Millonario sueco será el árbitro del partido entre EEUU y Ghana

Millonario sueco será el árbitro del partido entre EEUU y Ghana

Ser árbitro de cualquier deporte es un trabajo muy duro, pero aún más en el caso del fútbol, donde los jugadores muchas veces son poco irrespetuosos, los aficionados son vengativos y las cámaras siempre capturan sus errores importantes. Entonces, ¿quién podría querer hacer un trabajo con tan pocas recompensas?

En el caso del sueco Jonas Eriksson, el árbitro que dirigirá el partido entre Estados Unidos y Ghana este lunes 16, no puede haber otra explicación que su amor por el fútbol, especialmente considerando que Eriksson es un rico millonario que no necesita trabajar.

No es raro que un árbitro oficial se dedique al referato como un hobby mientras en paralelo tiene un trabajo con el que se mantiene. Pero es raro cuando se trata de una persona con una profesión de tan alto perfil. Eriksson era accionista de una compañía sueca de medios de comunicación con oficinas que Estocolmo, Hong Kong y Dubai. Hace algunos años vendió su 15% de participación por unos diez millones de dólares.

Mientras muchos en su posición se hubieran retirado para disfrutar del dinero y vivir una vida tranquila llena de placeres, Eriksson decidió comenzar una nueva carrera. “Me fue espectacular como hombre de negocios” —cuenta— pero desde 2011 decidí dedicarme a ser árbitro profesional y estoy disfrutando el mejor momento de mi vida.”

En líneas generales, Eriksson es un árbitro respetado y solo tuvo un par de decisiones polémicas, entre la que se incluye una tarjeta roja que le sacó al argentino Martín Demichelis del Manchester City durante un partido decisivo de la Champions League contra el Barcelona. Ese día, Manuel Pellegrini se quejó: “No fue una buena idea poner un árbitro de Suecia a cargo de un partido tan importante”.

La cuenta bancaria de Eriksson puede estar más llena que la de muchos jugadores, pero eso no le quita compromiso con el juego. De hecho, con las denuncias de partidos arreglados y sobornos que aparecen en los medios, Eriksson podría ser el árbitro perfecto.

Como el mismo Eriksson dice: “El dinero no ha cambiado nada, lo mejor que hago en mi vida es ser árbitro de fútbol”.