúltima práctica y que derivó en una fractura de vértebra para el británico. No solo cambió de equipo -del Rahal Letterman Lanigan Racing al Dreyer & Reinbold Racing-, también de motor: de Honda a Chevrolet.

Agustín Canapino y una experiencia inolvidable en las 500 Millas de Indianápolis
Agustín Canapino y una experiencia inolvidable en las 500 Millas de Indianápolis

La primera bandera amarilla apareció en el giro 92, con el accidente del rookie Sting Ray Rob. La neutralización promovió un ingreso masivo a los pits y también el descontrol, con el encontronazo entre dos candidatos a la victoria: Rinus Veekay -había señalado el segundo mejor puesto- salió patinando, de costado por el cambio de grip, y es embestido por el poleman Alex Palou, que se encontró con el auto del neerlandés cruzado en su camino sin posibilidad de esquivarlo.

No fue el único incidente en la calle de boxes: Legge a punto estuvo de estrellarse contra el muro; también el danés Christian Lundgaard, que equivocó el espacio y golpeó un neumático en la desesperación de eludir a un mecánico. Otro momento de tensión lo protagonizaron Colton Herta y Romain Grosjean, ambos integrantes del Andretti Autosport: el estadounidense chocó al expiloto de F.1, después de que los ingenieros apuraran el regreso a la pista. El suizo-francés tuvo un desenlace de carrera oscuro, al golpearse contra el paredón en el giro 150.

Pasaron 83 años desde la última participación de un piloto argentino en las 500 Millas de Indianápolis, Canapino volvió a ondear la bandera y demostró en la pista toda su jerarquía.