¿Genios o mañosos? La polémica jugada de McKinnon y los Kansas City Chiefs con la que ganaron el Super Bowl

No existe un Super Bowl que no tenga una jugada que les cambie el rumbo a los partidos, y que casi defina al campeón. Así como la recepción de David Tyree con la ayuda de su casco en la final que los Giants le ganaron a los Patriots. O la atrapada de Julian Edelman entre tres defensivos de Atlanta y a centímetros de que el balón pegara en el suelo en la edición 51.

En la última final de la NFL, Jerick McKinnon le dio toda una vida a los Chiefs con una jugada inteligente y que le valió para que el equipo se pudiera coronar como los nuevos monarcas de la liga. Después de un partido que se mantuvo plenamente cerrado, la ventana de la victoria se le presentó al equipo que ahora disfruta del título.

En la recta final del encuentro, el marcador final se mantenía empatado a 35 puntos. Con poco más de dos minutos en el reloj, Pat Mahomes comenzó la comandancia de su equipo para romper el empate. Cuando menos opciones le quedaban al equipo, Philadelphia regaló un castigo a la defensiva que le dio vida a los Chiefs. Después, el propio Mahomes pegó una carrera larga para penetrar el campo de los Eagles. A partir de ese momento, los Chiefs arrancaron desde la yarda 10.

La nueva jugada para ganar el encuentro salió a la perfección. McKinnon se colocó detrás del lado fuerte de la línea ofensiva y tenía que correr al lado contrario. El centro salió y todo salió como debía. A pesar de que la línea defensiva y los linebackers fueron sobrepasados, el perímetro de Philadelphia poco pudo hacer y dejó un hueco enorme por el que McKinnon pudo haber anotado, sin embargo, el jugador de Kansas se deslizó en la yarda dos, sin salirse del campo.

Eso representó que el cronómetro siguiera su marcha. De haberse salido o anotado, a la escuadra verde le quedaban un minuto y 40 segundos para buscar revertir el marcador y simplemente se habría complicado todo para los Chiefs. Travis Kelce, después de participar en el acto, hizo un claro gesto de que acababan de hacer algo sumamente inteligente para ganar el encuentro. Aunque a muchas personas no les agradó dicha jugada por no querer intercambiar el balón y permitirle al rival que tuviera una oportunidad más. Pero en el amor y el futbol americano, todo se vale.

Después de la inteligente jugada del corredor de Kansas, las Águilas tuvieron que quemar su último tiempo fuera para detener el reloj. Luego de ello, los Jefes decidieron hincarse dos veces para agotar los pocos segundos que quedaban.

A la postre, Andy Reid gastó un último tiempo fuera más para enviar a su pateador Harrison Butker a que definiera el encuentro con un gol de campo de 27 yardas. Butker lo consiguió y ahí sentenció el juego. A pesar de ya llevar la ventaja y que quedaban unos cuantos segundos en el marcador, los Chiefs tuvieron que despejar y esperar a que no ocurriera un accidente.

Filadelfia intentó recibió el ovoide y con una sola oportunidad intentaron lanzar un Ave María que se quedó en simple plegaria porque el balón no pudo llegar hasta el otro costado de la cancha. En ese mismo momento, el costado de los Chiefs se vació por la alegría de conseguir un trofeo más.

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