James y Navas abren debates en el Real Madrid

La excelente actuación tanto del portero costarricense como del atacante colombiano en el partido del Real Madrid contra el Betis benefician al club, que consiguió una contundente victoria por 5-0... pero también dan lugar a nuevas discusiones.

Real Madrid's James Rodriguez celebrates his second goal against Real Betis during their Spanish first division soccer match at Santiago Bernabeu stadium in Madrid, Spain, August 29, 2015. REUTERS/Andrea Comas

Si en el Real Madrid había una cosa clara, esa era que Cristiano Ronaldo es la estrella indiscutible. Se le considera el mejor jugador del equipo, que para eso ha ganado varios Balones de Oro, y como tal se le conceden algunos privilegios. Por ejemplo, nadie se opone a que sea el portugués el que tenga la responsabilidad de los lanzamientos a balón parado.

Sin embargo, en la victoria contra el Betis, fue James Rodríguez el que se encargó de sacar la falta que se acabó convirtiendo en el 2-0 provisional. Y lo hizo de una manera espectacular, con un potentísimo disparo con su pierna izquierda que se coló pegado al palo que defendía el ex madridista Adán.

Después de esta maravilla, además, el propio James se permitió el lujo de marcar un gol de chilena, una suerte que el número 7 lleva tiempo intentando sin conseguirlo.

Si a esto se le suma que el partido de Cristiano Ronaldo fue bastante discreto, sin grandes aportacines al juego de ataque del equipo y sin marcar goles como sí hicieron Bale o Benzema, algunos sectores de la afición empiezan a plantearse si este rol de líder absoluto es conveniente. Por supuesto, su calidad está fuera de toda duda, pero, tras comprobar que el Real Madrid también gana con solvencia cuando él no está al 100%, ¿no sería adecuado que cediera un poco de su iniciativa a algunos de sus compañeros, como el propio James?

Será Benítez el que tenga que establecer cómo encaja en su sistema táctico tantas piezas que en cualquier otro lado serían imprescindibles, pero que con sólo 11 jugadores con hueco sobre el césped, supone todo un dilema. Como el que tendrá también la secretaría técnica del club al respecto de la portería, después de la brillante actuación de Keylor Navas.

El (todavía) número 1 del club blanco hizo un partido excelente, solventando con seguridad todas las ocasiones en las que fue necesario. Incluso se permitió el lujo de detener el penalti que le lanzó Rubén Castro, que habría supuesto el 4-1 provisional. Keylor recibió la ovación unánime del público y el cariño constante de sus compañeros, que no pararon de abrazarle y felicitarle.

Se podría dar la paradoja de que Navas, en su mejor momento y con el respaldo de la grada, se viera obligado a abandonar con carácter casi inmediato el club si así lo exige la negociación que está llevando a cabo el Real Madrid para hacerse con De Gea. De ahí que surja otro debate: ¿hasta qué punto necesita el club fichar a un portero muy bueno pero muy caro, cuando ya tiene en casa otro en el que se dejó bastante dinero el año pasado y resulta que está rindiendo a alto nivel? Sin olvidar, claro, que este año también ha llegado un tercer guardameta de garantías: Kiko Casilla.

Uno de estos temas conflictivos se va a resolver de forma abrupta, en uno u otro sentido, en los próximos días o incluso horas. El otro se plantea a más largo plazo, y si no se gestiona eficazmente podría llegar a enquistarse. Hoy el madridismo está feliz, por el buen desempeño de sus jugadores, pero cierta sensación de desconcierto es inevitable.

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