A 30 años de un podio irrepetible: Prost, Senna y Schumacher, juntos en el GP de España

El podio histórico: Ayrton Senna, Alain Prost y Michael Schumacher en el GP de España de 1993; entre los tres concentraron 14 títulos mundiales
El podio histórico: Ayrton Senna, Alain Prost y Michael Schumacher en el GP de España de 1993; entre los tres concentraron 14 títulos mundiales - Créditos: @Jean-Marc LOUBAT

Se cumplen 30 años de un podio irrepetible: el GP de España de 1993, corrido en el circuito de Montmeló (Barcelona) tuvo como ganador al francés Alain Prost con su Williams; lo escoltó Ayrton Senna a bordo de un McLaren, y tercero fue Michael Schumacher con un Benetton. Si bien el alemán aún no había ganado ninguna corona mundial, aquel trío concentró cifras únicas: 14 títulos, 183 carreras ganadas y 341 podios entre los tres. Fue la única vez que los tres campeones coincidieron en una premiación. Y el brasileño moriría al año siguiente.

A contramano de lo que sucede en la F1 actual, en la que los Williams están entre los autos más lentos de la parrilla, hace 30 años dominaban. En aquella temporada 1993, en la que los pilotos tenían múltiples ayudas de la tecnología, eran los más veloces. La escudería inglesa tenía como figuras a Prost y Damon Hill. El francés, de hecho, partió en la primera fila en las 16 carreras de la temporada. En 13 de ellas hizo la pole position. Y lo siguió Hill. Ese 1-2 era un preludio de lo que ocurriría en la competencia por los puntos. Tercero fue Senna, con su McLaren, pero a casi dos segundos de distancia. Y cuarto, un juvenil Schumacher, que ya daba muestras de su talento para manejar. Los cuatro serían los grandes protagonistas de la carrera principal.

El Gran Premio comenzó con problemas para Prost: su caja automática no ponía la primera marcha. Debió hacerlo en forma manual y eso le hizo perder tiempo. Hill lo aprovechó y lo sobrepasó. Los Williams se cortaron en la vanguardia y la lucha por el primer puesto fue, durante varias vueltas, un monólogo entre los dos pilotos de aquella escudería. Detrás, otro combate: por el tercer puesto peleaban Senna, que llegaba como líder del mundial de pilotos a la cita catalana.

En la vuelta 11, Prost encontró la forma de sobrepasar a su compañero de equipo y el 1 de la carrera cambió. Sin embargo, y aunque los dos Williams eran los autos más veloces de todos los que estaban en la pista, ambos tenían algún problema mecánico. El francés seguía con problemas en los cambios y más tarde denunciaría ciertas “vibraciones”, producto de algún tornillo flojo durante el ingreso a los boxes para el recambio de neumáticos.

Hill la pasaría aún peor. Tuvo una pérdida de aceite en su auto y debió abandonar en el giro 41. Esa avería en su Williams terminaría siendo fundamental para conformar un podio histórico entre tres campeones del mundo. El abandono del británico circunscribió el espectáculo a la lucha por el segundo puesto. Prost se había cortado en la punta. Senna, veloz como siempre, había sacado una brecha de 20 segundos sobre Schumacher, a quien incluso había perdido de vista y quien ya había cambiado los neumáticos. Podía parar en boxes sin problema.

La escala en los pits acercó a ambos. Schumacher aceleró y quebró los registros del récord de vuelta. Mientras Prost le sacaba una vuelta al cuarto en la clasificación, el alemán volaba y se acercaba a apenas 2,6 segundos de Senna, que no sólo lo veía por los espejitos sino que ahora estaba obligado a defender su segundo lugar. Un contratiempo, sin embargo, frenó a Schumacher: en la última vuelta se fue de pista para sobrepasar al Lotus del italiano Alessandro Zanardi, que se había incendiado. Nadie lo sabía, pero se había consumado un podio histórico e irrepetible.

Prost se encamina al triunfo con su Williams
Prost se encamina al triunfo con su Williams

“Fue una carrera con todas las letras, no estábamos jugando”, dijo Hill tras su abandono, y al ser consultado por la lucha por el primer puesto con su compañero de Williams, Alain Prost. Senna, que terminó segundo, tuvo su casco manchado por el aceite de los autos que debieron abandonar por problemas de motor. El brasileño, que también tuvo problemas mecánicos, confesó: “Tuve muchos problemas con el tráfico también. En las últimas vueltas apenas podía ver porque mi visor estaba lleno de aceite. Fue a cinco o seis vueltas del final. Aunque intentara limpiar el visor, no tenía buena visibilidad. Creo que está muy mal que un piloto rompa el motor y siga corriendo”. Teléfono para Zanardi. E incluso para Hill, que corrió varias vueltas con su Williams averiado.

Senna también habló de Prost: “Esperaba que tuviera problemas, pero eso no ocurrió. Terminar segundo en estas circunstancias es un resultado excelente”. El francés, por su parte, contó tras terminar primero y quedarse con el Grand Prix: “Al comienzo no pude cambiar de primera a segunda marcha y perdí mucho tiempo”, confesó. Y agregó: “La ventaja que tenía es que frenaba más tarde al final de la recta. Tuve algunos problemas con el tráfico y debí hacer muchos sobrepasos. El auto empezó a dar tumbos y saltar, fue muy duro. Fue una de las carreras más difíciles que corrí. No podía manejar más rápido de lo que lo hice”, apuntó el galo.

Las estadísticas aportan otra curiosidad de aquel podio histórico, en el que sobresalió la sonrisa juvenil de Schumacher por sobre la templanza de dos veteranos como Prost y Senna. En aquel GP de Barcelona de 1993, el brasileño ya tenía tres mundiales y su colega francés, cuatro. Entre los dos sumaban siete, los mismos títulos que el alemán cuando se retiró. Además, cuando el piloto germano decidió ponerle fin a su carrera tenía 91 carreas ganadas. Apenas una menos que Prost (51) y Senna (41)... juntos.