Llega la hora del veterano argentino Prigioni en los New York Knicks

Tras pasar gran parte del año como suplente con pocos minutos en la cancha, el veterano argentino Pablo Prigioni encontró finalmente su lugar en los New York Knicks, lo que coincide con una buena racha de su equipo en una etapa clave de la temporada regular de la NBA. Prigioni ha formado parte del quinteto titular en los últimos cinco partidos de los Knicks con un saldo de igual número de victorias, incluyendo el triunfo el martes por la noche en Boston ante los Celtics (100-85). El base argentino, de 35 años, que tiene un promedio de apenas 15 minutos por partido en lo que es su primera temporada en la NBA, jugó casi 30 minutos en Boston, aportando 7 puntos, 5 asistencias, 2 robos y tres rebotes, una producción más que digna. Procedente del Caja Laboral de España, Prigioni llegó a los Knicks no sin falta de polémica, a raíz de su edad y su inexperiencia en lo que se considera la liga de baloncesto más competitiva del mundo, si bien el argentino fue campeón olímpico en Atenas-2004 y tiene una vasta trayectoria internacional. Por ello, el entrenador Mike Woodson ha priorizado a lo largo de la temporada a otros armadores, como Raymond Felton, J.R. Smith, la veterana estrella Jason Kidd (de 40 años y que también llegó a los Knicks este año) o Iman Shumpert. Prigioni, que ha jugado 65 de los 69 partidos de su equipo hasta el momento, fue utilizado sobre todo para dar descanso a los bases titulares. Sin embargo, una serie de lesiones de compañeros a mediados de marzo allanó su camino al quinteto titular en un momento clave para los Knicks. En efecto, Prigioni jugó su primer partido como titular diez días atrás ante los Jazz en Utah (90-83), noche en la que su equipo cortó una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas en su gira por el Oeste. Desde entonces, se sucedieron triunfos ante los Orlando Magic, Toronto Raptors (dos veces) y los Celtics. El entrenador Woodson está satisfecho con el actual juego del equipo, tras un par de meses de altibajos e interrogantes. "Está funcionando y creo que tiene mucho que ver con el hecho de que Pablo ha estado muy enfocado en defensa para nuestro equipo durante toda la temporada", afirmó días atrás. Las buenas actuaciones de Prigioni han llevado a los analistas a pedir más minutos para el argentino de aquí al resto de la temporada, e incluso a los 'playoffs', para los que los Knicks ya están clasificados. "Los números y lo que ven los ojos dictan que Prigioni necesita estar en la cancha. Hace a los Knicks un mejor equipo y a los jugadores que están a su alrededor también", indicó el experto del canal CBS John Schmeelk en una columna. Schmeelk sabe que una mayor presencia de Prigioni en la cancha significa menos minutos para Jason Kidd, pero apoya la decisión. "Ayuda a los Knicks a mover mejor la pelota y jugar mejor en defensa, los dos puntos más débiles del equipo. Si eso significa menos minutos para Kidd o incluso para Iman Shumpert, que así sea. Su desempeño ha sido mejor que el de ellos dos", afirmó. En el sitio especializado en deportes Bleacher Report, Roon Blitzer coincide: "Prigioni es el jugador de los New York Knicks que merece más reconocimiento". "Muchos de los Knicks han sido culpados cuando las cosas no salieron (...), pero cuando se debe reconocer lo que ha sido realmente una sólida temporada, un jugador que lo merece es siempre olvidado en el reparto de elogios. Ese hombre es Pablo Prigioni", señaló. Por su parte, el argentino, que no se considera un "novato" a pesar de que para los estadounidenses lo es sobre el papel, se mantiene discreto. "Vine a jugar a un país diferente, una liga diferente, con jugadores diferentes. Me metí en la cabeza que tenía que ajustarme a todas esas cosas cuantos antes. Presto atención en cada entrenamiento y trato de ayuda al equipo con mi juego", sostuvo en unas recientes declaraciones radiofónicas. Tras pasar gran parte del año como suplente con pocos minutos en la cancha, el veterano argentino Pablo Prigioni encontró finalmente su lugar en los New York Knicks, lo que coincide con una buena racha de su equipo en una etapa clave de la temporada regular de la NBA. El base argentino de 35 años, que tiene un promedio de apenas 15 minutos por partido en lo que es su primera temporada en la NBA, jugó casi 30 minutos en Boston, aportando 7 puntos, 5 asistencias, 2 robos y tres rebotes, una producción más que digna.