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El 10 perfecto de Nadia Comaneci

En 26 segundos y durante los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, Nadia Comaneci alteró el curso de la historia de la gimnasia. Volando desde la barra baja hacia la alta y repitiendo el movimiento cinco veces, mostró un arte jamás visto. Y cuando su rutina llegó al final —momento en el que puso los pies sobre la colchoneta luego de un giro completo y una media vuelta— los jueces no tuvieron otra opción que calificarla con un 10 perfecto, una puntuación que ninguna gimnasta había conseguido antes.

¿Fue su performance realmente perfecta? Ella no cree que lo fuera, incluso piensa que podría haberlo hecho mejor… pero la rutina que mostró ese día en las barras asimétricas fue lo más cercano a la perfección que jamás se haya visto. Y, por tanto, el resultado obtenido fue acorde a su inolvidable actuación.

Seis veces más Comaneci logró puntuaciones perfectas en esos Juegos Olímpicos, siempre en las barras asimétricas y en la barra de equilibrio. Su cosecha total de medallas también fue impresionante: tres de oro (all–around, asimétricas y equilibrio), una de plata (competencia por equipos) y una de bronce (suelo).

Tras llegar a Montreal con apenas 14 años y un apellido desconocido para el mundo, la menuda rumana que asombró al público con su gracia y agilidad se retiró de Canadá siendo simplemente como Nadia. Treinta y seis años y ocho Juegos Olímpicos más tarde, su actuación sigue siendo el sueño a alcanzar por todas las gimnastas en actividad.