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Cotto atrapado sin salida

Arturo Sacramento

La decisión de Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), de obligar al puertorriqueño Miguel Ángel Cotto, campeón absoluto de peso Medio del organismo de exponer ante el titular interino kasajo Gennady Golovkin en junio próximo, es una gran noticia para los aficionados al pugilismo, pero especialmente para la credibilidad de los títulos.

El que haya dos monarcas en una sola categoría nunca son buenas noticias para el deporte de los puños, sin importar que ambos sean dos de los mejores púgiles de la actualidad. Además, de que le permite recobrar la credibilidad por la proliferación de cinturones.

Antes de que suene el primer campanillazo, el gran ganador ya es el europeo, porque enfrentará a uno de los púgiles más cotizados y obtendrá los reflectores que necesita para dar el salto a las grandes bolsas que hasta el momento se le han negado, porque a pesar de ligar 19 nocauts de manera consecutiva aún no tiene los reflectores que se necesita para aparecer en las grandes funciones donde los salarios son de varios millones de dólares.

En el lado opuesto está el borinqueño, pues creyó las falsas promesas de amor del representante Al Haymon y su estrella Floyd Mayweather Jr. quienes le prometieron una contienda millonaria el próximo 2 de mayo, por lo que desechó cualquier ofrecimiento que le hicieron Óscar de la Hoya –Golden Boy- y Saúl “Canelo” Álvarez para enfrentarse en esa fecha. Ahora tendrá ante él a uno de los rivales más complicados de la actualidad y para colmo su bolsa no será ni siquiera cercana a la que pudo cobrar ante los otros.

Ahora solamente falta que se concreten las negociaciones para que el combate se realice. Es muy posible que Cotto y su grupo busque evadir el combate por la peligrosidad de GGG, pero aquí es donde Sulaimán Saldívar debe imponer su jerarquía para obligar a que el combate se realice. La ley y la razón está de su lado solamente será cuestión de aplicarla.